Cuando nuestro para siempre terminó - Minwon

Capítulo 4

Kim Mingyu

¿Por qué he vuelto?

Porque... porque... de alguna manera, tenía que ser parte de lo que yo llamaba hogar. No podía seguir haciendo esto, el esconderme, el huir.

Sin embargo, algo estaba muy mal con él. Me había estado tambaleando todo el día por haberlo visto antes. Dae apenas había podido conseguir una palabra de mí porque yo estaba muy distraído.

Me preguntaba si mi corazón se había alojado permanentemente en mi garganta.

Mirando a Wonwoo ahora, todos mis instintos protectores volvieron como si nunca se hubieran ido. Físicamente, él había sido capaz de mantenerse por sí mismo y algo más. Pocos se atrevieron a joderlo cuando éramos jóvenes. El corazón que llevaba en la manga era otra historia, y pude ver que estaba sufriendo como un hijo de puta.

Había cambiado mucho. No podía llamarlo piel y huesos, pero no estaba muy lejos. Su frente estaba arrugada por la preocupación, sus pálidos ojos estaban acompañados de sombras, y no llevaba barba porque estaba de moda. Había dejado de afeitarse por alguna otra razón.

Se suponía que yo era el bastardo descuidado. Él era el tipo de las camisas de Oxford.

Volví aquí porque esto era casa, y para hacer las paces, pero eso salió volando por la ventana. Necesitaba saber qué le pasaba.

-Soy el nuevo Keeper. -Tiré por ahí para ver si podía hacer que hablara.

-Me imaginé, que tal que te quedaras en Little y todo eso, -dijo arrastrando las palabras.

Sí, claro. -¿Recuerdas que hablé de ser...?

-Recuerdo casi todo lo de antes.

Justo en las tripas.

-Wonwoo. -Lo agarré del brazo y la forma en que se estremeció me hizo retroceder. -¿Qué carajo, hombre? -No era un maldito leproso. Sabía que la había cagado de verdad ese último verano pero tenía que considerar el hecho de que había sido un niño. Confundido, joven, cabreado y asustado hasta la médula.

-Wonwoo tiene un brillante futuro por delante. Lo sabes, ¿verdad?

Miré fijamente al Sr. C, el padre de Wonwoo, y esperaba que mi amigo bajara ya. -Sí, lo sé.

Salí de la memoria antes de que pudiera empeorar.

Wonwoo parpadeó rápidamente unas cuantas veces y mantuvo los ojos fijos en la isla principal. -Quiero saber qué crees que significa esto... tu regreso. Cuáles son tus planes, qué esperas, dónde encajo yo, etcétera.

Resoplé, me frustré y me pasé una mano por el pelo. -Mira, ¿podemos sentarnos y hablar? Siento que estás a un segundo de saltar.

-Me pondré en camino tan pronto como respondas a mis preguntas, - confirmó. Cuando se frotó la mandíbula, vi un anillo de bodas en su dedo, y me hizo apartar la mirada.

Sabía que era una posibilidad.

-Estás casado. -No sabía por qué tenía que decir esa mierda en voz alta. No necesitaba esa confirmación.

Me miró inquisitivamente, luego miró su anillo y asintió con la cabeza una vez. -Esposa, dos hijos, casa, todo el conjunto.

Qué perfecto Wonwoo. Apuesto a que sus padres estaban orgullosos. -Tiene sentido. -Y lo hizo, aunque las palabras sabían amargas. Nunca había tenido sentido que me plantara un beso esa noche. Ir a la universidad, conocer a una buena chica que sus padres aprobaran y formar una familia era lo suyo.