RIVALES | WINRINA

14

Ahora que era consciente de sus sentimientos, sentía un gran nerviosismo al verla, cómo si fuera más torpe de lo estrictamente debido. Sus amigas le preguntaban que sucedía y Karina prefería mentir o cambiar de tema. Las evitaba, evitaba a todo el mundo, al llegar a su casa iba directo a su habitación para estudiar.

Ya no podía diferenciar que día era del otro, el tiempo pasaba sin realmente estar pasando para ella. No podía parar de pensar en el rostro de Winter y era una mierda.

Estaba caminando por el pasillo, con su mochila colgándole del hombro y jugaba distraídamente con el cierre de su chamarra mientras avanzaba. Así llevaba todos esos días la chica rubia. Perdida en su mundo de enamorada.

Era estúpido y lo sabía, pero no podía evitar sonreír cómo boba cada vez que recordaba la risa de Winter o cómo se asomaban sus pómulos al sonreír.

- ¡Jimin-ah! - Canturreó Seulgi, colgándose de su brazo derecho, y Yeri sujetó el izquierdo.

- ¿De qué va esto? - Preguntó, un poco intimidada por las sonrisas picaras que mostraban sus amigas.

Ningning intentaba parecer neutra, pero se reía.

- Tendremos una reunión de chicas - Dijo y las tres comenzaron a llevarla a rastras fuera del colegio, por la calle.

- ¿A dónde vamos? Tengo que estudiar, mañana hay clases y... - Karina intentaba poner vagas excusas, pero sus amigas la ignoraron.

- Karina, hoy es viernes - Dijo Seulgi y ella abrió los ojos ¿No era martes o algo así?

- Hoy, hoy será el día en que nos sueltes que sucede - Dijo Yeri con una voz cargada de veneno.

Karina comenzó a temblar e intentó soltarse del agarre de sus amigas, ellas prácticamente la cargaron para entrar a la pizzería. La señora las recibió con alegría y comenzó a reír al ver cómo Karina intentaba escapar, pero Yeri la llevaba hasta la mesa. Los jóvenes de hoy en día eran muy animados.

- Ya, habla - Exigió Seulgi fulminándola con la mirada, Karina se encogió en el asiento.

Parecía un interrogatorio, estaban en la mesa posicionadas de tal forma: Seulgi y Yeri estaban sentadas frente a ella con las manos cruzadas, observándola con una intensidad abrasadora. Karina tragó en seco, Ningning estaba sentada junto a ella y también la observaba, expectante. Le hizo señas con la mano, para que verbalizara alguna respuesta.

- ¿Qué quieren que diga? - Preguntó, haciéndose la desentendida.

Yeri golpeó ligeramente su vaso contra la mesa y atravesó a Karina con los ojos.

- ¡Habla, ya! Algo te sucede, llevas toda la semana prácticamente fuera de satélite - Dijo, acusándola, y Karina bajó el rostro.

- ¿Te hicieron algo? - Preguntó Seulgi un poco preocupada, su amiga no había estado muy bien en estos días.

- No ha... sucedido nada, en verdad.

- Habla.

- Confiesa.

- Por favor.

Sus amigas la estaban volviendo loca y Karina no podía decirlo.

- ¡Qué no pasa nada! - Exclamó y algunos chicos en las otras mesas voltearon a mirarla, ella se hundió y volvió a susurrar en voz baja - Ya paren con el tema.

- Por favor, no duermes, sólo estudias, ya no sales con nosotras y tampoco te he visto reír tanto cómo antes. Bueno, algunas veces te he atrapado con una cara de imbécil y eso sólo cuando estas mirando al vacío, es realmente aterrador - Dice Yeri, tomando un sorbo de su batido.