A Love You Will Die For [Vol. 1] ⋆ Kookv & Vmin

Capítulo 15

*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 15. Nueva York

Jungkook no podía dejar de darle vueltas a la cabeza. «Dos espadas cruzadas. Dos espadas cruzadas». Había estado muy poco tiempo en Nueva York, pero estaba seguro de que lo había visto en algún lado. La gran ciudad era un nido criaturas de sobrenaturales, vampiros, brujas y cambiaformas. Y ese maldito símbolo, el mismo que el del anillo de Joon Kim, lo había visto. Él tenía buena memoria fotográfica. Conocía el mundo de la noche y sus entresijos. Pero allí estaba, apoyado contra el coche, cruzado de brazos y observando a un puñado de adolescentes mamarrachos saliendo del High Elementary School a media tarde. Lo cierto era que estaba allí, porque le había echado un ojo a Dave Trench, por si él era el papanatas que estaba amargando al pueblo. Pero le apetecía salir volando de Shadowfell (no literalmente), e ir directo a Nueva York para meter sus narices en algo más candente.

Jungkook chasqueó con la lengua. Tuvo que apartar mentalmente algo relevante, por otra cosa todavía más primordial. Pero su vista periférica, de repente detectó a Taehyung Kim saliendo por la puerta, junto a la chiquilla bruja de ojos verdes.

Sus sentidos se posaron en él inevitablemente. La viva imagen de Sui, si bien sus mejillas eran más gruesas y el rostro un poco más redondeado. Su forma de vestir no era tan sexy y estilosa como lo fue la de Sui. Y el cabello, en lugar de negro y rizado, era lacio y de un castaño oscuro como el chocolate, que Jungkook se había dicho en varias ocasiones que no le gustaba tanto. Sin embargo, ahí estaba. Retenido por su propio ser, mientras sus ojos negros se devoraban esas piernas largas. Esos bonitos ojos azules que le torturaban el alma, y una sonrisa más brillante de lo que jamás vio en Sui (eso último, era un gran secreto).

El recelo de Jungkook trazó un fugaz plan maestro, a la vista de que su hermano no andaba por ningún lado.

—Luego te escribo —dijo Ray, despidiéndose de su amigo.

—Hasta luego, Ray —contestó Taehyung.

—¡Adiós!

Los chicos se separaron a la vuelta del instituto. Taehyung se agachó para atarse una bota, y de paso se recolocó la bandolera de cuero que colgaba de un hombro. Iba en dirección al párking un poco más tarde de lo común, ya que se había detenido a hablar con una profesora junto a Rayna, justo después del timbrazo de salida.

No obstante, conforme iba en dirección a su coche, notó algo muy raro. Rarísimo. La piel se le erizó, y estuvo a punto de gritar cuando alguien le agarró por detrás. Era alto, esbelto, y de músculo firme. Le agarró por la cintura con un brazo y le tapó la boca con la otra mano.

—Premio, has sido seleccionado para un viaje a Nueva York en primera fila —le dijo una voz conocida tras la oreja.

Taehyung levantó la cabeza por encima de su hombro y estuvo a punto de gritar.

—N-No, ¡no, no! ¡Yo no he hecho nad... nada...!

Jungkook trató de agarrarle para aclararle que, en realidad, hoy era su día de suerte. Pero ante su increíble escándalo y su forma de resistirse, no tuvo más remedio que echárselo a un hombro como un saco de papas. Taehyung le pateó, le gritó, y finalmente se rindió, mientras Jungkook le metía en su coche.

Un secuestro a plena hora del día, por un vampiro diurno. Quién lo diría.

El trasero de Taehyung se posó en el asiento de copiloto, y Jungkook le cerró la puerta ante las narices. Rodeó el auto en unas décimas de segundo, y tan pronto como entró, cerró el bloqueo para que no escapase. Ya estaba arrancando el motor, como si aquello fuera pan de cada día.