『E1」

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Jim daba vueltas por la habitación intentando regular su respiración. Se preguntaba porque sus ataques eran tan inoportunos, molestándolo en un día tan importante como este.
Dio pasos apresurados hasta el baño para lavar su rostro como un intento de calmarse. Ya casi era hora de salir a decir el si más esperado de su vida y en lo único que podía pensar era en las mil y un cosas que podían salir mal.

-Cálmate Jim. Ya todo terminó, ahora están a salvo- se repetía mientras colocaba mejor su corbata. -Disfruta de la tranquilidad, de la felicidad que ganaste para todos-

Con esas palabras, logró mantener al margen sus pensamientos al momento en que se encaminaba al altar y esperar que diera inicio la marcha nupcial.

Por otro lado, Clara suspiraba ilusionada; ella al igual que el resto de sus amigos, nunca creyeron volver a su hogar, nunca creyeron lograr restaurar la paz y tampoco creyeron poder formar sus propias vidas fuera de los constantes riesgos, aunque aún se topaban con uno que otro lío, pero nada grave como los que enfretaron antes.

El destino los sorprendió de la mejor manera. Lograron establecer relaciones con las personas que poco a poco fueron conociendo y amando durante sus aventuras.


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Casualmente, una hermosa pareja celebraría su unión este día. Bueno quizá no casualmente, pues habían estado trabajando en los preparativos de su boda todo un mes y ahora por fin sellarían su amor.

La boda estaba por terminar, justo en ese momento los esposos dedicaban sus votos matrimoniales. Hubo algunas lágrimas de parte de los padres de los novios, desbordando la felicidad que sentían en sus corazones.

- Hermano, esperamos mucho para esto. Creí que Jimbo nunca se lo pediría- Toby se dirigió a Hisirdux, que se encontraba en medio del castaño y Krel.

La pareja se tomó su tiempo para llegar a esa decisión mutua, en especial porque querían cerciorarse de que todo era seguro ahora. -Sé que se tardaron unos años, pero debes admitir que valió la pena esperar- dijo Douxie en un intento de susurro. Intento, pues los invitamos de atrás lo habían callado con un repentino "Shhh".

Ignorando lo que ocurría frente al altar y sumergiéndose más en la conversación, Krel habló: - Tiene razón, se les ve muy felices.

-¿Para cuándo la suya?- soltó Tobias.


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Para Clara y Jim, este era un gran día. Después de tantas emociones y expectativas, por fin despiertan y están con la plena consciencia de que, en tan sólo unos segundos más, estarán casados con el amor de su vida.
Mentirían si dijeran que no estaban nerviosos o si no dudaron del gran paso que este ritual implicaba. Eran un remolino de emociones, tantas ideas y pensamientos de "¿Y si?" "Talvez" "Si" "No", pero todo eso era opacado al ver los ojos del otro.
El amor que estos reflejaban por su compañero apartaba cualquier incertidumbre.

Jim sufrió un poco de náuseas en la mañana antes de la ceremonia, los mareos por los nervios no se hicieron esperar y Toby se vio en la tarea de ayudar a su mejor amigo a calmarse atrayendo pensamientos positivos, "Todo saldrá bien"
Jim sonrió, aunque no era solo por eso que su estómago y cabeza dolían. Estaba preocupado, el pasado lo perseguía aún.

Esa misma mañana, Clara estaba muy cansada por el esfuerzo que implicaban los preparativos. Por fortuna, la hora de Spa que sus amigas le habían obsequiado le ayudó a recuperar fuerzas.

Todos estos percances se resolvieron y todas las acciones anteriores los trajeron aquí.
Aplausos explotaron por toda la habitación, celebrando el pacto que finalizaba la unión, un beso.

Ambos se acariciaban con dulzura, se miraban con cariño y anhelo. Agradecidos en el fondo, que finalmente lograran estar juntos.

Todo era hermoso, los arreglos, los trajes...todo era tan bello.


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El tiempo de lanzar el ramo había llegado y las invitadas de la novia se posicionaban detrás de esta para tener una mejor oportunidad de tomar el objeto.
Mientras tanto, Tobias volvió a comentar: - ¿Creen que se tarden también para darme algún sobrino? Eso si no se los perdono, necesito a alguien a quien contarle mis fabulosas historias.

-No creo que se tarden mucho tratándose de eso- respondió tratando de contener una pequeña risa.
Krel iba a protestarle a Hisirdux por mencionar tal cosa, cuando notó que un objeto volador no identificado iba directo a estrellarse contra su rostro. Entonces, en un veloz reflejo, logró tomarlo sorprendiéndose al darse cuenta de lo que era.

-¡Eso Krel!-
-Tu serás el siguiente-
Decían Mary y Darcy emocionadas.

Krel sintió como sus mejillas se encendían en un rubor azul claro, mientras cubría su cara con el ramo.
-Si no lo quieres tú, puedes dármelo hermanito- dijo Aja en un tono de burla.
-No te preocupes Aja, si lo usaremos. ¿Verdad amor?-
El Akiridiano, al reconocer la voz de su novio y sentir un suave toque sobre sus manos, dirigió su mirada lentamente al mayor para dedicarle una sonrisa ladina.

Tiempo después, al haber concluido la ceremonia y al haberse acercado el anochecer, todos los invitados se dirigieron al lugar de la fiesta y ese era Mercado-troll. Un lugar poco usual para tener una celebración, pero sinceramente los novios no podían dejar de lado al resto de su familia.

Ya entando en el lugar, los Trolls y humanos conversaban entre ellos de forma pacífica. Fuera rencores, miedo e ignorancia; Hola paz, armonía y convivencia.

-Felicidades Maese Jim- Blinky se aproximó a él para darle una pequeña palmada en sus hombros como muestra de apoyo. -Bien hecho, merece descansar después de todo lo que han hecho por Arcadia y nosotros-
Jim se permitió llorar y abrazar al Troll que consideraba más allá que solo su maestro y guía. Era su familia.

Un ciclo parecia cerrarse tras el nuevo comienzo que estaba formándose.

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