Only for me •YM•

💋 Capítulo 8 💋

Amaba despertar rodeado por aquellos fuertes brazos, sentir su respiración chocando contra su nuca y la calidez de su cuerpo cubriendo el suyo. Aquellos eran pequeños detalles de los cuales Jimin estaba enamorado y aquel amor seguía creciendo sin límites y restricciones.

Pero de la mano iba aquel dolor que lo atacaba por las noches, aquellas marcas las cuales no fueron hechas por él son las que al siguiente día le recordaban aquel martirio al cual por voluntad propia había aceptado con los brazos abiertos, los piquetazos en su pecho al ver con sus propios ojos la causa de sus pesadillas, el nudo en su garganta cada vez que la mencionaba y el tiempo limitado al cual se había tenido que conformar por miedo a quedarse solo nuevamente.

Porque hace dos años lo había perdido todo, el desprecio de sus padres al confesarles como se sentía fue algo que lo rompió emocionalmente; fue en esos momentos cuando Jimin se dio cuenta que el maltrato verbal resultó ser más doloroso que el físico y aunque las veces que su padre le puso una mano encima fueron contadas no se comparaban al daño que sus palabras causaron.

Pero fue Yoongi quien le hizo ver que lo que sentía estaba bien, qué era lo correcto y no debería sentirse avergonzado de ello; fue el pelinegro quien le dió una mano y le brindó un techo para poder pasar sus frías y tristes noches, le curó el alma mediante besos, caricias y abrazos y aunque para muchos resultó ser poco creíble Yoongi no lo tocó sexualmente hasta después de los primeros seis meses de estar viviendo juntos, lo cuido y se encargó que su primera vez fuera inolvidable.

Yoongi era casi perfecto y era exactamente por ese insignificante "casi" que su relación colgaba de un hilo.

─ ¿Por qué lloras? ─ su voz ronca llega a sus oídos de forma repentina. No quiere salir, odia las mañanas como esta, donde sin ningún motivo los sentimientos llegan como una avalancha.

Puede sentir su cuerpo tibio cerca del suyo, su piel se ha vuelto dependiente de la suya, por ello esa fría sensación cada vez que no está a su lado.

Ni siquiera se dio cuenta en qué momento la primer lágrima abandono sus ojos, lo único que sabe es que duele como cientos de espinas mutilando su cuerpo de forma lenta y tortuosa; es una dulce tortura la cual ante sus ojos es hermosa, ¿pero esta bien vivir su vida entera siendo prisionero de aquella odisea? Jimin no lo sabe, lo único que tiene claro es que ama tanto al hombre a su lado que la sola idea de dejarlo le aterra.

─ Por favor no llores, sabes que soy tuyo, siempre perteneceré a tí ─ Yoongi quiere tomarlo y abrazarlo, porque por algún motivo lo siente muy distante y aquello le incómoda.

─ S-se me hace tarde, necesito levantarme ─ sorbe su nariz y hace el intento por abandonar la cama, no contaba que la mano de Yoongi lo evitara y lo hiciera caer de nuevo sobre el colchón.

─ No, aún es temprano, es sábado y no tienes escuela; quédate un poco más ─ esta vez no pudo resistirlo y lo abrazo fuertemente ─, quédate aunque después no me hables, déjame sentir tu calor al menos unos momentos ─ el menor mordió su labio inferior, las lágrimas de nuevo estaban ahí recordándole lo patético que era.

Porque así es como se sentía, como un tonto el cual tiene que aprender a vivir con el dolor, como alguien insignificante a quien no le queda de otra que conformarse con las sobras, alguien que está condenado a ver al hombre que ama en los brazos de alguien más. Si, Jimin es todos los sinónimos existentes de un idiota.

─ ¿De nuevo las pesadillas? ─ Su voz se está aclarando, pero sigue igual de grave que siempre. Jimin recuerda que muchas veces fue su voz la que le sirvió de consuelo, la que fue como un dulce susurro en sus días grises.

Jimin negó, a diferencia de las otras ocasiones esta vez no lloraba por las pesadillas, extrañamente estas no habían llegado; lo que pasó fue algo distinto, pues al abrir sus párpados la cruel realidad llegó a afectarlo como jamás lo había hecho, el recuerdo de un lugar sagrado y una promesa la cual aún guarda como un hermoso recuerdo.