Camille
No se como pero logre convencerme por los mellizos a preparar un pastel, así que ahora me encuentro en la cocina leyendo un libro de postres, mientras que los niños sacan lo que les digo y el insoportable de Lucas esta apoyado en la isla, con una sonrisa burlona, ya que casi se me cae la harina de las manos.
-- ¿No quieres aportar un poco? -- Le pregunte cuando ya todos los ingredientes estaban sobre la isla.
-- ¿Si te ayudo podre comer pastel? -- ¿Qué no es obvio, que cuando alguien ayuda obtiene su premio?
-- Yo creo que si. -- Dicho esto empezamos con la preparación.
Primero, según el recetario debíamos mezclar los ingredientes secos, la harina, la sal, el azúcar, y los demás. Pero como ustedes pueden buscar la receta del pastel en internet, me ahorre el tiempo de explicar.
-- Esta mal lo que haces. -- Habla Lucas. Estoy mezclando los huevos con la mezcla, ¿Qué no se hace eso?
-- Esta bien. -- Yo tengo mas experiencia que el.
-- No, tienes que ladear el bol, o si no, no se mezclara bien. -- Dice acercándose a mi.
Trato de retroceder, pero obviamente mi segundo nombre tenia que hacer presencias, y tropiezo haciendo que la mezcla caiga en todo mi cuerpo, y también en Lucas.
-- Lo siento. -- Pero creo que a los mellizos no les frustro que arruinara su pastel, ya que empezaron a reírse como desquiciados. Pero a Lucas no, ahora mismo volvemos al principio.
-- Deberías llamarte torpeza. -- Dice limpiándose con sus manos la mezcla que le cayo en el rostro.
-- Y tu renegón. -- Digo parándome, pobre de mi culito, si antes estaba plano, ahora ni existirá.
-- Son una masa de pastel gigante. -- Dice Luke sobándose su estomago por tanto reír.
-- Camille parece galletita. -- Otra cosa en común con los mellizos, amamos a Shrek.
-- Sera mejor que tome una ducha. -- Dijo Lucas ignorando los chistes de sus hermanos.
-- Oye espera, ¿Cómo me cambio yo? -- 'Pregunte, pues no traje ropa, ni modo que me preste ropa ¿No?
-- Pues andarás desnuda, igual no creo que haiga algo que mostrar. -- Dice mientras sube las escaleras, lo sigo pues no pues no pienso andar desnuda y mucho menos por frente de el.
-- Dijiste que lleváramos la fiesta paz, ayúdame con esto.
-- ¿Me dejaras en paz si te ayudo? -- Pregunto parando en seco, haciendo que casi me cayera por estar tras sus talones.
-- Si. -- Sonreí como niña pequeña cuando suspiro y me llevo a su habitación.
Okey, eso sonó mal.
-- Coge lo que quieras -- Dice antes de entrar al baño de su cuarto. ¿Qué no tiene miedo de que le robe algo? Malditos millonarios.
Me acerque a su armario algo nerviosa, sabe Dios que cosas pueda encontrar, un momento ¿No debería el darme su ropa?, pues porque literal tengo mezcla por todos lados, y estoy ensuciando su preciado piso pulido.
Parece no importarle, así que abro el armario y veo ropa de colores de gris y negro, vaya tenemos algo en común. Cogí una sudadera negra y unos pantalones de pijama. Escuche la regadera abierta así que me tome un tiempo para observar mejor su habitación. Prácticamente era como de cualquier adolescente, paredes azules y poster de bandas, aunque me sorprendió que también sea fan del grupo italiano Måneskin, yo mataría por ir a uno de sus conciertos. Su escritorio ahora luce mucho mejor luego de que Luke lo arreglara y al lado derecho de su cama también tiene una ventana con vista al patio lateral.
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Por siempre
RomanceUna joven universitaria, Camille Jones, trabajara de niñera para una familia millonaria, los Martyns. Su trabajo de niñera no será fácil, ya que no solo cuidara de los mellizos Relee y Luke, sino que también de un adolescente problemático de su edad...