Dabi
– Esto va a tardar en quitarse – mientras miraba las salpicaduras de sangre en mi chaqueta tras haber completado lo que se me ordenó. Poco después, incineré los cuerpos hasta volverlos cenizas, al tiempo en que añadía otra quemadura a mí ya amplia colección.
"El villano Stain vuelve a causar estragos en el centro de la ciudad..."La voz de una presentadora de noticias atrajo mi atención. Me escabullí hasta uno de los callejones más próximos a la gran pantalla en la plaza principal.
Desde hace un tiempo había estado escuchando acerca de este asesino de héroes, que, hasta ahora, llevaba la cifra de 23 fuera de combate. Entre las paredes del submundo se rumoreaba acerca de la ideología de este tipo: eliminar a todos aquellos que se llaman héroes solo por el hecho de darse a conocer y ser admirados como tal. Tras escuchar eso, debo admitir que pude identificar a varios con ese mismo perfil.
A medida que sus hazañas eran reportadas, más interés mostraba en sus ideales de erradicar el sistema social de héroes vacíos ansiosos de fama y reconocimiento. ¿Qué un héroe no debe combatir por el bien común? No son más que unos hipócritas; falsos héroes.
Fue la noche en la que supe que fue apresado cuando me vi motivado a preservar sus ideales. Sabiendo que no podría desprenderme tan fácil de los yakuzas que me habían acogido durante los últimos ocho años, debía tomar medidas más drásticas. No eran más que simples matones de alcantarilla con los que me alié en un momento oscuro de mi vida pasada, pero estaba más que harto de seguir sus órdenes.
– Llegas tarde. Tienes otra misión. – el tipo olía a ron y podredumbre. El intento de sala de reuniones era una cueva con poca ventilación, humedad y, como es de costumbre, lleno de ratas de distinto calibre, y no precisamente de las que se escabullen en los rincones de las alacenas.
– Me temo que no podré cumplirla. – colocándome al centro de la sala. El resto de matones comenzaban a adoptar posiciones ofensivas.
– No fue una sugerencia, sino una orden. ¿O acaso olvidas para quien trabajas? – su voz se agravó
– Ese es el detalle, nunca trabajé para ti, solo pasaba el tiempo – y antes de que pudieran atacarme, activé el plan que tenía pensado una vez me hartara de estar con ellos. Poco antes de entrar, había esparcido una sustancia altamente inflamable imperceptible en todo el edificio. Si bien la cantidad de oxígeno o sería suficiente para causar la combustión que quisiera, sería suficiente para convertirlos en cenizas.Al toque de mis manos en el suelo, una resplandeciente flama azul no hizo más que envolver los cuerpos casi inertes de quienes me tenían como objetivo.
Pero el más resistente de todos era el cabecilla, cuya piel era altamente gruesa, pero yo conocía su límite. Pese a que no parecía ceder ante el intenso calor, no se detuvo e intentó dispararme, sin éxito. Al ver que los refuerzos aumentaban, no tuve más opción que llevar mi poder hasta el límite. Concentré toda la energía de mi cuerpo, como había estado practicando en cada ejecución en la que había sido enviado y aumenté la temperatura de mis flamas a tope. Las llamas adquirieron un intenso color azul mientras la piel expuesta me ardía; no recordaba esta sensación desde hace mucho tiempo, debí haber alcanzado mi límite, pero si no lo hacía, estaría a merced de estos matones.
Luego de unos minutos que me debieron parecer horas, había quedado exhausto y casi me desplomo en el suelo. Y como si se tratara de una escena en cámara lenta, el jefe yakuza se abalanzó contra mí con una daga que le clavé en el pecho para verlo incendiarse desde adentro
– No te preocupes, en el infierno las llamas son menos intensas – el tipo era consumido en llamaradas que le azotaban en oleadas incansables mientras prácticamente me tambaleaba a la salida. Era cuestión de tiempo antes de que el incidente llamara la atención de estúpidos héroes, pero, si mis premoniciones eran correctas, no encontrarían más que cenizas una vez llegaran al lugar.Desde hace bastante tiempo, un tipo me había estado hablando de la Liga de los Villanos. Trabajar bajo las órdenes de otro imbécil no era uno de mis objetivos, pero uno de sus argumentos me hizo reconsiderarlo:
– Una vez aniquilen al símbolo de la paz, All Might, les dejara espacio libre para hacer lo que desean; para hacer lo que deseas – volví mi vista hacia el tipo que me miró complaciente.
– No estoy convencido del todo – aun sintiendo los estragos del último ataque
– En las condiciones en las que te encuentras, no sería idóneo que anduvieras solo - Extendiendo su mano hacia mí. – Confía en mí, eso no es más que solo el inicioEsa misma noche se unió a nosotros una detestable colegiala que no dejaba de actuar de forma infantil. Ahora cualquier puberto se creía transgresor.
