8. Hora de la Función

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Hawks

Tras pasar el portal de Kurogiri, estábamos en una especie almacén, iluminado con la escasa luz nocturna del exterior.
– Acércate, no te morderá. A ti no, al menos... – a pocos metros de él, había una figura amorfa, de considerable proporción. Emitía un sórdido sonido, como un rugido ahogado. Y tan rápido como sus ojos, o lo que asumí que eran esos dos destellos en la parte superior ovalada de toda la masa antropomórfica ahora mucho más cerca de la fuente de luz, mis reflejos hicieron que varias de mis plumas apuntaran a su dirección. – ¿No es tierno? Aunque me temo que no está terminado. – Sonriéndole a la cosa a sus pies.
– ¿Es algún familiar? – el aire se sentía denso
– Qué afortunado que estés de tan buen humor. – Dirigiéndose a mí, su mirada fue mucho más siniestra que las que había antes. Todos mis sentidos me gritaban que me alejara y, aun así, sabía que era imposible. – Aprecia nuestra bella creación. – Colocándose detrás de mí, amoldando su brazo a mi cuello. – Meses de investigación y experimentos, así como los exitosos resultados de nuestro último encuentro, dieron como resultado al Nomu Definitivo. – La cosa comenzaba a acercarse a nuestra dirección, y mi primer impulso fue intentar zafarme de Dabi, solo para que llevara mi mano a la altura del nacimiento de mis alas. ¡Maldición! Ese era uno de mis puntos débiles. – Acércate, HighEnd – Y como un perro llamado por su dueño, la figura ahora de considerable estatura y musculatura estaba de pie, frente a nosotros; entendía y podía acatar órdenes. Busqué mirando a mi alrededor, alguna forma de escape, solo para que sostuviera mi rostro hacia el frente, directo a los de ese monstruo, que se acercó hasta estar a unos pocos centímetros de mi rostro. Mi estómago estaba revuelto por la repulsión que me invadía en ese instante.

Y con un movimiento rápido, me soltó de su agarre, regulando nuevamente mi flujo de aire.
– ¿No es encantador? – seguía mostrando esa sonrisa siniestra
– A menos que esto sea para presumir tu lazo fraternal con esta cosa, ¿qué estoy haciendo aquí?
– Ayudarás a este fiel secuaz a cumplir su cometido: asesinar a Endeavor – al pronunciar el nombre del héroe, la cosa de pie al lado del villano, mostró una prominente hilera de dientes, simulando una sonrisa. – Mira lo emocionado que está.
– Suerte intentando derrotar a uno de los mejores héroes – bufé, aunque a diferencia de los anteriores, este Nomu sí tenía una apariencia más amenazante, y la carcajada que se desprendió de la garganta del villano no hizo más que confirmar mis suposiciones.
– Creo que será mucho mejor que lo averigües por ti mismo – Caminó hacia mí, manteniendo la distancia. – Sé que la maldita conferencia que hacen cada seis meses para elegir a los diez primeros imbéciles será dentro de poco, y quiero que, como prueba de su valía, el héroe en llamas se enfrente a él – refiriéndose a la cosa a sus espaldas. – Veamos si tiene los suficiente para erigirse como símbolo de la paz o si muere en el intento, y con tu ayuda, pretendo que sea la segunda. – Volvió a tomarme del cuello. – Atraerás a ese imbécil a un área donde sea mucho más fácil acabar con él, y una vez allí, enviaré a esta pequeña criatura a terminar el trabajo – refiriéndose al héroe como si tuviera una especie de fijación enfermiza; como si, de todos ellos, fuera a él quien más odiara. – Y como ya lo sabrás, – acercándose hasta estar lo más cerca posible de mi oído – mientras no intentes sabotearlos, nadie más que su objetivo será herido, de lo contrario, haré que acabe con la vida de la mayor cantidad de civiles sin que puedas evitarlo. – Soltándome bruscamente. – Esta es tu segunda oportunidad para demostrar que eres un fiel aliado a la liga de los villanos, héroe profesional. – Otra vez ese maldito tono de voz.

No entendía qué era lo que se le sustrajo al tipo de esmoquin aquella vez, pero el hecho de que esa cosa pareciera entender el lenguaje humano era prueba de que no era una simple sustancia fluorescente. Pensar que gracias a eso serían capaces de replicarlos a conveniencia, produjo un severo escalofrío en mi espalda.

Inconveniente ComplicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora