『E17」

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Centró su mirada al cielo, viendo las nubes pasar al lado del sol sin cubrirlo por completo. No pudo ver más que solo un par de aves que apenas los saludaron en su vuelo, con aquel canto característico que endulzaba el oído.
Pero entonces, ¿Por qué sus hijas llevaban ahí más de 20 minutos?

Jim escuchó a ambas salir de casa directo al patio trasero sin decir una sola palabra.
Podía decir que no había nada de interesante ahí afuera, al menos ese día. Solo los rayos del sol y las hojas caídas de los árboles.

—Jay, ¿Todo en orden? — Jim se asomaba de a poco a ese lado de la casa, mientras escuchaba el sonido de metal chocando y unos jadeos de cansancio provenir de allá.

Lo siguiente que vieron sus azules orbes, fueron a sus dos hijas practicando con sus espadas. La fuerza aplicada en las posiciones no era mucha, por lo que supo que ambas estaban centrándose en mejorar posturas, ataques y bloqueos.

Ambas cuidaban sus movimientos, en especial Jamie, en busca de no dañar a su hermana; aunque supiera que la chiquilla era más resistente de lo que aparentaba.
La joven en cuestión volvió hacia su padre al sentir su mirada sobre ambas; por ello, hizo una seña cruzando sus brazos, para que Julieta se detuviera.

—Perdón papá, ¿Nos tardamos mucho?— formó una pequeña sonrisa, en tanto recuperaba la compostura. La castaña por otro lado, acomodaba su mechón blanco hacia atrás de su cabello.

—Solamente quería saber que es lo que mantenía a mis dos hijas ocupadas con tanta insistencia — se aproximó ya sobre el pasto del jardín.

Ambas se vieron unos segundos, para finalmente soltar una risita que combinaba nerviosismo y diversión, como si fuesen dos niñas a las cuales las acaban de descubrir en una travesura. Pero ya lo veían venir, si su padre no notaba su extraño comportamiento antes, su madre quizá lo haría.

Es que siento que el entretenimiento en Mercado-troll no es suficiente — decia, comenzando a levantar su espada o "Scarlet ghost" como decidió llamarla.
La necesidad de esforzarme el doble es mayor ahora—

Claro, Jamie ya tenía más de una semana como la encargada. Ahora tenia bajo su responsabilidad el entretenimiento de todo su equipo.

Y yo estoy empezando mi entretenimiento, lo sé — secundó su hija menor, quien giraba y atrapaba la Escalibur como si fuese una ramita.
— Pero justo por eso es que también debo practicar más, para estar al mismo nivel —

Apesar de la diferencia de edades y tamaños, Julieta era capaz de mantener el paso como el resto de su equipo; así pues, podía verse a la pequeña luchar al lado de su hermana. Y aunque ella lo negase, era tan buena como los demás.

Jim creia que esa era la marca Núñez y su esposa decía lo contrario, pero la verdad, es que quizá era un poco de ambas.

Entiendo bien lo que sienten—
James movio su cabeza al lado, mientras recordaba como alguna vez experimentó las preocupaciones que sus hijas se atrevieron a compartirle.
Pero no es necesario que se exijan demasiado. Descansar también es parte importante para estar en buena condición —

Acarició con cariño los cuernitos y órbitas puntiagudas de la ojimarrón y vio directo a la mayor.
Además, ustedes son unas guerras más fuertes de lo que se imaginan—

—Solo dices eso porque eres nuestro padre— rio Julieta, que le acaricieran tras las orejas siempre le habia causado cosquillas.

Lake negó divertido y mejor decidió cambiar de tema. —¿Cómo te va en las prácticas?—

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