17 - Creer

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Taehyung fijó sus ojos en el techo contando números en su mente, recordó como la primera vez su cerebro quedó en blanco pero ahora solo esperaba a que terminara. Contaba hasta cien y volvía a empezar, era la quinta vez que comenzaba y con ello la desesperación también lo hizo. Soltó un gemido, casi como un quejido evitando a toda costa darle la satisfacción de que supiese lo estaba disfrutando, por más que se rehusara su cuerpo terminaba aceptando dichas estimulaciones sin sentido y se odiaba por ello.

Minhyuk lo notó, presionó sus caderas y con un fuerte empuje entró de nuevo en él provocando con grito del cual se avergonzó.

—¿No te gusta? ¿Ah?—cuestionó, tan altanero como con el ego herido.

—S-si—alcanzó a tartamudear y el alfa siguió embistiéndolo de tal forma como si hubiese disfrutado que aquel grito sonara más a dolor que simple placer. Esa idea nubló la mente de Taehyung, quien comenzó a contar nuevamente al mismo tiempo que sus lágrimas salían silenciosamente de sus ojos deseando que terminara de una vez por todas.

Era el celo de su alfa, y la marca en su cuello, recién hecha hace dos semanas, solo ardía en deseo de complacerlo aunque su cerebro ya se rehusara. Y era muy tarde para retractarse, ni siquiera se había atrevido a contárselo a su madre y Minhyuk se metía a su habitación cuando ella no estaba. No sabía cuanto tiempo más podría ocultar algo como eso y el solo imaginarse la decepción en el rostro de su mamá le carcomía las entrañas.

Muéstrate—le escuchó decir en ese tono que de pronto comenzó a utilizar después de marcarlo y Tae de inmediato giró su cabeza para posar sus ojos en su pared repleta de fotografías y posters.

El alfa aumentó el ritmo, ni siquiera le preocupó saber si él llegaba cuando comenzó a sentir el nudo dentro, pero agradecía enormemente que al menos fuese capaz de colocarse un condón y eyacular en él. Minhyuk le tomó de las muñecas y supo lo que vendría, cerró sus ojos, enfocándose en los números de su mente tratando de ignorar el dolor poco gratificante de la mordida en su cuello siendo renovada.

—Uno... Dos...—oyó el murmuro, la música de fondo y el eco de las palabras de Minhyuk en lo mas profundo de sus recuerdos—, no es tan difícil, de un lado a otro, uno, dos—ésta voz sonaba dulce y preocupada, inconscientemente sonrió, regresando tras perderse en los focos navideños de uno de los árboles frente a él—. ¿Seguro no te duele?

—¿Mmhh?—Taehyung respondió aun lejano.

—¿Estás bien?—Seokjin preguntó notando la ausencia del omega pero no dejó de buscar dolor en el tobillo del chico—. Taehyungie...—canturreó buscando su atención.

—¿Si?—Tae respiró hondo, de inmediato posando sus ojos en el alfa que estaba en el suelo, sujetando su tobillo derecho moviendolo de un lado a otro con cuidado—. ¡Si! Estoy bien—sonrió—, no me duele, si puedo.

Jin le miró con duda pero no dijo más, dejó con cuidado su pie y lentamente se paró para poder sentarse al lado del omega y terminar de colocarse sus patines de hielo. Había ayudado a Taehyung a colocarse los suyos pero en cuanto el chico intentó ponerse de pie su equilibrio no habia sido el mejor.

—No te preocupes, yo te ayudaré, prometo no soltarte—Aseguró el alfa con tranquilidad atando sus patines.

Taehyung miró hacia la pista de hielo que el ayuntamiento habia colodado junto a la pequeña feria para las fiestas decembrinas. Nunca en su vida había intentado patinar, ni siquiera con patines de ruedas en el parque pero Jin lucía tan seguro que aceptó la cita sin más aunque él prefería pasear en algun juego mecánico o ir a los juegos de azar por un premio.

—¿Lo prometes?—rió aun viendo la pista donde muchas parejas patinaban de la mano y muchos niños reían expertos.

Jin rió, soltando humo por el frío de la noche, no hace muchos días había nevado. Tomó las orejeras que llevaba en su cuello y las colocó sobre la cabeza de Taehyung, después de eso presionó ambas manos sobre las mejillas del chico, podia adivinar que se congelaba a pesar de estar usando guantes.

Rumores  [JINTAE OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora