CAPÍTULO 11

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Noah

-Si no queréis que la mate, soltad las armas.

-Señor, tengo uno a tiro. Espero tu señal.

-No podemos disparar, ¡la va a matar! -grito con desesperación.

Veo como Sarah me mira, con miedo y a la vez con furia. Esto no puede acabar así.

Al mirar a sus hombres, veo a Isaac. Tiene un arma escondida y está detrás de Mauricio. Observo como la levanta lentamente y le apunta a la cabeza.

Veo que dice algo, pero no logro escucharlo.

-Avanzad, es el momento de rodearlos -dice Arturo a sus hombres.

A Mauricio le ha cambiado la cara completamente. Está acorralado y no sabe cómo solucionarlo. Tira a Sarah al suelo con fuerza. Puedo ver como le empieza a sangrar el labio.

Levanto el arma y apunto hacia él,

¡VENGA, DISPARA! -grita Mauricio mirándome con furia.

-Noah, no hagas ninguna tontería. No tienen escapatoria. -me dice Arturo.

-Vienen hacia aquí los militares. - comunica Arturo por el megáfono.

Al dar esa notícia Mauricio hace una señal a sus hombres para que bajen las armas.

-Ya está. -grita Mauricio.

Sonrío al darme cuenta de que esto ya se ha acabado.

-¡No! -grita Jorge al ver que Mauricio ha matado a Isaac.

Me quedo paralizado, él no se merecía todo esto.

-Esto por traicionarme. -dice Mauricio mientras se desangra Isacc en sus pies. -Me habéis pillado, pero os aseguro que no pisaré la cárcel.

Al decir esas palabras, vuelve a levantar el arma y se pega un tiro en la cabeza.

Corro hacia Sarah y le ayudo a levantarse del suelo.

-¿Cómo estás? ¿Te ha hecho daño?

-Has venido... -murmura mirándome a los ojos.

-Te prometí que se acabaría todo.

Ella me abraza con fuerza y se pone a sollozar en mi hombro.

-Quiero irme de aquí...

-Claro.

Miro a Arturo para darle las gracias.

-Necesito a hombres como tú, llámame si te interesa. Os podéis ir en mi coche, Jorge os llevará.

-Muchas gracias por todo inspector.

-Se acabó Sarah... -digo dándole un beso en la cabeza.

Al ver que no contesta la miro preocupado.

-¿Sarah? ¡Mierda! Hay que llevarla a un hospital. Se ha desmayado.

-Súbela al coche, no hay tiempo que perder.

Dos horas más tarde...

-Me has asustado, ¿cómo te encuentras? -le pregunto cogiéndole de la mano.

-Mejor. -dice sonriendo

-No me creo que ya estés aquí, conmigo.

-Yo tampoco, ha sido...

-Tienes que descansar. He intentado que no sea así, pero vendrán a hacerte unas preguntas.

-Quiero verles. A mis amigos...

Todo vuelveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora