🄲🄰🄿🄸🅃🅄🄻🄾 3.

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Un año después — Anto 1 año.

Calle se encontraba sentada en la sala de su casa leyendo un libro cuando escucho la puerta principal cerrarse. Confundida, cerró su libro marcando la página con un marcapáginas y se levantó para ir a ver quién era. Mayormente su esposa siempre avisaba cuando llegaba y le parecía extraño no haberla oído.

Llegó al lugar donde se encontraba la puerta corrediza para ir al patio y....

Calle: ¡María José Garzón! — su mujer brincó en su lugar tratando inútilmente de esconder el paquete que tenía en una mano.

Anto apretó su agarre en el cuello de Poché y ambas se miraron asustadas. Idénticos ojos aceitunados miraron a Calle con terror mientras “rezaban" internamente para que Calle no se hubiera dado cuenta de lo que tramaban.

Ambas se veían tan culpables que Calle tuvo que hacer su mejor intento para no dejar escapar una carcajada.

Calle: ¿Se puede saber a dónde van ustedes dos? — preguntó Calle mientras se cruzaba de brazos y levantaba una ceja tratando de verse amenazante.

Poché abrió y cerró la boca sin saber que decir hasta que por fin dijo:

Poché: vamos a jugar al patio... ¿Cierto Anto?

La pequeña asintió nerviosa y Calle la miro sería.

Pequeña bribona.

Calle: supongo que entonces no van a necesitar tener esto ¿Verdad? — preguntó mientras les quitaba la caja que Poché tenía detrás de ella, el cual Calle sabía perfectamente que eran donas.

Ambas pelinegras la miraron con un puchero idéntico, y si, Poché se había quitado el color azul y en su lugar había dejado su auténtico cabello negro que era tan parecido al de su hija.

Calle: no me miren así — las reprendió Calle con falsa molestia viéndolas sería a las dos — ¿Acaso no les dije que nada de dulces para ustedes? — dijo recordando la vez que les había prohibido cualquier cosa que tuviera azúcar a cualquiera de las dos.

Flashback.

Calle regresaba al trabajo después de una larga jornada de trabajo, estaba ansiosa por ver a sus dos chicas ya que sabía que Poché había decidido salir temprano de trabajar para poder ir con su princesa.

Al entrar a casa decidió no hacer ruido para darles una sorpresa a ambas, sabía que sus chicas amaban la pizza y como era viernes ella no vio problema en llevar dos a casa para cenar. Entro en la sala y abrió los ojos como platos al ver a su mujer y su hija dormidas en el sofá cómodamente, con el televisor prendido dónde claramente se puede observar que veían películas de princesas y toda la sala repleta de chuchería.

Molesta se dirigió a apagar el televisor y prendió todas las luces de la sala.

Poché: apaguen esa luz.... Mi cabeza duele — dijo abrazando a su hija.

Antonia: beza... Dule. Batiga dule — dijo intentando completar palabras ya que estaba aprendiendo hablar.

Calle: eso les pasa por tragarse una tienda entera de chucherías — dijo molesta y Poché se sentó asustada al escuchar la voz de su mujer mientras sentaba a su hija sobre su regazo — ¿Me puedes explicar que sucedió aquí?

Poché: eh.... Amor... Eh... Yo....

Calle alzo una ceja esperando una respuesta mientras pasaba la mirada de una a la otra.

Calle: ¿Cuántas veces te he dicho que dejes de consentir a Antonia con tanta chuchería? ¿No ha dicho el médico muchas veces que eso puede hacerle daño? A ti misma puede hacerte daño — dijo enojada y Poché solo bajo la mirada algo avergonzada, sabía que Calle tenía razón — se que no le puedes decir que no amor, pero esto es por la salud de ambas — le dió una mirada sería a su hija quien se escondió en el abrazo de su madre pelinegra — a partir de ahora, nada de azúcar para ninguna de las dos ¿Me escucharon?

Poché: si amor....

Antonia: ti ma....

Calle: ahora a bañarse y a dormir, las dos — Poché tomó a su hija en brazos y subió al segundo piso para ayudar a su hija y hacer caso a lo que su esposa dijo.

Calle suspiró y comenzó a recoger todo de la sala, sin duda estás dos iban a matarla un día de estos.

Fin del flashback.

Ambas pelinegra bajaron la cabeza derrotadas.

Poché: lo siento amor.

Antonia: ma.

Ambas se disculparon al mismo tiempo poniendo las mismas caras con pucheros y ojos llorosos.

Calle negó con la cabeza.

Tal para cual.

Calle: ahora vallan a jugar al patio mientras yo me encargo de esto — abrió la caja de donas que tenía en las manos y sacó una de ellas llevandoselá a la boca — mm... Deliciosa — comentó burlándose de ellas.

¿Que esperaban?

Era una Calle después de todo.

Ambas pelinegras la miraron incrédulas.

Poché: pe-pero.... Calle, esas son las favoritas de Anto... — Anto asintió en acuerdo con su madre.

Calle: ¡Pero iban a comerlas sin mi! — dió otro bocado y Calle pudo ver los ojos de su nena ponerse acuosos — ¡Está bien! Pero los compartiré solo contigo — era una perra pero era su bebe, obviamente los iba a compartir con ella. Calle extendió los brazos a su bebe y está salto a ellos dando un sonoro y baboso beso en su nariz — que rico beso — dijo dejando un beso en la nariz de la pelinegra menor y está río.

Calle saco una dona y se la dió a su bebe, mientras que Poché las miro a ambas con falsa molestia.

Poché: traidora — siseo a Anto y esta solo le regaló una dulce sonrisa.

Calle se acercó a Poché y le dió un manotazo.

Calle: no le digas así a mi bebé.

Poché: pe-pero...

Calle: Poché, shhh.

Antonia: ti ma, shh... — Anto imitó a Calle y esta hizo una esfuerzo para no reírse.

Poché las observó a ambas entrecerrando los ojos.

Poché: está bien, coman sin mi — dijo en forma dramática — me iré a algún lugar donde si me quieran — se seco una falsa lágrima y se dió la vuelta para salir.

Anto comenzó a removerse entre los brazos de Calle y esta la bajo viendo como está caminaba poco a poco hasta donde Poché y jalaba su pantalón. Poché se giró con una gran sonrisa y tomó a su hija en brazos.

Poché: sabía que no me ibas a fallar bebé.

Calle las miro a ambas entrecerrando los ojos mientras estás compartían su dona.

La habían engañado.

¡La habían engañado a ella!

Poché le dió una mirada de suficiencia como diciendo “Es mi princesa" y si lo era, Anto definitivamente era la princesa de Poché, está nunca podía decirle que no y Anto igual era muchos más pegada a su madre pelinegra.

Pero Calle ya tomaría su revancha cuando tenga a su mini Calle.

Entonces también tendrá a su pequeño o pequeña cómplice.

Wow, hoy he tenido inspiración y algo de tiempo de sobra, espero que les guste y me dejen saber sus comentarios.
Es mi opinión, está es la historia más tierna que he escrito. Se les quiere ❤️....

🅴🅻 🅰🅼🅾🆁 🅳🅴 🅻🅰 🅲🅴🅾  𝖼𝖺𝖼𝗁É 𝗀!𝗉.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora