The Nanny- James Bucky Barnes

8.

Las primeras 4 semana con Becca fueron relativamente "normal" (en comparación de como le había ido a las otras niñeras), todas las mañanas seguía la misma rutina, se despertaba, hacia el desayuno para los Barnes, acompañaba a Becca a la escuela, esperaba 6 horas a que saliera, le ayudaba a hacer sus deberes, accedía a que le diera una paliza en Super Smash Bros, a veces Becca la obligaba a ir a la sala de cine sola a ver películas de terror (cosa que no dejaba dormir a Tory por algunas noches) y Becca había desarrollado un interés por peinarse, por lo tanto Tory se había vuelto una experta en peinados.

-¡AY, ME JALASTE OTRA VEZ!

Bueno no tan experta.

-Lo siento, lo siento pero no es mi culpa que quieras que tus trenzas formen...¿qué es eso un corazón?- Bucky miraba divertido la escena desde la barra de la cocina, aun le sorprendía que Becca se llevara tan bien con la niñera, pero era fácil caer por Tory, siempre era divertida, muy amable y era la persona más compresiva con Becca.

-Oh no déjalo así por favor, mi cabeza va a explotar- se dirigió a Bucky y le dio su mejor mirada de cachorro- necesito café papi.

Bucky puso los ojos en blanco, si, había desarrollado una obsesión nueva por saber a qué sabia el café.

-Ya hablamos de esto cachorro, estas muy pequeña para beber café- Beck levanto los brazos desesperada.

-¿Qué sigue? Le quitaras los malvaviscos a los Lucky Charms.

-Oh que dios nos libre de no tener malvaviscos de unicornios – Becca miro asesinamente a la niñera mientras esta levantaba las manos en defensiva.

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Su lista de que haceres de la mañana se baso en comprar cosas que Beck necesitaba y amaba estar de compras.

Cuando Tory miro su reloj ya era hora de salir de la escuela, se acerco lentamente a la reja de la escuela buscando entre el mar de niños la cabeza pequeña y revoltosa de Beck pero su teléfono interrumpió la búsqueda.

-¡Happy day!- al otro lado de la línea Happy soltó un resoplido de disgusto.

-Señorita Savinne, estoy atorado en el trafico no he podido pasar del primer puente- Tory lanzo una mueca Happy ni siquiera estaba en la mitad del camino, una mano tiro de bolso, Beck la había encontrado primero.

-No te preocupes ya estoy con Becca esperaremos.

La niña miro atentamente a la niñera mientras se cruzaba de brazos.

-No me digas ¿problemas? - Becca a veces tenía la misma actitud fría y cortante de su padre, cosa que había visto pero no experimentado.

El señor Barnes solía ser muy amable con ella, pero noto que sus interacciones con personas no cercanas eran muy fría e impersonal.

-Si Happy se quedó atorado en el trafico y se demorara, ¿Qué te parece si caminamos por ahí?, vi una tienda que vende lazos para el cabello y tienen de todos los colores que te puedas imaginar- Becca asintió, pero antes de que pudieran dar dos pasos las alarmas de Tory se prendieron.

-Por favor no salgas huyendo si te pierno por la ciudad la agente Romanoff me torturara y me enterrara viva- Becca sonrió con crueldad.

-Ummm, que te parece si tú me compras unos de esos cafés helados que tienen crema y yo prometo que no te daré problemas- Tory entrecerró los ojos viendo desaprobatoriamente a Becca.

-Trato, pero si tu papá se entera, tendrás que ver todas las películas de crepúsculo conmigo – Beck hizo una mueca de asco pero aun así estrecho la mano de Tory.