Capítulo 17

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Jeon Wonwoo

—Oye, me estoy concentrando. —Golpeé la mano de Mingyu antes de que pudiera aflojar la toalla alrededor de mis caderas. —¿Quieres que queme la comida?

Como si no estuviera ya luchando suficiente.

Volteé las hamburguesas y pinché una, sin tener idea de cómo saber si estaba lista. Hubiera sido más fácil si hubiera tenido una parrilla. Hacía tiempo que había memorizado cuántos minutos se necesitaban para cada lado, pero era diferente en una estufa.

—No puedes culparme por querer llenarme de ti antes de irme. —Me besó en el hombro, sus labios se mantuvieron firmes porque asumí que estaba revisando las hamburguesas por mí. Nadie confiaba en mí en la cocina. —Debí haber dejado caer el jabón en la ducha. —Me reí entre dientes.

—¿Cuándo tienes que volver?

—Me imagino que alrededor de las siete. Le dije a Dae que estaría en casa con la cena. — Rastreó el borde de mi toalla con sus dedos. —¿Te importa si se lo digo?

—¿Te refieres a confirmar lo que ya piensa? —Sonreí irónicamente, sabiendo que sería lo mismo con ShinWoo. —No, no me importa. —Revisé las hamburguesas antes de enfrentarlo. —También se lo diré a ShinWoo. Hyori... esperaré un poco allí. Si surge, surge, pero su mundo ya se ha puesto patas arriba.

—Seguro —murmuró. —Y en el espíritu de ir despacio, estaba pensando que no hay necesidad de decírselo a tus padres por... no sé, ¿tal vez veinte años?

Sonreí. La verdad era que estaba tan resentido con mis padres que me importaba un bledo cómo reaccionarían. —Cuando se enteren, no importa lo que digan.

—Si tú lo dices. —Señaló la estufa. —Después de cocinar algo, apagas el fuego.

Sabelotodo.

Tomamos nuestra comida junto con los aperitivos y dos cervezas, y nos sentamos en el sofá de la sala de estar. Tomé mis medicinas mientras él encontraba algo en la televisión, y tuve la sensación de que lo vería a él más que a cualquier programa que terminara eligiendo.

A pesar de una siesta y una larga ducha, todavía podía sentirlo en mi piel desde antes, y aún no había procesado los recuerdos. Me asaltaban cada vez que lo miraba, trayéndome calor a la cara y chispas de deseo al estómago.

Esto estaba sucediendo. Supuse que una gran parte de mí iba a necesitar tiempo para dejarlo pasar. Tener a Mingyu como más que un amigo sólo había sido un sueño imposible.

—Me gusta esto, por cierto. —Me tocó la barbilla brevemente. —La has recortado.

Resoplé en voz baja y vertí un poco de ketchup en mi hamburguesa.

—ShinWoo me informó amablemente que antes parecía un vagabundo.

Mingyu se rio y se inclinó sobre su plato para comer su hamburguesa.

—Chico listo.

Me sonreí a mí mismo mientras comía, sintiéndome un poco ridículo. Esto importaba, sin embargo. Iban a ser días largos y espantosos en los que me concentraría en recomponer mi vida y no podría verlo, así que el poder entrar a hurtadillas en momentos en los que podíamos ser una pareja significaba mucho para mí. Me deleitaba con las cosas más simples sólo porque estaba con él.

Finalmente. Por fin, por fin, por fin.

Mi mejor amigo, el chico del que había estado perdidamente enamorado... El engreído que me dio una voz y dijo que yo era suficiente.

Cuando nuestro para siempre terminó - MinwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora