DEL ODIO AL AMOR | BILLIE&TU

Capítulo 23

Pov _______.

—¿Nos vamos? —Pregunte sonriendo ansiosa.

¡Ya quería llegar con mis amigos!

—¡Vámonos!

Salimos de la casa y pedimos un Uber hacia el aeropuerto. Aún estoy nerviosa si nos dejarán pasar o no.

Tuve que maquillarme un poco para parecer mayor. Creo que funcionó.
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Llegamos al aeropuerto y corrimos hacia la recepción. Estábamos un poco retrasadas así que solo nos tuvieron que revisar super rápido y nos llevaron a abordar el avión.

Mi estómago daba muchas vueltas. No sé si era por la emoción o los nervios de que todo salga mal. «Es la emoción.»

Definitivamente lo era.

—¿Crees que es buena idea? —Susurro en mi oído entrando por el pasadizo del avión. —¡Claro que sí! ¿No quieres ver a Cami? Porque yo sí quiero ver a Val y Mat. —Sonreí empujándola para que avanzará más rápido.

—Tienes razón. ¡Vamos! —Paro en seco cuando encontro los asientos. Entramos las dos, fui en el lado de la ventana como siempre y ella en el aburrido asiento del pasadizo.

Es lo que hay.
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Llegamos a Chicago antes de lo que esperaba. No pude dormir, pues ya lo había hecho gran parte de la mañana.

Además hubo turbulencia y me dio miedo.

Pero ya acabo ahora estamos bajando del avión. Nat estaba un poco pérdida. Realmente estaba somnolienta. Ella si durmió.

Es increíble lo bien que se siente estar aquí. Me atrevo a decir que hasta el oxígeno de Chicago es diferente que al de los ángeles.

Pedí un Uber por segunda vez que nos llevaba a la casa de Val, no hable con ella ni con su mamá pero la última vez que nos vimos dijo que si algún día volvía que vaya a su casa.

Entonces eso haría.

—Ya llegó el Uber _______, vamos —Me arrastró hacia este mi hermana. Entramos apresuradas.

En el transcurso lo mejor que pude hacer fue apreciar las lindas calles de Chicago.

¡No puedo creer que estamos aquí!

No pasó ni un mes pero igual es difícil.

El Uber frenó anunciando que llegamos a nuestro destino... La casa de Val. Sonreí al ver que está tampoco cambio nada.

Bajamos del carro y nos acercamos a la puerta.

—¿Tocaras tu o lo hago yo? —Pregunte hacia mi hermana. Se encogió de hombros —Hazlo tu. —Me empujó hacía la puerta. Asentí un poco nerviosa.

Estiré mi brazo para alcanzar el timbre, se reproducio una linda melodía de piano como timbre. La recordaba perfectamente.

La puerta se abrió revelando a la mamá de Valery. Traía su delantal de cocina negro con rayas blancas. Sonreí grande saludándola con la mano. No pude descifrar su expresión pero a penas me vio se abalanzó hacia mi abrazándome fuerte. Sonreí correspondiéndole el abrazo.

—¡Mi niña! No puedo creerlo. ¡Que haces aquí! —Me aferre más a Chloe. La mamá de Val. Había sido como una madre para mí. —¡Tía! También te extrañe. —Respondí igual de entusiasmada.

Estuvimos un rato abrazadas hasta que el escuchamos toser a alguien.

—Oh cierto. Nat vino conmigo —Sonreí señalando. Chloe se abalanzó contra ella también que conmigo.