Nos condujo hacia una taberna, donde se encontraba un grupo de seres bastante simplones, salvo por una lagartija en el fondo, la masa de humo violeta detrás de la barra y un tipo canoso y escuálido cubierto de manos. Parecían miembros de un circo y no una organización criminal.
– Estos son los dos de los que te hablé, Kurogiri. Quiero mi paga. – Comentó nuestra escolta recostándose en la barra.
- Preséntense – ordenó el tipo con una mano en el rostro y voz rasposa. Debería ser menor de 20 años.
- Soy Himiko Toga – las mangas de su abrigo tenían notables manchones rojizos
– No estoy del todo seguro de las motivaciones de esta liga y mucho menos después de traer a esta desquiciada aquí - espeté
– Al menos ella se presentó, ¿cuál es tu nombre? – preguntó
– Lo revelaré en el momento indicado. Pero mi nombre es lo de menos, estoy aquí para hacer la voluntad de Stain – Es curioso que, pese a que la mano cubría su rostro, pude sentir la irritación escurrir de él.
– ¡Sí, quiero ser como Stain! – gritó la loca a mi costado y acto seguido el tipo que se hacía llamar líder se abalanzó contra nosotros, pero fuimos intervenidos por una especie de portales que desviaron nuestros ataques. El intento fallido del tipo lo motiva a retirarse.
– Por favor esperen una respuesta en los próximos días – nos exhorta el tipo, o lo que sea la masa de humo con traje de mayordomo, antes de retirarnos.Pocos días después fuimos citados para que nos fueran asignadas nuestros equipos para un ataque a unos... ¿estudiantes? ¿Qué tenían de especiales? Como sea, fui asignado como el líder de un grupo de idiotas, en la que estaba la loca llamada Toga. Era cuestión de días para que el plan fuera puesto en marcha y demostrar si las acciones de este tipo Tomura tendrían algún sentido, una vez concluida la misión.
– ¿Cuáles son tus intenciones con esos pubertos? – el idiota no respondió y mis llamas empezaban a salir
– Son la próxima generación de héroes y hay al menos un prospecto que nos interesa: Katsuki Bakugou – respondió la mano derecha del enclenque, llamado Kurogiri – Su actitud y dones lo convierten en excelente candidato
– Quisiera también al hijo de Endeavor, Shoto Todoroki – la tensión en mi espalda me recordó que poseía espina dorsal
– ¿Crees que es una estrategia inteligente secuestrar al hijo del héroe número dos? No eres más que un idiota – él tipo se dirigía hacia mí con velocidad y yo apenas podía mantenerme en pie
– ¡Tiene razón, Tomura! – Kurogiri se interpuso entre ambos – Esto llamaría demasiado la atención de los héroes, y Endeavor no es un héroe cualquiera – ¿Héroe? De eso no estoy muy seguro. Ante la intervención el tipo desistió y yo me alejé de ambos circunspecto.Salí de aquel lugar en busca de un área desolada, me sentía claustrofóbico. Quizás involucrarme con esta bola de desquiciados sea justo el inicio de lo que por mucho he estado maquinando en el anonimato. El olor a tierra quemada llenó mis fosas nasales y antes de darme cuenta de lo que ocurría, el terreno donde me encontraba estaba carbonizado.
Mi cuerpo ardía, pero pese al dolor y las quemaduras, volvía a recuperar el conocimiento. Me dejé llevar de recuerdos dispersos y mi cuerpo reaccionó como mecanismo de defensa, ¿por qué no continuar?
En un grito profundo, liberé toda la energía acumulada en un estallido que devastó con la poca vegetación remanente y el peso que poco antes sentí ya era inexistente. Un picor insistente palpitaba en los trozos de piel quemada de mi cuerpo, sin embargo, era incluso satisfactorio; un incentivo persistente que me recordaba la razón de unirme a esta liga de idiotas y los planes que me ayudarían a materializar.
La luna nueva se cernía sobre mi cabeza, oscura y lúgubre, como augurio del mismo destino que padecería todo autoproclamado héroe.
La tensión en mi rostro me tomó desprevenido con la curvatura ascendente de mis labios. Tenía tiempo que no me sentía tan emocionado por algo.
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Inconveniente Complicidad
Hayran KurguQuizás debió desistir en cuanto supe su secreto, pero me fue imposible resistirme a tenerlo bajo mi control y, aunque no lo quiera admitir, no fui el único en disfrutarlo. El clásico EnemiesToLovers ♥ que siempre seduce y que atrapará hasta el más...