¿Una Weasley? (Harry Potter)

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-¡Fuera de mi camino!- Madam Pomfrey nos dijo pasando entre el equipo de quidditch que estaba alrededor de Harry -Debieron  habérmelo traído directamente a mí. Puedo repara huesos en un abrir y cerrar de ojos, pero hacerlos crecer...- la preocupación en ella era evidente 

-Pero, podrá hacerlo, ¿no?-  pregunté preocupada 

-Podré hacerlo, ciertamente, pero será doloroso. Te espera una noche difícil, Potter; hacer crecer los huesos es una asunto desagradable-  le entregó una poción a Harry que al tiempo que tocó su boca, la escupió -¿Qué esperabas? ¿Jugos de calabaza?- Madam Pomfrey se fue. Todos vimos con asco como Harry tomaba la poción 

-Oye, ¿tú no nos debes algo?- mire a Fred y a George 

-¿Quién? ¿Yo? No, creo que no- negué viendo como Harry seguía haciendo muecas 

-No te hagas, Emma- rodé los ojos mientras miraba a George 

-De verdad, no tengo ni la menor idea de qué me hablan- ellos me sonrieron traviesos 

-Hicimos una apuesta, ¿recuerdas?-  me hice la espantada 

-¿Apuesta? Por Merlín, no, no era yo. Yo no hice apuestas con nadie y mucho menos con ustedes porque nunca me pagan. Me debieron haber confundido, lo cual es indignante dado que yo soy su hermana y me confundieron con cualquier persona- dije con falsa indignación 

-Ajá, ajá. La que no pagas eres tú- Fred me dijo frunciendo el ceño 

-Paga, Lyra- rodé los ojos mientras sacaba unos galeones de mi bolsillo 

-Tengan- ellos me sonrieron felices 

-Gracias. Por eso te queremos- ambos besaron mis mejillas en frete de todos

-¡Oigan!- todos los del equipo rieron 

-Bien, se acabó la visita. Tengo trabajo con Potter que hacer. Fuera, fuera- Madam Pomfrey nos corrió, los quejidos de todos se hicieron presentes recibiendo que Madam Pomfrey nos cerrara la puerta en la cara 

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-Será mejor que te vayas antes de que recupere los huesos- escuché la voz de Harry a través de la puerta de la enfermería, estaba hablando con alguien, enojado. Me adentré a la enfermería, pero antes de que pudiera ver con quien hablaba, un pequeño ¡POP!  se escuchó 

-¿Harry?- él me miro, estaba parado frente a su cama 

-¿Lyra?- 

-¿Cómo estás?- le pregunté mientras avanzaba hacia él 

-Bien, un poco adolorido, pero bien. ¿Qué haces aquí?, podrían regañarte- Harry me hizo una seña para que me sentara en la cama', yo me senté. Iba a comenzar a hablar cuando la voz de los profesores se escuchó -Rápido. Acuéstate- lo dudé, pero terminé aceptando al darme cuenta de que me podían bajar puntos y eso era lo último que Slytherin necesitaba 

-¿Cómo está Harry, Poppy?- Dumbledore le preguntó mientras los pasos se hacían más fuertes 

-El chico está muy bien, pero... ¡Por Merlín!, ¿Es esa la señorita Weasley?- Madam Pomfrey se escuchaba muy alterada, apreté los ojos deseando que no me regañaran tanto 

-Shhh, los despertarás, Poppy- McGonagall habló 

-McGonagall tiene razón, Poppy. Ellos son el uno para el otro, la profecía lo dice- Dumbledore dijo tranquilamente, como si violar las reglas no fuera nada 

Es Potter

-¿Cuál profecía, señor?- Madam Pomfrey preguntó con curiosidad 

-Existe una profecía que habla de él, y de alguna jovencita que está en la misma situación que la señorita Weasley. No estoy seguro de que sea ella, pero...-