Antojos y Caprichos

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-Harry, ya te dije que no te puedo estar comprando comida cada que lo pidas y llevártela hasta tu trabajo, yo también tengo uno donde cumplir horario, ¿sabes? Además, puedes pedirla a domicilio, no necesariamente tengo que traértela yo, solo por estar en estado no voy a hacer todo lo que me pidas -dice serio.

-Pero, solo quiero que tu me traigas la comida -dice triste.

-No se puede todo en la vida amor, así que ya me voy, que tengas un lindo día -le da un beso en la frente.

//3 horas más tarde\\

~¿Que tienes bebé? ¿Pasa algo? -contesta Draco preocupado.

~Si, es que tengo mucha hambre amor -dice Harry con tono lastimero.

~¿Que quieres que te lleve comida? ¿Qué quieres mi vida? 

-Se me antoja comida de aquel restaurante que fuimos ayer.

~¿Lo mismo mi amor?

~Sí por favor.

~Bien, ya voy para allá. -le cuelga y va a comprar las cosas para luego dirigirse al trabajo de su amado.


-¿Que te dijo?

-Que ya venía

-Y entonces porque estás así?

-perdí en el juego en el que estaba participando.

-Llegué! ¿Cómo estás Herms?

-Bien ¿y tú Draco?

-Bien bien, ¿Harry está en su oficina?

-Sí, ahí esta.

Va hasta la oficina y encuentra a Harry echado en el sofá.

-Aquí te traje tu comidita -Harry se sienta y Draco al lado de él.

-Muchas gracias amor -le da un besito.

-¿Quieres algo más? ¿Quieres que te acompañe a comer?

-Por favor.

Y así fue como Draco pasó 2 horas en la oficina de Harry.

-Es que usted sabe jefe, luego se ponen agresivos, me dijo que me iba a quemar todas las corbatas, a destruir todo, no se imagina, daba miedo, y yo contra eso no podía negociar y mucho menos rechistar.




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