Only for me •YM•

💋 Capítulo 4 💋

El viaje era tranquilo y el ambiente que se podía respirar le resultaba cómodo; por eso no explicaba porque sus manitas se movían con nerviosismo sobre sus piernas, porque su cara estaba roja cual tómate o porque le parecía bastante vergonzoso levantar la mirada hacia el hombre de bonitos ojos gatunos.

Yoongi por su parte conduce con cuidado, queriendo tardarse lo más que pueda para poder mirar por más tiempo al bonito chico que luce pensativo en su asiento trasero.

Hoy había sido un día extremadamente pesado, pero había algo bueno de todo eso; pues a partir de hoy tendría sus anheladas vacaciones. El cansancio es porque grabó varios videos en un solo día, el cuerpo le duele y el sueño es inmenso; aún así este pareció esfumarse cuando a lo lejos logró mirar a un chico a la orilla de la calle, Yoongi disminuyó considerablemente la velocidad para poder tener una imagen más clara del pequeño; pudo ver mucha preocupación en sus delicadas facciones, estaba solo y podía apostar a que también se estaba muriendo de frío.

Fueron muchos los motivos por el cual apretó el freno, fue una sensación nueva que lo hizo detenerse sin siquiera pensarlo.

Y quizás sí, mentir con eso de los taxis estuvo mal; pero vamos, estaba solo, confundido y hasta podría jurar que también quería llorar, Yoongi siente que su acción no estuvo mal en su totalidad. Los peligros de la noche son diversos, el frío es uno de ellos; no entiende que hacía un adolescente en la calle a tan altas horas de la noche, la delincuencia que en esa zona es muy frecuente; sinceramente es un milagro que no le hubiera pasado nada todavía, tanto borracho, drogadicto y pandillero.

Y aunque él no es ningún santo jamás podría hacerle daño, ni a él ni a nadie.

─ ¿Venías de algún lado? ─ preguntó Yoongi intentando entrar en confianza con el castañito.

Jimin levantó la tímida mirada y miro que el pelinegro lo observaba a través del espejo, sus ojos eran muy profundos; el menor se sentía incapaz de mantener la mirada por mucho tiempo. Jimin siempre se caracterizo por ser un chico bastante cohivido y tímido, ahora odiaba ser así, pues consideraba que estaba actuando como un idiota.

─ S-si ─ carraspeo ─, si, venía de la iglesia.

Ante lo dicho el pelinegro alzó la ceja, jamás imaginó que Jimin hubiera resultado ser religioso; ahora entendía la inocencia que desbordaba sus brillantes y expresivos ojos.

─ Oh, ya veo ─ cada vez le parecía más interesante ─. ¿Y tus padres? ─ no sabía si estaba bien preguntar, tampoco imaginaba si estaba dando una buena o mala impresión; sinceramente espera que sea la primera opción, no quiere que el niño se haga ideas erróneas sobre él.

─ Cuando estábamos en medio de la oración recibieron una llamada importante; dijeron que tenían que salir ─ hubiera deseado irse con ellos, pero su padre se negó con un rotundo no. Según él, Jimin necesita mucha orientación religiosa; pues considera que su hijo se está desviando del camino del bien, solo por que hace un par de noches escucho sonidos extraños proviniendo de su habitación, cuando abrió la puerta su padre se llevó la impresión de su vida; pues descubrió a su hijo masturbándose y jugando con su cuerpo de una forma "poco varonil" para su gusto.

Obviamente esto es algo que no diría, pues consideraba algo vergonzoso tanto que después de que su padre le pegara y lo reprendiera se encerró en el baño a llorar por horas; si no hubiera sido por su madre quien entró por él al notar que su hijo no había bajado a cenar Jimin a lo mejor hubiera amanecido dentro del baño.

─ No debieron dejarte solo, menos cuando eres nuevo en la ciudad ─ frunció él ceño pues aquello le pareció poco responsable.

Jimin se mordió él labio y bajó la mirada porque en el fondo sabía que era cierto; se sintió abandonado y creía que ningún castigo debía ser tan grande como para dejar a tu hijo solo en un lugar que no conocía, sabiendo los peligros que los rodean.