A Love You Will Die For [Vol. 1] ⋆ Kookv & Vmin

Capítulo 10

*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 10. Razas enfrentadas

Habían pasado toda la noche en la tienda de campaña. Taehyung se despertó bajo la manta nórdica, con alguien cálido encaramado a su espalda. Jimin era generalmente tibio, pero cuando pasaban demasiado tiempo sin tocarse, sus manos parecían frías hasta que le transmitía su temperatura. Lo mismo con su espalda esa mañana; él mantenía el calor de Taehyung y volvía todo más reconfortante.

Por la noche, conversaron hasta tarde, hasta que Taehyung se quedó dormido —Jimin se mantuvo más quieto que de costumbre por él—, y un rato después de despertar, salieron de la tienda para estirar las piernas, recoger sus cosas y pasear tranquilamente de vuelta a Shadowfell. Caminaban por el campo, por zonas boscosas llenas de helechos, coníferas y álamos, sorteando las rocas y ramas tumbadas. Eventualmente, Taehyung soltó la mano de Jimin. Su respiración era más errática debido a la caminata que al compañero no parecía ni mínimamente afectarle.

—Por allí hay una ladera rocosa —le decía Jimin.

—Ah, ¿sí? ¿Ya has estado por aquí?

—Claro. Uhm, y no estamos tan lejos de Shadowfell —prosiguió—. Mira, este es el roble de antes.

Taehyung lo toco con una mano, reconociéndolo. Continuó caminando tras él. Estaban a cien o doscientos metros del pueblo, y casi podía ver la linde del bosque esclarecer mientras la pendiente bajaba ligeramente.

—En realidad, orientarse en los bosques no es tan difícil —le decía Jimin—. El olor siempre es clave; cuándo huele más a savia o a hojas muertas. Cuándo es más húmedo por los arroyos cercanos o más seco por las alas rocosas.

—Dilo por ti. Se supone que tienes olfato de lince —agregó Taehyung.

Sus botas se escurrieron súbitamente en el siguiente paso. Un pie se le fue de largo y el otro trató de agarrarse, pero el musgo cedió y Taehyung cayó de bruces al suelo. Jimin se percató instantáneamente, y no tardó ni miedo segundo en encontrarse acuclillado a su lado.

—Eh, pequeño patoso, ¿estás bien? —le preguntó con dulzura.

—Ouch. S-Soy un torpe —respiró Taehyung.

—No tenías que haberme soltado.

Tae se llevó la mano a la rodilla. El pantalón se había rajado y ahora se manchaba por un rastro de sangre, que fluía bajo la piel levantada. Jimin le estaba apartando los dedos, cuando su olfato lo captó como el de un sabueso. Sus ojos se encendieron inmediatamente, como si alguien prendiera una cerilla. Vislumbrar el rastro de sangre en su rodilla, provocó que se impulsara hacia atrás con un brusco salto.

Taehyung brincó en el suelo, se tapó la herida con ambas manos, cayendo en la cuenta de lo peligroso que era y le miró con un rostro nublándose por las dudas. Era lo peor que podía suceder. Lejos de casa, herido, y con un novio vampiro con problemas de control.

—Maldición. J-Joder —escupió Jimin con otro tono.

—Dios. Dios, lo siento —jadeó Taehyung—. Lo siento, Jimin.

Jimin le miraba con los ojos ensombreciéndose. Desvió el rostro y se tapó la boca y nariz con una mano, tratando de entorpecer el latigazo de sus sentidos. Era tan tenebroso recordar que la sangre de Taehyung olía tan dulce. Estaban en su hábitat, en un lugar primitivamente solitario. Un depredador y él. Perfecto para iniciar una persecución, para clavarle los colmillos y desgarrarle, tal y como...