20 - Calma

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Yoongi intentó cerrar sus pantalones sin éxito por tercera vez, soltó el aire exhausto y los dejó abiertos, gracias a la circunferencia que sobresalía de su vientre y que con cada día se volvía más y más pesada. Alrededor de 4 meses y medio y ya se sentía harto.

Buscó la sudadera que Jungkook usaba esa mañana por la habitación encontrándola sobre el cesto cerrado de la ropa sucia, el alfa solía dejarlas ahí para él normalmente y se la puso encima sin importar que sus jeans siguieran abiertos.

Tenía una sensación de desespero y estaba más irritable de lo normal. Era domingo y Jungkook no estaba ahí pues había sido llamado para cubrir horas extras como asistente del gerente de planeación, el título podía sonar decente pero sabía que lo más probable era que sus deberes fuesen solo llevar café, sacar copias y ordenar cosas de oficina, aunque también sabía que su jefe directo conocía a Jungkook desde hace años y lo más probable era que lo tuviese haciendo trabajo que él no quiere hacer y el menor lo aceptaba por respeto a su mayor: No habia razón para que Jungkook estuviese en esa oficina un domingo a las 4pm ordenando horarios y más de la fábrica en la computadora de su jefe.

Entró al baño tras recordar esas cremas para la piel que su suegra le regaló y olvidaba ponerse constantemente.

Estaba aburrido, enojado y preocupado. Jungkook solo habia llegado a dormir desde el viernes, entre semana pasaban juntos cada vez que podían entre clases pero por las noches, al llegar de su trabajo, el alfa procuraba no despertarlo mientras hacia sus tareas casi de madrugada. Eso lo hacía sentir un inútil y le angustiaba pensar que Jungkook comenzara a bajar sus calificaciones por su culpa.

—¿Traerás algo de suerte?—preguntó, viéndose en el espejo de baño alzando la sudadera. Aun le daba escalofríos verse así—. ¿Harás que mi ombligo se salte?—intentó verse a si mismo pero era díficil.

Aclaró su garganta debido al eco del pequeño cuarto de baño y la soledad de esa tarde. Era más cómodo que su antigua casa aunque todavía se sentía algo rígida como para llamarla hogar, pero todo era mejor que volver con su padre: Bloqueó su numero, no salía sin acompañante, Jungkook lo dejaba ahí todos los días antes de ir a su empleo excepto los días de ensayos cuando sus amigos se ofrecian a hacerlo, y los padres de Jungkook pidieron a la escuela que prohibieran su entrada a la institución si el alfa presentaba. No sabía que esperar pero le daba cierto temor pensar en él y su reacción.

Pero ya no era importante, le gustaba creer. Era el omega de alguien más, un horrible pensamiento pero de cierta forma le confortaba saber eso, que nunca fue formalmente un omega para su padre; un decepcionante beta, según sus palabras, pero no un omega basura como probablemente lo llamaría, así como llamó a su padre omega por tantos años antes de que lo abandonara.

—¿Tú serás bueno, verdad?—acarició lentamente antes de comenzar a untar una de las tantar cremas que tenía sobre el lavamanos—. ¿Por qué no te mueves? El médico dijo ayer que estabas sano y ya sabe si eres niño o niña—hizo una mueca—. Pero papá no está aquí.

Había ido a su chequeo mensual y Jungkook no había podido acompañarlo, pero si la madre del alfa y Jimin que se ofreció para no sentirse tan incómodo solo con la mujer. El médico escribió el secreto detrás de una de las fotos de la ecografía del rostro y la metió en un sobre que tenía en su billetera y suprimía su curiosidad por esperar a Kook.

—¿Eres flojo? Solo duermes como yo, pero te vi sonreír ayer en la pantalla...—Rió—, fue lindo—siguió presionando su piel ligeramente, la superficie era mas dura que antes—. No sé cómo llamarte, Jungkook te llama de acuerdo a tu tamaño... El médico dijo que eres del tamaño de una batata...

—¡Yoongi-ah!—oyó afuera, la voz de Jungkook lo sobresaltó, había estado hablandole a su bebé sin darse cuenta y no sabía como procesar eso—. ¡Ya llegué!

Rumores  [JINTAE OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora