El culpable del error

Capítulo cuatro

4 | Recuerdos de algo que no funcionó.

And that's the thing about illicit affairs
And clandestine meetings.
—Illicit affairs, Taylor Swift.

Sábado, 20 de noviembre, 2021.

7:30pm

DELANEY

Jamás me ha gustado sentirme sola, disfrutaba pasar tiempo alejada del mundo y simplemente concentrándome en mí, pero jamás he sabido cómo lidiar con la soledad.

Desde que la policía llegó a la clínica, no he podido parar de pensar, mi corazón late más fuerte y más rápido que nunca, necesito respuestas.

Al menos mamá pudo entrar, aunque no salió una sola palabra de su boca, ella acarició mi cabello y lloró hasta que no pudo más. Fue algo frustrante no poder abrir los ojos y decirle que ahí estaba yo y que seguía siendo su hija, la misma de siempre, pero me consuela haberla visto.

¿Mi estado actual? No lo sé, la máquina suena cada vez más despacio y escuché a algunas enfermeras decir que las heridas de mi rostro cada vez empeoran más, ellas no creen que pueda sobrevivir, nadie lo cree.

Y yo estoy empezando a cansarme de escuchar a todos hablar sobre la pobre y desgraciada chica que está en una cama sin poder respirar por sí misma y mucho menos abrir los ojos. Solo necesito un descanso.

Mi vista está en mi conejo, ojalá pudiera tocarlo, cuando era niña, sentía que ese era mi amuleto, me hacía sentir bien.

La puerta de la habitación se abre después de un tiempo, ya oscureció afuera... La noche también tiene sus beneficios, me hace sentir bien.

—Esto es extraño —murmura uno de ellos, el más alegre, el simpático. Dylan.

—¿Venir a una clínica? Pensé que estabas acostumbrado, digo, por todos los golpes que has tenido en la cabeza —y él, el amargado, pero preocupado. Thomas.

—¿Decides tener sentido del humor ahora, hermano? —Dylan se mantiene alejado, apoyándose en el sofá que está junto a la puerta.

Mientras tanto Thomas, a paso demasiado lento pero decidido se acerca a la camilla. Me pregunto si ellos están enterados de lo que ocurrió hace un rato, seguro que sí.

—¿Cómo la chiquilla más cuidadosa y atenta que conozco termina así?

—Porque también es terriblemente insoportable, además, algunos lo llamarían karma —Thomas está dolido y no reprime sus sentimientos ahora, pero Dylan no tiene ningún problema en ignorar el dolor en su pecho que puedo sentir mientras hace bromas; presiento que esto no va a terminar bien.

—Eres insufrible, Dylan. ¿Ves por qué quería venir solo?

Dylan suspira de forma pesada, acercándose a su hermano mayor.

—Estoy tratando de no pensar en que podemos perder a Delaney, ¿Sí? Porque intento ser positivo, pero la realidad es más pesada, Thomas, no estoy preparado para dejarla ir —su voz se quiebra y Thomas se apresura a abrazarlo, pero él se aleja y huye de la habitación como si esta lo consumiera.

Thomas revuelve su cabello, como si eso ayudara en algo, pero sé que es solo su manera de intentar no sentir estrés y colapsar.

—Debe haber una manera de resolver esto, porque no estoy dejando que todos tus amigos y tu familia tengan que pasar por esto —suspira y toma mi mano, su muñeca junto a la mía y no puedo evitar recordarnos hace un par de años.

Recuerdo haber escuchado hablar a los hermanos Solari durante días sobre hacerse un tatuaje juntos, hasta que finalmente lo hicieron.

Me obligaron a acompañarlos y recuerdo haber pensado que esperaba poder hacer eso con alguien más algún día, aunque me gustaba ser hija única.