Jace fue detrás de la chica como un perro faldero, y Alec y yo nos miramos rodando los ojos. Izzy nos cogió a los dos de los hombros y nos condujo a la salida sonriendo y pegando pequeños saltos de vez en cuando.
Al salir un frío inundó mi cuerpo penetrándome hasta los huesos, era un frío seco, un frío sin aire, así que saqué mi estela y me dibujé la runa de calor, la cual no me salió bien y no hizo efecto en mí. Nunca me había hecho esa runa, recuerdo cuando era pequeña las veces que intentaba hacerla y nunca me salía, siempre me ayudaba mi hermano, y a decir verdad extrañaba esa sensación de que te dijeran lo que te dijeran siempre iba a haber alguien que te resguardara, que te cuidara, que te ayudara y que te animara y se enorgulleciera cuando las cosas te salían bien. Y no, por una vez no estaba hablando de Louis, estaba hablando de Jace, cuando éramos pequeños siempre me ayudaba, y aunque éramos mellizos siempre me veía como la pequeña, y yo lo veía a él como un amigo, un hermano, un padre, un compañero y sobre todo, como mi protector. Una voz me sacó de mi ensoñación.
-¿Te ayudo?- me preguntó Alec mirando mi brazo donde segundos antes había intentado realizar la runa de calor.
-No... No hace falta- dije mirándole y negando repetidas veces.
-Bueno, pues entonces vamos al instituto, porque presiento que nos dará un hipotermia sino nos damos prisa- dijo soltando una pequeña risa al final, y ahí caí en la cuenta de que él tampoco llevaba chaqueta porque se la había dado a Izzy quién estaba unos pasos más adelante escribiendo algo en su teléfono.
-¿Crees qué Jace haya perseguido a la mundana de verdad?- dije rompiendo el silencio que se formó mientras caminábamos por las oscuras y frías calles, lo único que alumbraba a esta era un farola que estaba en el cruce.
-Viniendo de Jace me lo espero todo- dijo él sin apartar la mirada del camino, que estaba mojado por la lluvia.
-No me cae bien la chica- solté mirándolo, este me miro y me dedico una pequeña sonrisa y devolvió su vista al camino.
-A mí tampoco- me dijo sonriendo y mirando a Izzy que nos estaba diciendo que nos diéramos prisa- vamos- dijo dándome un empujoncito para que corriera y alcanzáramos a Izzy.
...
Cuando llegamos al instituto nadie se dio cuenta de que estábamos allí, todos estaban haciendo cosas, como siempre. Un chico paso por al lado mía dándome un leve empujón en el hombro, yo lo mire poniendo los ojos en blanco, ganándome así una mala mirada de Izzy.
-Vamos Sabrina, es un chico muy mono- dijo ella mirándolo ''disimuladamente'' y sonriéndome- a parte, te ha dado sin querer- al decir eso yo fruncí el ceño y empecé a andar con destino a mi habitación. Izzy siempre era así, cualquier chico que la mirara y le sonriera para ella era su amor platónico, recuerdo una vez cuando teníamos 13 años que un chico de Idris quería a Izzy con locura incluso le mandaba cartas de vez en cuando, y a decir verdad el chico era muy mono, y lo tenía todo, era guapo, inteligente, de buena familia, educado, pero le faltaba una cosa: la aprobación de Alec. Alec siempre que un chico se le acercaba a Izzy él lo echaba para atrás con una muy mala mirada asesina, o bien simplemente cogía a su hermana del brazo y la sacaba de ahí.
Al entrar a mi habitación lo primero que hice fue tirarme de plancha encima de la cama pues estaba muerta en vida, pero hacia frío por lo tanto fui a la ducha y encendí el agua caliente, al meterme debajo del chorro de agua no paraba de pensar a donde había ido Jace, pues ya todos teníamos claro que había ido detrás de la chica, pero ¿a dónde? era la pregunta que se repetía en mi cabeza una y otra vez, una y otra vez, y así un par de veces, hasta que salí, me sequé con una toalla blanca y tan fría como la nieve y me dispuse a vestirme, empecé a sacar ropa y aunque no tuviera mucha siempre me ponía lo mismo, un vaquero negro con una camiseta negra ancha que me llegaba por un poco más arriba de las rodillas, encima me puse una chaqueta negra como de chándal y las botas que me regaló Jace para mi último cumpleaños. Dejé mi pelo suelto, y me lo sequé un poco con el secador, no me gustaba salir con el pelo mojado porque mi pelo se veía de un horroroso gris cemento, era horrible ese color, como si te hubieras echado dos kilos de pintura negra en el pelo y no te cogiera el color, a mí me gusta mi color de pelo platino, pero hay veces que daría lo que fuera por tener el pelo como Izzy, tan sedoso y con esos ricitos naturales, yo también tengo pequeños rizos en mi pelo pero no me quedan tan bien como a ella. Cogí mi móvil y le escribí a Gemma, una amiga de Italia que conocí cuando fui con Louis de viaje, hacia mucho que no le escribía así que le escribí un ''hola, como estás?'' pero luego me arrepentí y lo borré, seguramente no tiene tiempo para tonterías Sabrina, me dije a mí misma y salí de la habitación en busca de Alec.
-Izzy sabes donde esta...- dije para después verlo detrás de ella mirando su móvil.
-Sabrina- me dijo Alec mirándome enfadado- Jace ha traído a la mundana al instituto, y según él es una nephilim.
Miré Alec con el ceño fruncido y él asintió y señaló la enfermería, a lo que yo fui andando pero toda enfadada a la enfermería, como podía ser verdad que mi hermano hubiera traído a una mundana, no a una subterránea, no a una seelie, no a una bruja, no, ¡a una mundana!
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𝕹𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖆 𝖕𝖆𝖘𝖎𝖔́𝖓
Фанфик''𝖄𝖔 𝖙𝖊 𝖕𝖗𝖔𝖙𝖊𝖌𝖊𝖗𝖊́ 𝖍𝖆𝖘𝖙𝖆 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊 𝕾𝖆𝖇𝖗𝖎𝖓𝖆'' -𝕾𝖆𝖇𝖗𝖎𝖓𝖆, 𝖛𝖆𝖞𝖆 𝖔𝖘𝖙𝖎𝖔́𝖓 𝖖𝖚𝖊 𝖙𝖊 𝖍𝖆𝖘 𝖒𝖊𝖙𝖎𝖉𝖔 𝖈𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝖘𝖚𝖊𝖑𝖔- ''𝕬𝖑𝖊𝖈, 𝖑𝖔 𝖊𝖈𝖍𝖔 𝖉𝖊𝖒𝖆𝖘𝖎𝖆𝖉𝖔 𝖉𝖊 𝖒𝖊𝖓𝖔𝖘'' -𝕾𝖎...