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Cuando Calle bandonó los estudios Garzón, Juan Carlos se dirigió inmediatamente a la oficina de su hija para que está vez si le pudiera aclarar bien y decir la verdad que no le dijo cuando estuvo con Daniela Calle en su oficina.

Juan Carlos: Poché, ahora sí quiero que me digas la verdad, ¿Cómo es eso que te casarás con Daniela Calle?

Poché: papá, fuiste tú quien me dijistes que hiciera algo para remediar lo que pasó anoche, y como te dijimos Calle y yo, no nos cuidamos y solo estamos previniendo un posible embarazo. No quiero que esto llegue a oídos de alguien más y se aprovechen de que Calle es una multimillonaria famosa y nosostros contamos con un buen estatus social y económico — le explicó Poché a su padre manteniendo la promesa que le había echo a Calle de mantener la verdadera razón entre ambas.

Juan Carlos: ¿Y ella está de acuerdo con todo esto? Me refiero ¿Que si ella también piensa lo mismo?

Poché: si papá, ella estuvo de acuerdo y me dijo que le parecía una buena idea. Además, Daniela me gusta mucho y creo que sería bueno tener a una esposa como ella, es muy amable, atenta y me demostró que puedo confiar ciegamente en ella — dijo Poché con una sonrisa al pensar en la mujer de ojos avellanas.

Juan Carlos: está bien supongo, ¿Cuando tienen planeado casarse? — preguntó rendido.

Poché: en un mes aproximadamente, yo quiero conocer primero a los señores Calle y a ella le gustaría conocer a todos en casa.

Juan Carlos: bueno hija, hablaré con tu madre para organizar una cena en la casa durante esta semana — dijo mientras se levantaba de su asiento — solo espero que a Marta no le de un infarto cuando se entere que su hija si se va a casar, pero con otra novia — dijo y ambos se echaron a reír.

Cuando Juan Carlos salió, Poché se quedó pensando en como había caído tan rápidamente en el hechizo de Calle. Ella había derribado todos sus muros y miedos. Con Laura le había costado mostrar ese lado de ella, había demorado casi un año para poder entregarse aquella mujer, en cambio con Calle no podía contenerse, con un beso o una simple caricia ya quería lanzarse sobre ella y hacerla suya de todas las formas posibles.

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Poché salió de su oficina con dirección al estacionamiento donde estaba Laura esperando por ella con la mirada perdida en algún punto del lugar.

Poché: ¿Que haces aquí Laura? — preguntó Poché al verla junto a su auto.

Laura: solo quiero sabes desde cuándo te acuestas con esa mujer ¿Fue cuando aún estábamos juntas?

Poché suspiró, sabía que no tenía que darle ningún tipo de explicación, pero aún así lo hizo.

Poché: mira Laura, yo jamás te engañé y no sabes lo mucho que me arrepiento ahora de eso, quizás hubiera conocido a Calle mucho antes, pero no, jamás lo hice y mi relación con Calle... Bueno, eso es algo reciente.

Laura: ¿Es tan reciente que por eso te vas a casar con ella? — preguntó sarcásticamente — ¡Por Dios Poché! Estabas teniendo sexo en tu oficina, cosa que conmigo jamás quisiste hacer, de echo casi ni siquiera teníamos relaciones — dijo Laura dolida queriendo saber una explicación.

Poché suspiró.

Poché: eso a ti ya no te debería de importar Laura — dijo molesta — Daniela es mucho más mujer de lo que serás tú, me atrae, me calienta y me exita. No como tú qué no calientas a nadie más que al estúpido de Mario.