28 de junio de 2017
Unos días habían pasado desde que fueron al centro comercial.
Su pierna ya estaba mejor, podía caminar sin muletas, pero debía tener cuidado y desinfectarla cada noche, después de todo, aun no cicatrizaba del todo bien.
Todo había sido normal, suponía, no sabía que se hacía cuando te secuestraban, por que no tenía libertad y se la pasaba encerrada en aquella habitación.
Solo le llevaban de comer, no podía ver la tele o tener un celular con ella.
Menos comunicarse con Mitsuya, Chifuyu o sus primos.
Todo le resultaba tan frustrante, ugh.
Y más cuando de repente esta mañana había llegado una de las sirvientas de la nada a decirle que el señor Ran había solicitado su presencia en aquel vestido verde que habían comprado hace 4 días.
¿Que mierda se suponía que significaba eso?
Eran alrededor de las 8:20 P.M
Estaba lista, con su vestido verde, un pinta labios y rímel, esperaba a Ran, por órdenes del mismo.
Algunos segundos después de que se sentase en el sillón el mencionado llegó, traía puesto un traje morado, a decir verdad, se veía muy bien.
—Te ves tan linda con ese vestido. -Halagó apenas la vio.
—Gracias, supongo. -Se levantó del sillón mientras el más alto se acercaba a ella.
—¿Estás lista? -Preguntó mientras le daba su brazo.
—Lo estoy. -Respondió mientras instintivamente entrelazaba el suyo con el del hombre.Este sonreía.
Salieron de la casa en dirección a una limusina negra.
Describiendo un poco más el aspecto de la chica, llevaba ese hermoso vestido verde terciopelo, con un collar discreto y una bolsa pequeña, donde realmente no llevaba nada importante.
Su cabello estaba suelto, hondulado naturalmente.
Mientras el chico llevaba un traje morado, con una corbata, además de unos zapatos de vestir negros.
Subieron a la limusina y el de cabello lila colocó una mano en el muslo de la chica, por encima del vestido.
Esta estaba intentando ignorarlo, y lo estaba logrando.
Realmente no sabía a donde carajo se dirigían y sus pensamientos carcomían su mente.
Hasta que una leve palmeada en su muslo la despertó de su trance.
—¿Me estás escuchando? -El hombre la veía.
—No, estaba pensando. -Contestó mientras miraba por la ventana polarizada.
—¿En que pensabas? -Parecía estar curioso.
—En que no se a donde nos dirigimos. -Lo había volteado a ver.
—Lo siento, olvide explicártelo. -Acariciaba su muslo.No sabía que tenía con su muslo, pero comenzaba a molestarle, le traía bastantes recuerdos.
—¿Podrías dejar de hacer eso? -Interrumpió mientras intentaba quitar la mano del mayor.
—¿Te molesta? -Quito la mano.Ese día estaba extrañamente caballeroso con la chica, en ese instante todo le daba mala espina.
—Me pone incómoda. -Soltó. —Ahora ¿podrías explicarme a donde nos dirigimos? -Pidió amablemente.
—Lo siento. -Pausó. —Uhm, bien, ahora mismo estamos yendo a una cena con aliados de bonten. -Explicó de lo más tranquilo, como si fuese lo más normal.
—Ah, si, todo normal, casual, cosa de todos los días. -Exclamo sarcásticamente. —Solo a ti se te ocurre llevarme a una de esas cenas, Ran. -Le miró con el ceño fruncido.
—Tenía que ir acompañado, entonces mi única opción eras tú, no iba a llevar a una prostituta si tenía al amor de mi vida conmigo. -Contestó devolviendo la mirada a la chica, que se percató que la mirada del hombre era suave, y hasta con un toque de cariño al verla.Inevitablemente se sonrojó, más se volteó a otro lado.
—Deja de decir estupideces. -Contestó viendo a la ventana.
—¿Te puse nerviosa? -El peli morado sonreía.
—Quisieras. -Si, estaba nerviosa.El camino había durado bastante, pero cuando menos lo pensó llegaron a un lugar un tanto apartado de Tokio, distinto a cómo ella lo había imaginado.
Estaba todo decorado, parecía que sw habían esmerado tanto al hacerlo.
Ran fue el primero en bajar, dándole la mano a la chica, ayudándole también a bajar de la limusina.
El hombre era tan encantador cuando se lo proponía.
—Adelante, mi bella dama. -Hizo una leve reverencia.
—Gracias, caballero. -Dijo juguetona mente, realmente tenía ganas de reír, y si, expulsó una leve risa. —Nunca habías hecho esto, ni cuando éramos más jóvenes. -Comento con una sonrisa.
—Debía hacerlo en algún momento ¿no? -Sonreía al ver a la chica tan feliz como lo era antes.
—Supongo que tiene razón, caballero. -Caminaban con los brazos entrelazados.Estaba todo siendo tan bonito.
Tanto que la chica plantó un beso en la mejilla del mayor.
Se sentía feliz y acompañada una vez más, y solo eso importaba.
Aunque nunca espero que eso terminase tan rápido, nunca lo deseo.
Por fin había vuelto el hombre del que se había enamorado tiempo atrás.
No quería perderlo, ni el perderla a ella.
Aunque no todo sale como uno quiere ¿verdad?
Si yo lloro, ustedes también, no cierto, mejor se quedan con la duda.
Lo más probable es que este sea el penúltimo capítulo.
que corta me va a quedar la segunda temporada,,
En fin, ayer me hice el maquillaje de Sukuna y vengo a mostrarles ^^
Todo bien chueco, pero ahí está JAJAJAJAJAJEn fin,
Tengan lindo día/tarde/noche
Gracias por leer
Se les quiere
Disculpen errores ortográficos
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Vɪᴇᴊᴀs ᴛᴀʀᴅᴇs ᴅᴇ ʟʟᴜᴠɪᴀ 「 Rᴀɴ Hᴀɪᴛᴀɴɪ 」
Fanfiction❝ ___☆___☆___☆___☆___ 𝗔𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀 𝘃𝗶𝗲𝗷𝗮𝘀 𝘁𝗮𝗿𝗱𝗲𝘀 𝗛𝗮𝗯𝗶𝗮𝗻 𝘀𝗶𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗽𝗮𝗿𝘁𝗲 𝗠𝗮́𝘀 𝗰𝗼𝗹𝗼𝗿𝗶𝗱𝗮 𝗱...