10. Preludio del acto final

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Dabi

La primera dosis tuvo menor duración, pero sus efectos fueron bastante prometedores como para convencer al fetichista de manos de que quizás no sería un caso perdido, así que, ¿por qué no seguir haciendo más pruebas?

El ataque a la UJS debió tener a alguien más como objetivo, sin embargo, los resultados han sido tan satisfactorios hasta el momento, que no será más que cuestión de tiempo para que el margen de error sea cada vez menor y que el número de aliados sea cada vez mayor.

– ¿Por qué tengo que venir si ya está bajo nuestro control? – se quejaba la chupasangre mientras nos hacíamos pasos entre los callejones de los suburbios
– Solo haz lo mejor que sabes hacer y atráelo como de costumbre – ordené una vez la luz de la lámpara lo hizo visible en nuestro campo visual. Chistó antes de convertirse en una voluptuosa figura que haría a cualquier puberto babear.

Inspirado por un documental de vida silvestre (considerando que sería difícil imaginar que bajo tanta resequedad habría un amante de la naturaleza), y gracias a las convenientes habilidades de Giran para cerrar, o más bien, disponer de cualquiera que ya no le sea útil, Shigaraki nos sorprendió a todos con la noticia de que había conseguido crear, en conjunto con un científico cuya identidad se reservó, un componente capaz de convertir a su hospedero en un parásito, consumiendo lentamente la conciencia de éste, hasta convertirlo en un esclavo a disposición de quien pronuncie las palabras clave.

Sin embargo, viendo los prometedores resultados del primer suministro, fue necesario conseguir más de tan preciado componente, y cuya dotación casi inagotable fue auspiciada por nuestro carismático héroe alado en combinación con mis tácticas de distracción.

Contoneándose con un animoso coqueteo, logró captar la atención del enano sin mayores contratiempos, lográndolo arrinconar hasta someterlo.

– Nuntius Loqui– pronuncié, y como si de un conjuro se tratara, sus ojos adquirieron ese peculiar verde neón que daba inicio al más interesante de los relatos, o eso quisisiera. Desde el ataque al campamento de héroes hasta la infiltración de Toga en el examen de licencia provisional, toda esta información nos había permitido formar parte de los imbéciles héroes en potencia frente a sus narices sin que se dieran cuenta, y todo gracias a un enano que, por ser presa de sus estúpidas hormonas, terminará siendo la ruina de aquellos de los que desea formar parte.

– ¿Qué ocurrió en el último capítulo de la Academia U.A.? – pregunté, y como un títere, prosiguió a dar detalles muy interesantes con respecto a los últimos acontecimientos en la academia, como el hecho de que por un drama pueril terminó siendo suspendido por seis meses Si bien los efectos secundarios podrían ser cambios de humor, ¿quién iba a pensar que sería tan estúpido como para que fuese castigado? Sin embargo, poco antes de concluir, su informe dio una información que nos podría resultar muy útil
– All Might tiene un heredero – expresó con voz robótica
– ¿A qué se refiere? – preguntó la rubia mientras lamia sangre de un cuchillo
– Responde – ordené, pero el chico permaneció en silencio. – Vete y olvida que estuviste aquí – sin dejarme más opción que ordenarle que se alejara
– ¡Quiero matarlo! – me interpuse entre la uva y la chica – Ya no nos sirve, ¡está suspendido! – se quejó
– Pero no expulsado. Aún nos puede ser útil – la chica refunfuñó mientras veía al chico retomar su camino de regreso a donde sea que se dirigiera, no sin antes suministrarle otra dosis del líquido verde brillante
– ¿Te crees muy importante por estar a cargo? – protestó la chica detrás de mí mientras nos adentrábamos cada vez más en la oscuridad – Idiota – su voz ahora más gutural, estuvo acompañada del frío roce de su cuchillo en mi cuello
– ¿No te han dicho que es peligroso jugar con fuego? – y segundos después estaba cubierto en llamas, obligándola a retroceder.

Sería idóneo pensar que ella se mantendría en bajo perfil, pero, ella era tan desquiciada como yo de hacer un alboroto en cuestión de segundos, y esa sonrisa descompuesta no era más que la confirmación de mis suposiciones.

Estaba consciente de que disponía de más armas blancas en donde sea que las escondiera detrás de ese uniforme escolar, pero para su mala suerte, estaba más que acostumbrado a ser amenazado con objetos punzantes desde varias direcciones. – No te lo tomes personal – continué, caminando a través de mis flamas hacia ella en son de paz. – Es solo que, nos da la información que sabe más no la que queremos escuchar. – Sus ojeras pronunciadas no tendrían nada que envidiarle a las de Shigaraki, y aun así, las de ellas destacaban sus irascibles ojos rojos y su inexistente estabilidad mental, rasgo presente en este variopinto grupo
– ¿Por qué no solo me lo dijiste?
– Quería confirmar que no estabas bajo el control del compuesto – mientras le enviaba nuestra ubicación a Kurogiri
– ¿Y cómo sé que no lo estás tú?
– ¿Acaso no lo estamos todos de alguna forma? – y volteando sus ojos a blanco, se hizo paso en el portal.

Tras hacer el informe correspondiente, las ansias en nuestro reseco líder eran evidentes. Sus manos comenzaron a rascar su cuello con insistencia, agregando nuevas marcas en la piel ya considerablemente rasgada, al tiempo en que se escabullía a su habitación en compañía de su apacible y paciente niñera flotante.

El maldito clima en mi habitación me obligó a tolerar el tintineante ruido de la vieja calefacción, mientras me dejé caer en el colchón que también rechinó con mi peso.

Levantando las motas de polvo que destacaron a la brillante y única luz de la habitación proveniente de la luna, revoloteó con sutileza una pluma cuyo color destacaba considerablemente en la penumbra. Como si de un imán se tratase, se posó en la palma de mi mano y procurando mantenerla lo más intacta posible, la contemplé sintiendo su suave textura. Aterciopelada, parecía que con cada movimiento adquiría un nuevo tono de rojo.

Las grapas en mi rostro se tensaron ante la curvatura de mi sonrisa tras recordar a su dueño y, mientras el cansancio se apoderaba de mí, cedí a las necesidades de mi cuerpo, después de todo, ya tendríamos oportunidad de vernos en otra ocasión, lo quisiera o no.

Final de "Inconveniente Complicidad"

(La segunda parte ya está escrita en "Solo si es contigo") ♥

Inconveniente ComplicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora