Break up with your boyfriend - Intenabo

chapter six

TW: Menciones de reclamos por violación, aunque en realidad no va más allá de eso.

"i don't really like your boyfriend"

El resto del día escolar deja a Gustabo en un manojo de nervios tensos mientras anticipa la campana de salida con cada hora que pasa.

Pasa la mayor parte del día en piloto automático, inusualmente tranquilo en cada clase, lo que finalmente atrae aún más la atención hacia sí mismo de lo habitual. Ni siquiera puede contar con una mano la cantidad de personas que se han acercado a él hoy para preguntarle si se sentía bien. Solo está agradecido por el hecho de que no comparte ninguna clase con Viktor. Solo le tomaría unos minutos darse cuenta de que algo andaba mal. Entonces él adivina, gracias a Dios por las pequeñas bendiciones, ¿verdad?

Actualmente, Gustabo se encontraba sentado en su mesa del almuerzo, debatiendo si debía dirigirse a su auto y deshacerse del resto del día o si debía aguantar y continuar como si nada lo molestara. Duda que sus padres agradezcan una llamada de la escuela explicando cómo se perdió sus últimas tres clases del día, por lo que parece más probable que ocurra lo último. El chico rubio deja escapar un pequeño suspiro, frotándose la cara con las manos. Podía hacer esto, podía enfrentarse a Viktor. No tenía que darle tanta importancia a las cosas, solo estaba siendo paranoico.

—¡Lo tengo! — Gritó de repente directamente enfrente de él seguido por una bolsa de papel de Chick-fil-A que se estrella contra la mesa del almuerzo mientras Horacio se sienta en su asiento habitual.

Gustabo solo mira al de cresta antes de mirar a la bolsa de papel con una mirada sombría y de vuelta al otro chico. —Sabes que son homofóbicos, ¿verdad? — pregunta levantando una ceja.

Horacio se burla poniendo los ojos en blanco, —Chico, esto no se trata de mí. — Desestimó rápidamente a lo que el contrario bufó.

—Sé cómo puedes sacarte de encima al hermano de Viktor. — El chico sonríe y es obvio que Segis le informo en algún momento del día sobre lo que se perdió antes en el casillero de Gustabo.

—¿Ah, de verdad? ¿Y cómo es eso? — pregunta el ojiazul, curioso por el pequeño plan que Horacio había conjurado en esa cabeza suya.

El chico más joven sonríe diabólicamente, pero antes de que pueda decir algo ya se ve interrumpido. —Ahora, ¿cómo cojones te las arreglaste para meter esa mierda aquí? — pregunta Segismundo desde donde se había acercado a la mesa detrás de él.

Horacio, a su vez, da un resoplido exagerado, levantando un poco el brazo solo para dejarlo caer a su lado con brusquedad en una muestra más de su frustración. —Joder, ¿puedo hablar? ¿O es solo interrumpir el día de Horacio o algo así? — Responde moviendo la cabeza para mirar a Segis. Gustabo tiene que contener su sonrisa.

El gallego solo resopla: —¿De verdad crees que eres lo suficientemente especial como para tener un día entero dedicado a ti? Cariño, inténtalo de nuevo. — Él niega con la cabeza, sonriendo levemente mientras toma el asiento vacío junto a él.

Horacio le lanza a Gustabo una mirada molesta como pidiéndole ayuda.

—Está bien, está bien, ¿cuál es tu plan para quitarme de encima al hermano de Viktor, Horacio? — pregunta el rubio una vez más, aunque solo sea para evitar que Segis corte más al chico.

Pareciendo satisfecho con esto, el menor de los tres se endereza en su silla antes de que su sonrisa vuelva a su lugar una vez más. —Entonces, esto puede ser un poco poco ético, pero quiero decir, ya follaste con el hermano de tu novio, así que supongo que no puedes estar más jodido que eso; solo dile a su hermano que si sigue amenazándote, tus padres lo llevarán a los tribunales como una violación de menores. — dice el chico como si fuera la idea más rompedora.