EN LA ENFERMEDAD Y EN LA SALUD. (Traducción)

Pequeños milagros de la vida

Capitulo IV

NotasA:: Se suponía que este era el final, pero supongo que continuaré ya que muchos lo pidieron. Dado que pensé que esto estaba terminado, esto es todo lo que he escrito, por lo que podría pasar un tiempo antes de otra actualización.

*** HP

Desenredando con cuidado a su hija dormida de su manta, Harry la colocó sobre su pecho para que estuvieran acostados pecho contra pecho y luego la cubrió de nuevo. Bostezando tanto que sintió que se le crujía la mandíbula, se acurrucó en el sofá y cerró los ojos para descansar solo un minuto. Habían pasado más de cinco horas desde que había dado a luz y más de veinticuatro horas desde la última vez que había dormido, si Carlisle no regresaba a casa pronto, se desmayaría y extrañaría ver su reacción al descubrir que ahora era un papito de un niño. Este había sido un día extremadamente agotador y emotivo. Ahora entendía por qué llamaban parto al proceso de dar a luz.

"llegara pronto", advirtió Seth con descaro, frotándose las manos con anticipación.

De repente, Harry se sintió muy nervioso y un poco asustado. ¿Y si Carlisle no quería tener hijos? No contaba a Edward, Rose, Alice, Emmett y Jasper, todos eran vampiros. Carlisle los amaba como si fueran sus propios hijos, pero no lo eran y eran adolescentes mayores, no un bebé recién nacido que necesitaría supervisión y crianza constante. ¿Y si Carlisle se enojaba por ella y los echaba? ¿A dónde iba a ir? ¿Qué iba a hacer?.

"Tú y tus dramaturgos. Carlisle se va a sorprender ... eso es un eufemismo en realidad, pero la amará en el segundo que la vea."

"¡Eduardo!" Harry lloró, el corazón latía con fuerza en su pecho. "Me asustaste como una mierda. No puedes aparecer con gente así".

"No estallé", dijo Edward con cariño. "Soy tan rápido que nunca me viste entrar corriendo. No puedo creer que tuvieras un bebé", dijo asombrado, dejándose de rodillas junto al sofá para poder ver más de cerca su nueva hermanita.

"Tú y yo los dos", sonrió Harry. "¿No es hermosa, Edward?"

"Absolutamente impresionante", respondió Edward, realmente en serio. "Cuando comencé a captar tus pensamientos y los de Seth sobre el bebé, literalmente tropecé con la raíz de un árbol y caí de bruces".

Riendo, Harry extendió la mano y arrancó una hoja del cabello de Edward. "¿Dónde está Carlisle?"

Edward colocó su mano sobre la cabeza del bebé esperando que Harry le diera permiso antes de tocarla. "El resto estará aquí en unos veinte minutos. Como soy mucho más rápido que los demás, Carlisle me pidió que me adelantara. Está muy preocupado por ti".

"Adelante, Edward, sé que no la lastimarás."

Como nunca antes había tocado algo tan pequeño y delicado, Edward colocó cuidadosamente su mano sobre la cabeza de la bebé y le echó el sombrero hacia atrás para poder ver cómo se veía su cabello. "Oh, Harry, ¿cómo pudo Carlisle no amarla? Él te ama tanto y ella es una viva imagen de ti. Ella lo tendrá envuelto alrededor de su dedo meñique ... al igual que su madre."

Sollozando, Harry se frotó los ojos antes de comenzar a llorar lágrimas de sangre de nuevo. "¿No crees que se enojará?"

"No," le aseguró Edward sin dudarlo. Un día iba a cazar a los viles parientes de Harry y matarlos lentamente. Incluso después de todo este tiempo viviendo con ellos y mostrándole lo que era el amor, Harry todavía dudaba de todo y no confiaba fácilmente.

"Carlisle viene", sonrió Edward, arreglando el gorro del bebé y luego apartándose del camino. Carlisle estaba fuera de sí por la preocupación y no quería interponerse en el camino cuando se desgarró para llegar a su pareja.