Capítulo 11

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11
No, no, no y no. Joder. Puta vida ¿Por qué se empleaban en joderme a mi entre tantos seres humanos? ¿Qué coño le hice universo? Nada, he sido un ángel, incluso medito dos horas a la semana entonces ¿Por qué me joden a mi? 
— Papá no es ...
— Si es — interviene mi madre — Nuestra hija tiene novio Roberto ¡Novio! — exclama.
¿Eso era alegría?
— Ya he oído, pero si es una niña.
Y dale.
— ¡No lo soy! — grité 
— Mañana haremos cena familia — volvió a exclamar mi madre. 
— Oh si, yo saber cocinar — hablo alguien y me giro para ver quien es aunque no es necesario porque con oír el acento ya me hago una idea.
Aullin estaba ahí en ¿tanga? Mi tanga de unicornios.  Lo mato. Lo mato. A mi padre se le cae la mandíbula, a mi se me cae la mandíbula y mi madre está ahí, sonriéndole al hombre.
— ¿Este quién es? — Habla al fin mi padre — ¿Qué pinta aquí?
— Pinta mucho, es mi novio — anuncia para el.
El abre los ojos como platos.
<< Mira con ese misma expresión me quede yo >>
— Emilia — él es quien da bocanadas de aire, parece que el aire no le llega a los pulmones — Es broma ¿verdad? 
— No lo es — digo.
— Dios santo bendito.
— Eh, estábamos hablando de la niña y su novio.
Mi padre parece acordarse y vuelve a cambiar su expresión de confusión a furia.
— Señorita, usted no tiene edad para eso.
— Pero que coño te piensas ¿Qué tengo tres putos años? No, para tu sorpresa no los tengo.
— ¿Y? Sigues siendo pequeña — él no entraba en razon
— Lo qué digan — dijo mi madre y termino callándonos a él y a mi — Mañana haremos un almuerzo familiar. 
¿No era cena?
— Puedes traer a Amanda — dijo mi madre sonriendo.

¿Habían discutido? Oh, si lo habían hecho, un poco más y los vecinos nos denuncian. Menos mal que mi madre se apaciguó y dejo de pelearle.
  Tenía un problema enorme. La cena o el almuerzo yo que se , yo había dicho que él era mi novio y pues ... no lo era.
Klaus <3 : Stalker.
Yo : Dime.
Klaus <3 : ¿Eres tu?

¿A este qué bicho le pico?
Yo : No, soy un alma en pena que vaga por el cuarto de Valeria y tiene su teléfono.
Klaus <3 : Si, eres tú
Yo : No me cuentes.

Pongo los ojos en blanco y él tarda en responder.¿Me está dejando en entregado? ¿Con quién estará hablando?
Klaus <3: ¿Qué haces? 
  Tecleo algo pero me arrepiento, definitivamente no le iba a decir que solo hablaba con el.
Yo : Nada.
Yo : ¿Y tu?
Klaus<3 : Igual.

¿Qué le digo? ¿Qué me aburro ¿Qué carajos hago para seguir conversación?
Klaus <3 : ¿Qué pasó?
Yo : ¿Eh? 
Klaus <3 : Cuando nos despedíamos, casi huiste.

  Dudo pero termino explicándole lo qué pasó pero él me responde con un "ok" y yo le pongo una carita, las dos palomitas azules anuncian el visto. La curiosidad me puede y vuelvo a escribirle.
Yo : ¿Qué pasa?
Klaus <3 : Nada.
Yo : Dime.
Klaus : ¿Te avergüenzas de estar conmigo?

¿Estar? Mi ansiedad y yo necesitábamos que definiese mejor el término de "nosotros" 
Yo : Claro que no.
Klaus <3 : Entonces no entiendo.
Yo : Es que explicarle a mi madre y a mi padre que estoy con alguien mayor que yo sería complicado.
Klaus <3 : Ah ya.
Yo : Pero de todos modos se entero.

  Él me deja unos segundos en visto y supongo que está procesando la información. 
Klaus : Oh ¿Qué le dijiste?
Yo: Que eras mi novio.

  Él me deja en visto y empiezo a creer que no va a escribir así que vuelvo a hacerlo
Yo : Sé que no lo eres, tranquilo pero no se me ocurrió otra cosa.
Klaus <3 : No pasa nada, supongo.
Yo : Y bueno ... te invitaron a comer.
Klaus <3 : Ahhhh.
Eso es un no ¿ verdad ?
Yo : No tienes que venir si no quieres...
Klaus <3 : Quiero ir.
Yo : Vale.

