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" Yo no quería eso, pero me sucedió. Y las cosas no pueden ser cambiadas, o al menos no conozco a alguien que lo allá hecho. "

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Lo sabía, ella no pertenecía a este lugar, o por lo menos, a la vida en la ciudad. Ella, una simple campesina de Osaka ¿qué podría hacer en una ciudad donde todo era demaciado moderno y tecnológico para sus ojos?

La primera vez que llegó se quedo sumamente impresionada por todos los edificios, las calles, aunque demaciadas trancitadas para su gusto.

Sakura lo sabía, este no era su lugar, pero lo intentó, ella realmente lo intentó.

Sus trabajos alcanzaban remotamente para sus materiales de la carrera y para su arrento del pequeño departamento en el que vivía, y en el que solamente llegaba a dormir.

Respirando aquel aire que en situaciones llegaba a sofocarla, prefería el olor a tierra húmeda y a los verdes árboles de su tierra natal. No disfrutar de esos lugares aquí en la ciudad le resultaba complicado, y más aún teniendo un horario así de aguitado.

Lo había visto entrar en el café donde trabajaba, era raro, ella conocía a todos los que iban al lugar, nunca salia de la monotonía. Sin embargo no le prestó atención a semejante situación. Después de todo era bueno para el negocio, además ese hombre de cabellera azabache, que caía en una cascada, le causaba curiosidad.

No solo por ser un cliente nuevo, si no por su visita al lugar todos los días, siguiendo un patrón exapto de una hora y media, donde pedía su regular Café y luego se quedaba revisando su telefono el resto del tiempo. Intercambiando algunas miradas con ella pero sin interactuar más de lo conveniente, manteniéndose a raya en todo momento.

Haruno lo observaba cada que se acercaba con su pedido, un café late sin crema y con poca azucar. Siempre era el mismo. Sus penetrantes ojos negros eran cautivadores para cualquiera de sus amigas y compañeras de trabajo. Ella sólo soltaba un suspiró pesado al verlas apiladas en la mesa de recepción. Pero tampoco las criticaria, después de todo era mujer y tenía ojos, no era ciega. Vamos, el joven si era guapo, pero ella estaba más concentrada en su carrera, no se había alejado de su hogar para conseguir una pareja o distraerse de su meta.

Al llegar las nueve de la noche salió del establecimiento, sus largós cabellos caía sobre su espalda, estrujo contra su pecho su cartera y acomodó su abrigo, era noviembre y hacía mucho frío por las noches. Caminó tranquila hasta la parada de autobuses, el último pasaría a las nueve con quince y sakura podía llegar justo a tiempo.

Pasó por varios callejones, no le aterraba, después de todo ya había pasado por esos lugares durante seis largos meses. Sin embargo un escalofrío la recorrió al pasar un callejón en particular, este estaba oscuro en su totalidad y cubierto por una espeza nuve de niebla.

No pasa nada, sakura... solo es el clima

Se recordo en un vago intento de alejar los malos pensamientos.

¿Esᴛᴀ Bɪᴇɴ? ➤𝑻𝒐𝒌𝒚𝒐 𝑹𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔. ❝𝗛𝗔𝗥𝗘𝗠 ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora