The Nanny- James Bucky Barnes

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Ocho años después.

La señora Filgemberg era una de las mejores institutrices de Berlín, rígida estricta, un hueso difícil de roer (según el tío Tony) pero eso no fue un reto para Becca.

La institutriz corría despavorida por todo el edificio lanzando reprimendas en alemán, mientras Pepper la perseguía.

-Señora Filgemberg por favor no se vaya, podemos hablarlo, le pagaremos más si es necesario.

-NO, NO Y NO, ese monstruito que tiene ahí es incorregible, en todos mis años había visto una niña tan insolente- dijo con su marcado acento alemán, tomando sus maletas se dirigió por todo el campo del complejo pisando fuertemente.

-Y ahí va otra- Pepper suspiro mientras se frotaba las cien- la tercera del mes.

- Oh, es una lástima, tal vez tengan que llevarme en las misiones, soy un peligro si me quedo sola- Pepper miro seriamente a la niña.

-Becca ya hemos hablado de esto, eres muy pequeña no puedes acompañarlos a las misiones, tampoco puedes espantar a cada niñera que te viene a cuidar, solo te queremos a salvo, hacemos esto por tu bien- Becca suspiro, odiaba hacerse a un lado mientras su papá y tíos se iban a salvar el mundo.

-¡Pero Peter solo tiene 16 y el tío Tony lo deja ir!

-Beck él tiene poderes...

-Yo también, según el tío Bruce tengo el 78% de posibilidades de heredar la fuerza y habilidades de papá y el tío Steve- Pepper miro a la pequeña niña y se agacho a su altura.

-Te amamos tanto Beck, no queremos que te hagas daño, desde el momento que llegaste todos juramos protegerte a toda costa.

La pequeña asintió derrotada y se fue corriendo hacia la sala común, debían darle más crédito le tomo una semana sacar del juego a Filgemberg pero ella había aprendido muy bien de la tía Nat a meterse en la cabeza del enemigo.

Sintió un movimiento por el pasillo, pero antes de que pudiera escapar, una voz la detuvo.

-Alto hay huracán ¿a dónde crees que vas?, se supone que deberías esta la señora Filgemberg.

-Bueno veras....

-Becca- el hombre ya lo suponía.

-En mi defensa no sabía que les tenía pánico a las tarántulas.

-Beck es la segunda niñera en un mes...

-La tercera- dijo la niña con orgullo, pero al ver la mirada en los ojos de su padre su sonrisa murió.

-Bueno mírale el lado positivo ya no vamos a tener que escuchar su horrible acento alemán- dijo Nat quien venia caminando por el pasillo en rescate de Becca, Bucky miro agotado a su pequeña hija.

-Oye dale un descanso, que te parece si vamos arriba y hacemos una competencia de Sandwich monstruosos- Becca sonrió y salió corriendo hacia la cocina.

Bucky miraba como su hija corría por el pasillo mientras desaparecía.

-Oye Buck no estarás pensando en esa opción ¿o sí? - Steve se poso al lado de su amigo mientras fruncia el ceño.

-No es un lugar seguro para que Beck este sola y ella esta empeñada en espantar a todas las niñeras e institutrices, crees que no se cuanto dinero les ha pagado Tony a esas mujeres para que mi hija las traume y las saque huyendo, ella necesita aprender.

- Si necesita disciplina, pero enviarla a un internado no es la solución, lo resolveremos siempre lo hacemos...

-Steve también me duele, pero no hay otra forma- antes de que Steve pudiera dar otro argumento para evitar que lo alejaran de su ahijada, Bucky se fue.

Solo un milagro podría evitar que Rebecca terminara en un internado.