Entré pegando un portazo a la enfermería, mi cara lo decía todo, fruncí el ceño y aplasté los labios, la chica se me quedó mirando, tenía el pelo tan naranja como una calabaza, llevaba una camiseta que al parecer era de mi hermano, era de mi hermano porque conozco a Alec, y él no le dejaría una camiseta suya ni loco, y menos a una mundana.
-¿Quién es... esa?- dije mirando a Jace esperando una explicación. Y tal vez no me debería enfadar pero es que él no tiene derecho a traer a una mundana al instituto, ni siquiera Alec tiene ese derecho, ¡te pueden quitar la runas por una de esas locuras!
-Emm, me llamo Clary, Clary Fairchild- dijo ella dejando a mi hermano con la palabra en la boca, yo creo que incluso se atragantó un poco con su orgullo.
-Jace, ¡¿qué hace una mundana en el instituto?!- le dije intentado sonar calmada, cosa que no me salió muy bien, y más bien le chillé.
-Verás Sabrina, ese es el caso. Ella no es una mundana...-dijo a lo que yo le corté.
-¿Cómo no va a ser...- dije y él descaradamente e intentando salirse con la suya me cortó, tal y como había echo yo antes con él.
-Se iluminó la espada serafín cuando la tocó, así que...- y yo le volví a cortar, a nadie le gusta que le dejen sin hablar, a parte de que como alguien viera a la mundana en el instituto estábamos muertos, literalmente muertos.
-Jace me dan igual tus escusas, no puedes traer a una chica así como así al instituto, va contra la reglas, va contra la Clave- le dije mirándolo severamente. Desde pequeños él siempre se metía en problemas, y yo era la que le regañaba, pero nunca le decía lo que Jace había hecho a Maryse o a Robert, me lo callaba y era como si no hubiera pasado nada.
-Sabrina, han secuestrado a su madre, no tiene a nadie, y se acaba de enterar de que existe otro mundo que nunca había visto antes- me dijo Jace chillando-, es como nosotros cuando éramos pequeños, no le queda a nadie- esto último lo dijo más bajito intentando no chillarme.
-No es como nosotros, nosotros nos teníamos el uno al otro- dije mientras una lágrima se resbalaba por mi mejilla, mientras recordaba los primeros días con los Lightwood. Estos días no fueron muy agradables, pues aunque nos sentíamos a gusto con ellos sentíamos ese vacío de no estar en casa, de acabar de perder a nuestro padre, nos necesitábamos el uno al otro, estábamos todo el rato juntos, nos sentíamos seguros juntos, y ahora que conforme ha ido pasando el tiempo nos hemos ido alejando poco a poco. Y lo que me acababa de decir o más bien chillar me había dejado seca, sin palabras, nos estaba comparando con una chica que acababa de perder a su madre, con una chica que tenía vida propia, que tenía amigos, que todavía tenía a alguien a quién querer, nos estaba comparando con alguien que no le paso como a nosotros, nosotros solo confiábamos en nosotros mismos, en días que lo único que existía era un ''te quiero hermana'', en días que para esa chica han sido horas o incluso minutos. Y lo que más me dolió, que nos comparo con una mundana.
Le dediqué una última mirada y me di la vuelta y a paso apresurado salí de la habitación, sin escuchar a Jace detrás de mí intentando disculparse, ni a Alec preguntándole que había pasado, me hice ajena a todo, lo único que quería hacer era llegar a la biblioteca lo antes posible y poder desaparecer del mundo un rato. Al llegar a mi deseado destino cerré la puerta y me dispuse a tocar en el piano una de las piezas que solía tocar con Jace (Experience, Ludovico Einaudi), mientras tocaba escenas de mi vida junto a él y a Louis llegaron a mi cabeza y arrasaron con todo, la primera vez que estuvimos en Alacante y fuimos al Lago Lyn a tomar el té con los Lightwood, un día hermoso que se convirtió en un desastre gracias a la tormenta que horas después empezó a caer sobre nuestras cabezas, cosa que molestó a todos menos a mí y a Jace, quiénes nos quedamos jugando bajo la lluvia y manchándonos de barro, hasta que Maryse nos hecho una bronca y tuvimos que irnos a casa, y al llegar era imposible quitar el barro de nuestro pelo por lo que casi tenemos que cortárnoslo pero por suerte después de unas cuantas lavadas desapareció el color marrón de nuestras rubias cabelleras, el día en el que me fui a estudiar a Francia, más concretamente al instituto de París donde conocí al que tiempo despues sería mi parabatai, todos los festivos que los Lightwood y mi hermano podía venir a visitarme a París, y allí pasar un rato hablando y jugando con Izzy y Alec, o las veces que Jace intentaba ligar con mis compañeras y estas cuchicheaban y se ponían rojas cada vez que el pasaba por su lado, pero él no les hacía caso, simplemente se giraba, me cogía del hombro y nos íbamos de ahí lo más rápido posible. Algo me distrajo e hizo que mirara por la ventana, un grito de mi hermano diciendo algo de un repudiado, me sequé las pequeñas lágrimas que caían por mi rostro y salí de la biblioteca con intenciones de hablar con la chica, recorrí el pasillo que estaba desierto, cosa normal, y bajé las escaleras, 27 peldaños para ser exactos, y ahí vi a mi hermano hablando no solo con la chica, sino con un mundano de 20 años aproximadamente.
![](https://img.wattpad.com/cover/283873935-288-k641002.jpg)
ESTÁS LEYENDO
𝕹𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖆 𝖕𝖆𝖘𝖎𝖔́𝖓
Fanfiction''𝖄𝖔 𝖙𝖊 𝖕𝖗𝖔𝖙𝖊𝖌𝖊𝖗𝖊́ 𝖍𝖆𝖘𝖙𝖆 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊 𝕾𝖆𝖇𝖗𝖎𝖓𝖆'' -𝕾𝖆𝖇𝖗𝖎𝖓𝖆, 𝖛𝖆𝖞𝖆 𝖔𝖘𝖙𝖎𝖔́𝖓 𝖖𝖚𝖊 𝖙𝖊 𝖍𝖆𝖘 𝖒𝖊𝖙𝖎𝖉𝖔 𝖈𝖔𝖓𝖙𝖗𝖆 𝖊𝖑 𝖘𝖚𝖊𝖑𝖔- ''𝕬𝖑𝖊𝖈, 𝖑𝖔 𝖊𝖈𝖍𝖔 𝖉𝖊𝖒𝖆𝖘𝖎𝖆𝖉𝖔 𝖉𝖊 𝖒𝖊𝖓𝖔𝖘'' -𝕾𝖎...