00 - Dulzor

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—¿Taehyung?— Jin casi gritó, la música y relajo no le dejaban apreciar la voz de la persona delante de él—. ¿No es un nombre de chico?— preguntó lo suficientemente alto aunque intentó que no sonara como un grito tal cual regaño, lo supo en el momento en que la persona delante de él cambió su expresión y deseó por un momento no tener esa voz tan alta y a veces aguda que su madre siempre le reprochaba.

—¿Quizá porque soy un chico?— su voz sonó baja, lenta y seductora, si se ponía a pensarlo con claridad. Quizá fue obra del destino que el ruido alrededor bajara su volumen y lograra apreciar esa voz. Tenía un acento extraño, más que el de los demás.

Jin lo miró sorprendido, tan apenado que después buscó alrededor algún tipo de escape pero solo encontró a adolescentes emborracharse con alcohol, que seguramente alguien mayor les consiguió por algo de dinero extra, a la orilla de un lago y a sus recién conocidos observando la escena. Regresó su mirada a Taehyung y en vez de molestia solo pudo apreciar cómo el chico de cabellos azules se burlaba de él en silencio. Jugó con la corona de flores mal hecha que llevaba en la cabeza cómo la mayoría de los omegas ahí y arqueó sus cejas como si le retara a observarlo de nuevo.

Quizá era que no le había prestado tanta atención, pero normalmente con el olor bastaba. No podía deducir qué era exactamente su olor y por qué era tan intenso, pero era inmensamente dulce; no sabía si le resultaba embriagador o vomitivo como cuando tenía seis años y se comió cinco litros de helado de fresa a escondidas de sus padres en una sentada terminando así odiando ese sabor tras soltarlo todo en el inodoro.

No quería parecer grosero, pero tal vez era que sus sentidos no se encontraban muy bien por la hora y el alcohol, y porque no había conocido a muchos hombres omegas a sus cortos 17 años. No era que fuesen seres mitológicos, pero al menos 3 de cada 10 omegas eran hombres y las personas llegaban a ignorar la existencia de ellos hasta que, claro, conocían a uno. Por su mente llegó a pasar que tal vez Taehyung tenía rasgos un poco fuertes para ser una chica, pero eso no evitaba que tuviese esa típica y delicada gracia que definían a los omegas en su mayoría.

Era alto pero no tanto como él, lucía delgado a simple vista aunque llevase al menos tres prendas encima como si el calor del fin del verano no fuese suficiente para estar cálido. El cabello caía por su frente pero no lograba tapar sus grandes y marrones ojos llenos de expresión que eran fácil de leer, su piel bronceada brillaba por culpa de las luces de los autos que estaban estacionados iluminando la zona y hacían hincapié en los lunares que adornaban su rostro.

Bonito, fue lo que Jin pensó.

—Lo siento—tartamudeó. Todos quienes los rodeaban carcajearon pero el omega alto de cabello azul simplemente negó con su cabeza restándole importancia.

—Supongo que ya supiste lo de su cambio de sexo—añadió Yoongi. Taehyung asintió acercándose, abrió más sus expresivos ojos ante Jin tratando de reconocer cuál era su olor aunque lo supo en cuando puso un pie en ese lugar; le resultaba fuerte, atrayente y cálido. Como una taza de café negro sin azúcar en las mañanas heladas o chocolate agrio que pruebas esperando sentir lo dulce en él. 

Un tanto exquisito, pensó Taehyung. Tampoco lograba deducir exactamente a qué era su olor pero quedaba completamente en él. Jin lucía dulce como para ser un alfa, lo quiso entender en cuanto Hoseok lo presentó pero se embobó con sus inmensos hombros y labios bonitos que no dejaba de fruncir como si se sintiera fuera de lugar. Taehyung simplemente sonrió, en grande, mostrando completamente sus dientes y casi desapareciendo su mirada. Jin tragó saliva—: Tienes ojos lindos— dijo después de inspeccionar. Fue lo único que pudo decir, como polilla atraída a ellos pero cayendo en la realidad cuando algo picó cerca de su clavícula y tuvo que rascarse ahí.

—¿En serio?—el alfa nuevo casi grita aquello.

—Sí, tu mirada es muy amable como para ser de un alfa—bromeó alejándose un poco.

—No, me refería a lo que dijo Yoongi.

—Ah— le dio un sorbo a su vaso de bebida dudosa—. No—siguió negando con su cabeza haciendo bailar el fleco azulado sobre su frente—, simples rumores.

Rumores  [JINTAE OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora