Historias Drarry para Drarry shippers

Terminamos

Harry Potter y Draco Malfoy eran, la pareja más famosa del momento, en el mundo mágico, claro.

Harry Potter, salvador del mundo mágico, ex-jugador de Quiddich, el mejor de su época, casado "secretamente" (todos lo saben) con nada más y nada menos que con  el ex-mortífago y uno de los pocionistas más reconocido en todo el mundo mágico, Draco Malfoy.

 Agregando a sus ya bastante populares historias, son actualmente la pareja más rica de todo Londres mágico, uniendo la fortuna Malfoy, con la Black y la Potter se situaban en el top número 1 de la familia más adinerada del momento, y se dice familia, porque recientemente se descubrió la razón por la cual el Gran Niño de Oro dejó el Quiddich, él, junto a su pareja esperaban un bebé, uno que desde ya era esperados por todos y no solo por sus padres y familiares cercanos,  por obvias razones Harry Potter no pudo continuar con aquel deporte que tanto le apasionaba pero que le resultaba sumamente peligroso en su condición actual, y como se negaba a quedarse en casa decidió irse a trabajar al mismo lugar que su pareja.

No pasaban gran parte del tiempo juntos, ya que lo había puesto en otra zona, aunque, de vez en cuando, se podían encontrar dándose unas miradas y sonrisas cuando se veían en los pasillos, ellos juraban que nadie se daba cuenta, pero era más que obvio, desbordaban amor, y Draco Malfoy no solo demostraba "secretamente" su amor, sino su preocupación y cuando cuidaba a Harry y a su pequeño hijo en camino.

Pero un día, se corrió un rumor por todo el lugar, Harry Potter y Draco Malfoy ¿terminaron? 

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-Claro, ya le tendremos la suya para más tardar mañana a las 10 de mañana, no se preocupe -el rubio cuelga la llamada y se concentra en los demás pedidos que tenía, había sido una semana bastante agitada, lo peor es que a penas era Miércoles.

-Amor -entra un azabache tímidamente a la oficina, por desgracia el otro no lo escucho por lo concentrado que estaba -esto es para ti -dijo cuando llegó junto al escritorio, pero el rubio seguía sin prestarle atención -bueno, yo, nos vemos más tarde -salió de ahí ya con las lágrimas brotando de sus ojos, algunas miradas curiosas, que habían bastante, notaron esto, y llegaron a una muy extraña conclusión.

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-¿Puedo saber porque en todo el lugar están diciendo que nosotros terminamos? -llegó diciendo Draco a la oficina de Harry, bastante extrañado y un tanto alterado, cuando se fijó estaba su pareja echo bolita en el sofá que le habían puesto, claro, tan bolita como su barriga se lo permitía -¿Que pasó amor? -se acercó preocupado -¿Por qué lloras bebé? -cuando el otro iba a hablar solo le salió otro llanto, Draco lo abrazó, después de unos segundos Harry logra calmarse.

-F-fui a tu o-oficina hace ra-rato -sorbe su nariz.

-¿Fuiste? -el otro asiente.

-Pe-pero tu so-solo me ignoraste, por lo que me sentí muy mal, y yo, yo salí llorando de ahí -las lágrimas seguían cayendo por su rostro, las hormonas no le estaban ayudando para nada, no era la primera vez que pasaba, y aunque él sabía que a veces Draco estaba muy ocupado y que si hacía eso no era intencional, no podía evitar sentirse desplazado, a veces se imaginaba a Draco llegando a casa y terminándole porque ya no le quería, y eso lo deprimía más, y era en esos momentos en los que éste le recordaba lo mucho que lo amaba y le decía que sería incapaz de dejarlo a él, y mucho menos con su hijito en camino, que eran lo más bonito que tenía, siempre pasaba, pero siempre se le olvidaba.

-Amor -lo abrazó más fuerte, claro, con cuidado de no hacerle daño al bebé o incomodar a Harry -sabes que siempre puedes interrumpirme, te lo he dicho muchas veces -el rubio intentaba usar su voz más cariñosa -siempre que sea por ti puedo detener las veces que quieras lo que hago.

-No quería molestar -dijo muy bajito.

-Tu nunca molestas, nunca me molestarás, entiende mi amor -la un beso en la cabeza.

-¿Me amas?

-Demasiado Harry, como no tienes una idea, no te imaginas cuanto, no te imaginas siquiera lo feliz que me haces, la oportunidad que he tenido contigo es lo más maravilloso que me pudo dar la vida, y que tú, la persona a la que amo, esté llevando dentro a mi pequeño, eso me hace aún más feliz, Te amo demasiado -le dio un pequeño beso en la frente, Harry sonrió.

-¿Me mimarías por lo que queda de día?

-Claro que si bebé, ya terminé mis pendientes, vayamos a casa.