Esa había sido mi gran respuesta un gran "vale" que por supuesto él había dejado en visto. Luego me había preguntado la hora del almuerzo y se la había dicho, era a las 3. En estos momentos eran la una y media, yo seguía frente al armario pensando seriamente qué ponerme. Descartó las faldas y pantalones, supongo que lo mejor sería un vestido color azul cielo que tenía sin estrenar.
— ¿A qué hora vendrán?
— Mamá el almuerzo es a las tres. — digo mientras pongo los ojos en blanco — No te impacientes.
  Digamos que mi mamá a estado un poco ¿Ansiosa? por decirlo de algún modo, ya esta era la cuarta vez que preguntaba por Klaus.
— Cierto, pero tu padre debería estar aquí y él también.
— Aún falta — vuelvo a decir.
— Uy si, cantidad — el sarcasmo le salía tan natural que a veces pensaba que era su lenguaje natal.
  Me pongo el vestido frente al espejo en lo que ella revisa su teléfono. No me queda mal, de echo se me ven curvas con este pero no termina de convencerme.
— Déjatelo — ordena.
— ¿Eh?
Mi madre había dado un gran salto.
—  El vestido, te vi con toda la intención de quitártelo — me dice.
— Es que no me convence
— Te ves preciosa — me sonríe recogiéndome un mechón de pelo tras la oreja.
— Tu siempre me ves preciosa mamá.
— Eso no es cierto, ese corte de pelo no me gusta.
  Y era real mi mamá había demostrado cierto desagrado por el hecho de que me cortase mi gran cabello que me llegaba más abajo de los hombros.
— Verdad.
— Tu papá se va a enojar por ese vestido. — la veo sonreír malignamente.
  Mi mamá a veces decía que exageraba pero ella había presenciado algunos de los regalos que mi padre me había hecho y pues como que no estaba muy de acuerdo con su manera de tratarme.
  Siento un sonido que reconozco al instante, el timbre de la casa. Me pongo a rezar para que mi padre no asista a la cena pero cuando abro y veo a Klaus vestido con una camisa color blanca con los primeros tres botones desabrochados y unos pantalones color negro.
— Hola — digo intentando no tartamudear.
— ¿Quieres dejar de morderte el labio? — pregunta y yo lo suelto ni siquiera tenía idea de que lo hacía y el se acerca más a mi oído  — No creo que a tu mamá le agrade mucho que te esté besando en la puerta. 
  Yo asiento incapaz de articular una palabra ¿Por qué  me habla de esa manera tan cautivadora? 
— ¿Vas a pasar?
  El asiente y pasa seguro de sí mismo. Dios mío ¿Por qué se ve tan sexy? Juro que esta muy bueno.
— Supongo que eres Klaus.
  Mi mamá sale de la habitación emocionada. Puedo jurar que le brillan los ojos ¿Eso era normal?
— Supone bien ... — Klaus deja la frase suspendida en el aire esperando algo
— Pero ¡serás mala agradecida!— suelta ella.
¿Ahora qué hice?
— ¿Cómo es que no le has dicho mi nombre a este hombre? — protesta.
  Pone los ojos en blanco y veo a Klaus sonreír. Cabronazo.
— Emilia cielo, soy Emilia.

  Luego de una presentación mi mamá casi rapto a Klaus y se lo llevo a la cocina, yo estaba en la sala con Aullin esperando a mi padre, El tipo por lo menos esta vez estaba vestido con un traje color blanco que le resaltaba la tez oscura.
— ¿Qué hacer nosotros aquí? — pregunta con su pésima pronunciación del español.
  Aullin no sabía hablar español o al menos no lo hacía fluidamente.
— Hacemos, se dice hacemos — le rectifico y él asiente — Y estamos esperando a mi padre — Le informe y él tiene la cara de "Quién coño es ese" — El señor de poco pelo qué estaba aquí ayer por la tarde — aclare antes de que preguntase.
  El parece que recuerda y sonríe.
— El calvo.
  Calvo. Reprimo una risa, ojalá no se le ocurra decirle eso a mi padre ya que su escaso pelo siempre ha sido el motivo de sus depresiones.
— Ese ese — le digo.
  Toc toc. La puerta, seguro que era mi padre, él normalmente no tocaba el timbre, estaba un poco en contra de las tecnologías.
— ¡Holaa! — exclame al ver al hombre qué hay parado frente a mi con su mujer de cabello castaño.
— ¿Y tu noviecito? —puedo notar cierto tono despectivo en su voz.
— Con mamá — le informo — papá no lo mates — pido casi implorando.
— Pero ¿por quién me has tomado? — pregunta azorado.
— Por mi padre — digo sonriendo y él pone los ojos en blanco.
— Entonces que comience esto.

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