A Love You Will Die For [Vol. 1] ⋆ Kookv & Vmin

Capítulo 4

*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 4. Hermanos de Sangre

El silencio era pesado, increpante. Un montón de recuerdos, de sensaciones desagradables se precipitaron en su cabeza como en una película de carrete muda.

—¿Qué haces aquí? —exigió Jimin.

Jungkook atravesó el umbral de la casa y pasó por su lado, rozándole el hombro.

—No podía perderme tu primer día de clase —pretendió ser encantador.

Jimin siguió sus pasos por la casa, hasta la vitrina del salón donde se encontraban las viejas botellas de licor.

—¿Es que has olvidado tus modales, Greg? —formuló Jungkook alzando el mentón.

—Tío Jungkook —saludó.

Gregory estaba a un lado, tan sorprendido como paralizado. Jimin le hizo un gesto con la cabeza para que se marchara, y el hombre no se resistió a hacerlo. Prefería no meterse entre dos vampiros hermanos. Reclamarle a Jimin era relativamente razonable, pero Jungkook... Jungkook era peligroso...

—Has cambiado de color de pelo —comentó Jungkook sirviéndose una copa—. Me gusta.

—Han pasado veinte años.

—¿Recuerdas cuando los dos estábamos rubios en los dos mil? —le preguntó por encima del hombro—. Qué bien nos sentaban las modas.

—¿Por qué estás aquí? —repitió con un tono más exigente.

Jungkook se volvió con la copa en la mano y una sonrisa perversa.

—Echaba de menos a mi hermanito —mintió.

—No te gustan los pueblos pequeños. Aquí no hay nada que te entretenga.

—Encontraré un nuevo hobbie yo mismo.

—¿Sabes? Se te ha escapado uno —Jimin cruzaba los brazos—. El tal Smith, ¿Qué? ¿Ha sabido esconderse en el bosque antes de que lo atrapases? Muy torpe por tu parte.

—Digamos que he enviado un mensaje —sintetizó Jungkook—. Esa es mi paloma mensajera. Y cuando regrese a casa, si es que lo hace, será para hacer las maletas y huir toda su vida, pensando en que todavía voy tras él.

—¿Por qué mataste al otro? —el menor afinó su mirada—. ¿Diversión? ¿Otro de tus juegos?

—Digamos que un poco de todo. Si te contara la historia completa, esta noche serían puras carcajadas —ironizaba—. Podríamos reírnos hasta el amanecer.

—Por qué... estás... aquí —repitió Jimin por última vez.

Jungkook apoyó un codo en un mueble, se tomó un trago de licor y luego dejó el bonito vaso de vidrio a un lado.

—Podría preguntarte lo mismo a ti —dijo, aproximándose al menor—. Pero sé que podríamos resumir tu respuesta en una sola palabra: Taehyung Kim. Qué casualidad que tenga la misma cara que Sui. Algo me dice que no te has recuperado de lo que pasó.

—Taehyung es inocente. Déjale en paz.

—Oh, desconozco hasta qué punto lo es. ¿Pero sabes para lo que sí vengo? Para hacerte la vida imposible —reveló con maldad—. Por cierto, ¿Cuándo fue la última vez que tomaste algo más fuerte que una ardilla?