The Nanny- James Bucky Barnes

5.

-Entonces estas diciendo que debo hacer "travesuras simples"- la niña hizo comillas con sus dedos.

Becca era divertida, debía admitirlo, ella había crecido rodeada de adultos, soldados, genios y espías, era muy lista (demasiado para su edad).

-Exacto, si quemas su bolso (si haces eso con el mío, juro que decapitare todos tus animales de peluche)- Becca soltó una pequeña risa- tus papas pensaran que eres una pirómana, pero si ensucias su bolso con tierra, tus papas pensaran que fue un siempre accidente que tiene solución.

Becca asintió totalmente atenta mientras tomaba apuntes en su libreta, el nuevo teléfono que le había proporcionado Pepper emitió una notificación, era hora de que Becca tomara la merienda.

-Bueno es hora de que comas algo.

-¡Pero aun tienes más trucos que darme!

-Bueno pues toma apuntes mientras caminamos- La niña sintió mientras seguía a la chica.

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Ambas entraron a la cocina y Rebecca tomo asiento en la barra mientras seguía tomando nota de todo lo que la niñera le decía.

Ambas estaban tan concentradas en lo suyo que no notaron que desde el sofá tres sorprendidos adultos miraban la escena.

Al principio Bucky estaba nervioso, fue la primera niñera por la que sintió compasión, estuvo a punto de decir que se quedaría para asegurarse de que Becca no iba hacer nada, la chica lucia como una muñeca, una muñeca que Beck no dudaría en romper, pero al ver la escena enfrente de él, quedo paralizado, Becca jamás demostraba interés en ninguna de sus niñeras, siempre estaba lanzándole miradas asesinas, quedándose atrás o escondiéndose de ellas, pero esta vez estaba atenta a cada palabra de la chica, se veía concentrada y estaba entusiasmada apuntando cosas en una libreta.

-Entonces no puedo poner nada en la comida.

-Nop, eso es un poco bajo, nada te garantiza que esa persona no tenga alergias la podrías matar- la chica se movía por la cocina preparando un Sándwich para Rebbeca- Una vez un compañero de clase era alérgico al maní, un sándwich después y teníamos a un equipo de paramédicos en nuestra clase.

-¡¡¡¡Eso es genial!!!

-Seeee, cool y traumante- se había ganado un poco de confianza de Becca y no quería ruinar eso, por ello cada palabra y oración que decía la analizaba muy bien.

-Entonces ¿qué debo hacer? - Bucky se acercó sigilosamente a escuchar.

-Se más creativa, toma pimienta canela, paprika, atún y todo lo que se te ocurra que sepa mal, pon eso en un Sándwich y di el ese discurso de "me esforcé haciéndolo, lo hice con mucho amor para ti y blah, bla, blah"- Becca se rio – no te puede decir que no y se lo tendrá que comer completo, tampoco podrá escupirlo, la harás pasar un horrible momento.

Bucky quedo atónito, ¿la misma niñera le estaba dando trucos para espantarla?, el horno sonó, Tory saco el sándwich y lo puso en frente de Becca, la pequeña miro el Sándwich y la miro con recelo, la chica puso las manos en alto.

-Oye niña créeme que tu tienes mas posibilidades de envenenarme a mí, además no quisiera una pandilla de super héroes enojados queriendo cobrar venganza- la niña frunció los hombros y asintió, tomo su sándwich y lo devoró

– Eres lista- dijo Rebecca mientras

Bucky miraba con atención la escena

-¿Acaba de decir que la niñera es lista?- Por encima del hombro de Bucky un impresionado Steve miraba atentamente.

-Yo también estoy tratando de asimilarlo...

Becca sintió un movimiento detrás de ella y sonrió al ver a los dos adultos.

- ¡TIO STEVE! ¡Volviste! - la niña salto de asiento y corrió hacia el hombre que la atrapo en brazos dándole un fuerte abrazo.

Tory quería gritar, ¡era el Capitán América! Pero se recordó así misma que necesitaba el trabajo y que debía actuar profesional.

Ambos soldados entraron en la habitación y si de por si uno ya descontrolaba sus nervios, dos era más que suficiente.

Steve miro el plato de Becca y mordió el sándwich.

-Ummm esto sabe muy bien.

-Si tiene talento para preparar Sándwiches.

-Si quieren puedo hacer más...

-Eso seria muy lindo de tu parte...- el capitán recordó que no se la habían presentado correctamente.

-Torelaine, pero puedes llamarme Tory- El capitán le sonrió mientras que el y Bucky tomaban asiento, Tory se puso manos a la obra mientras que Beck se acerco casualmente a su lado.

-Oye no estes babeando por el tío Steve- dijo Becca mientras deslizaba su plato, la chica miro el ceño fruncido de la niña.

-Descuida, ¿crees que tengo una oportunidad con tu tío Steve? - se señalo y le dio una mirada burlona- además los rubios no son mi tipo- Beck le sonrió.

Por mas de que intentaran susurrar ambos super soldados tenia una excelente audición, ambos sonrieron ante la conversación de las dos chicas.

-Quemado- Bucky le sonrió con burla a Steve, él aludido le lanzo un puño en el brazo humano.

Bucky sintió una pequeña presencia cerca a ellos, cuando se giro esos ojos azules que tanto amaba lo estaban mirando, el hombre tomo en brazos a la niña y la sentó en su regazo.

- ¿Cómo te sientes con Torelaine?- le susurro.

-No me desagrada tanto- la respuesta no había sido la más educada del mundo, pero era un gran a veces el "no tanto" por parte de Beck, acomodo el cabello castaño de la niña y miro a la niñera trabajando en los sadwich, no podía negar que era hermosa y la vista que le estaba dando era espectacular.

Alto, se golpeo mentalmente a si mismo, es la niñera de Beck calma, tal vez el tiempo solo le estaba comenzando a pasar factura o tal vez era que ella muy hermosa.

El horno volvió a emitir sonido, con un perfecto equilibrio y delicadeza Torelaine acomodo los platos en frente de cada hombre, ambos no dudaron en atacar el pobre Sándwich, Bucky quedo sorprendido.

-Saben igual que...

-Ujumm sí que lo hacen- contesto Steve con la boca llena, la chica miro un poco asustada a los dos hombres.

- ¿Algo anda mal?

-Para nada, cuando éramos jóvenes había una cafetería en Brooklyn cerca a nuestra escuela que vendía unos Sándwiches idénticos a estos.

-Vaya ahora también los super soldados necesitan una niñera, conozco hogar de ancianos Manhattan, siento que es más su tipo de lugares.

Steve y Bucky miraron con aburrimiento a Tonny.

-¿Como va todo Beauty Nanny? ¿ya quieres renunciar? - Tory sonrió, al principio ella pensaba lo mismo, que una hora iba ser suficiente para renunciar, pero en realidad, en cuanto intercambio las primeras palabras con Rebecca ella lo entendió todo, ella no era una niña problema, simplemente era una niña que quería la atención de su papá, que posible (y estaba casi segura) no tenia muchos amigos, creció entre adultos, no tenia con quien jugar o compartir.

Subió los hombros y le regalo una hermosa sonrisa.

-Aun no...