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narra Lyra

me levante sobresaltada de mi cama, los gritos de horror se escuchaban en la planta baja

el sótano

ahí el señor tenebroso aprisionaba muggles para después torturarlos junto con mi tía, nacidos de muggles y mestizos se encontraban allá abajo también, incluso sangres puras que no compartían sus ideales tenían la desdicha de estar allá, lo hacían por diversión 

Draco había estado raro desde hace semanas, mamá también pero ambos decían que no era nada, yo tampoco estaba muy bien, no tenía mucho apetito, tenía noches de insomnio preguntándome como estaría papá

¨mal seguramente¨

Esa era siempre mi conclusión, papá no estaba bien en Azkaban, yo lo extrañaba, todos lo hacíamos ¿le daban de comer? ¿tenía frío? ¿nos extrañaría? preguntas como esas pasaban a diario por mi mente y a ninguna podía encontrarle una respuesta buena o segura, todas me hacían dudar. Sus días de estar conmigo habían terminado por un tiempo y no sabía hasta cuando lo volvería a ver, en la prisión no me permitían verlo y eso me tenía mal, no podía preguntarle como estaba, si necesitaba algo, no lo veía

Las cosas con Harry se complicaban al tener a su enemigo viviendo en mi casa, las cartas entre nosotros disminuían con el paso de los días a tal punto que ya no recibíamos cartas del otro, la última carta de él la envió hace dos semanas, desde entonces no sabía nada de él y yo sabía claramente que esto solo sería el comienzo 

los mortífagos destruían todo a su paso, los muggles morían por sus ataques, incluso Olivander había sido atacado y al perecer estaba en el sótano de la mansión, una vez intente ir pero me arrepentí en cuanto me tope con unos mortifagos torturando a persona, si mamá no hubiera aparecido a tiempo yo ya tuviera un historial por torturar muggles. Todo empeoraba cada día, la mansión era un infierno, nada comparado con los otros años, esperaba con ansias el momento de regresar a Hogwarts 

-buenos días- dije a mamá y a Bellatrix que estaban sentadas en la mesa desayunando, aunque de buenos no tenían nada realmente, un día más, un infierno más en la mansión, se estaba volviendo agotador

-buenos días, cariño- bese la mejilla de mamá 

-buenos día, princesita- me dijo burlista Bellatrix, si Bellatrix porque aún estaba enojada con ella por Sirius al que también extrañaba

-buenos días, tía- mostró su mejilla para que la saludara de igual manera que a mamá, eso hice 

-¿qué harán hoy?- les pregunté sentándome 

-atenderemos algunos asuntos- mamá contesto metiéndose un pedazo de fruta a la boca 

-yo digo que no los atendamos- mamá miro mal a mi tía 

-buenos días- miramos a Draco que venía entrando, su semblante cambiaba con los días, estaba más pálido, ojeras descansaban bajo sus ojos algunos días y hoy era uno de esos días

-buenos días- dijeron mamá y mi tía la mismo tiempo, el se sentó a mi lado 

-hola- le susurre, el me miro y me sonrió no tan feliz

-hola- 

-¿podemos hablar después del desayuno?- le murmure, el asintió jugando con la comida que había en el plato que los elfos le acababan de traer 

-¿qué se secretean?- miramos a Bellatrix que nos miraba a ambos, Draco y yo nos miramos 

-nada- murmure -¿puedo retirarme?- mamá me miro 

¿Una Weasley? (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora