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El día de la boda había llegado, había pasado al rededor de dos semanas desde que estuve en San Mungo, un sanador venía a verme todos los días para controlar mi estado y Draco al igual que mi familia había estado pendiente de ello.

Sanador:
— Está en perfecto estado señorita Williams, disfrute de su gran boda...—Hablo terminando de guardar sus cosas.

Alexandra:
—Que buenas noticias ahora hay que prepararte querida!

Narcissa:
—Draco debe de estar con los invitados, le iré avisar lo que dijo el sanador...—Saliendo de la habitación.

Colett:
—Gracias mamá!

Alexandra:
—Quiero lo mejor para ti, quizás no de esta manera pero eh notado como Draco te mira!

Colett:
—Creo que también comienzo a notarlo...—Suspire algo cansada.

Alexandra:
— Serán felices, no hay nada de que preocuparse y puedo notar en tus ojitos que también está comenzando a gustarte!—Con una sonrisa de oreja a oreja.

Colett:
—Ya mamá, Draco a sido muy atento conmigo estos últimos días... Quizá sea así por el echo de no tener hijos—

Alexandra:
— Me hubiera encantado ser abuela, pero antes que nada está tu salud y jamás nos hubiéramos perdonado que algo te sucediera...—

Antes de que las lágrimas comenzarán a salir, llegaron los estilistas y detrás de ellos Narcissa, pues habíamos organizado prepararnos las tres juntas desde que compramos el vestido.

Narcissa:
—Los Frattini y los Greengrass están abajo querida... No sabemos cómo les llegó la invitación.

Colett:
—No te preocupes Cissy, prefiero llevar la fiesta en paz...— y la verdad que sí, así lo quería, no quería estar mal con Lorenzo y mucho menos con su familia, supongo que para Draco sería lo mismo, después de esto ambos nos iríamos y no volveríamos por varios meses...

Los estilistas me habían echo un precioso peinado, una trenza algo desordenada, armada con cristales y dejándola caer hacia un costado. El vestido me quedaba a la perfección, corte sirena que marcaba perfectamente mis curvas, un escote algo pronunciado en forma de corazón y pequeños detalles de flores, y el velo que estoy segura que media dos metros.

Cuando estuve lista mi madre y Narcissa estaban realmente hermosas, brillaban de felicidad.

Cuando bajamos a la sala principal, todos se encontraban en el jardín de la mansión Malfoy, eche un pequeño vistazo y pude ver cómo estaba toda la decoración, era perfecta, el camino que recorria al altar estaba cubierto en petalos rosas, pequeños cristales acompañaban las largas sillas donde estaban los invitados, las escaleras al altar estaban decoradas con rosas blancas y cuando levante mi mirada allí estaba Draco, tratando de acomodar su pañuelo en el bolsillo, Blaise reía ante sus nervios y sentí como pansy los retaba y acomodaba el pañuelo correctamente en el bolsillo de draco. 

Mi madre y Narcissa salieron hacia el jardin y yo me quede esperando, mientras me consumian los nervios por dentro, pude ver de reojo a Astoria y encontrarme con una mirada que estaba esperando por mi, Lorenzo, queria acercarme a el y decirle todo lo que lamentaba esto, pero no podia, largue un suspiro y mi padre aparecio detras de mi.

Massimo:
-Estas realmente hermosa, todos ya esperan por ti...

Colett:
-Papa, el matrimonio de mama y el tuyo, tambien fue por conveniencia?

Massimo:
-Claro que si, como el de los señores Malfoy, pero aun asi aprendimos a querernos y valorarnos mutuamente...

Mi padre acaricio mi mejilla y dejo un cálido beso en mi frente y se acomodo a mi lado, enrede mi brazo con el de él y nos ubicamos frente a las grandes puertas que daban al jardín.

Todo lo que fuimos | Draco Malfoy (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora