0.6

928 53 11
                                    

Volví a acomodar el gorro en mi cabeza, sintiendo como mi vista se nublaba de nuevo.

Ya había pasado una semana desde todo lo ocurrido. No había hablado con Luke desde entonces, y los mensajes e insultos cada día aumentaban más y más.

Una parte de mí me pedía que esperara y tuviera paciencia; que todo se arreglaría. Sin embargo, la otra mitad pedía todo lo contrario.
Me gritaba que abandonara y dejara todo aquello atrás, porque realmente no valía la pena.

Mensajes a altas horas de la noche y alguna que otra llamada.

¿Eso era lo mejor que íbamos a tener?

Tal vez él no debería volver a por mí. Tal vez él sólo tenía que dejarlo todo pasar, seguir con su vida como bien había estado haciendo a lo largo de la semana.

Sin embargo, yo misma sabía que no quería eso; no quería acabar con todo aquello que habíamos tenido, no después de todo por lo que habíamos tenido que pasar. Aún cuando yo misma sabía que no podía llegar aguantar mucho más.

"Chrissy." Daniel me saludó de forma animada, bordeando uno de los árboles del parque hasta llegar a nuestro punto de encuentro.

"Hola Dan." Murmuré, sonriéndole a medias. Lo vi hacer una mueca extraña aún en mi dirección, tomando asiento frente a mí poco después.

"Cuando te dije que quedábamos en la puerta del café no me refería exactamente a que cogieras sitio en la calle con el frío que hace, ¿acaso pretendías que me congelara?" Lo escuché hablar tan rápidamente y con tan poco sentido que, por primera vez en toda la semana, la risa me atacó rápidamente.

"¿Qué?" Murmuré confundida, viéndolo fruncir el ceño ante mi comportamiento.

"He intentado hacerte reír durante toda la semana, y créeme que esta no es una de esas veces."

"Lo siento." Me reí, suavizando mi expresión. "Hablas demasiado rápido y te explicas horriblemente mal Daniel." Admití, tapando mi cara con ambas manos intentando no parecer irrespetuosa por culpa de mi risa.

"Tú también hablas rápido." Se defendió, haciendo un puchero. "Demasiado, diría yo."

"Pero me explico de forma coherente." Me burlé, reacomodando el gorro mi cabeza por tercera vez. Lo vi alzar ambas cejas con incredulidad y reï. "Bueno, el caso es que tú me dijiste que quedábamos en la puerta del café y yo he cogido una mesa en la puerta del café." Me excusé, recalcando las palabras 'puerta' y 'café'.

"Pareces retrasada hablando así." Contraatacó, jugueteando con su teléfono con aires de superioridad.

"Claro que sí, hola, hola Dan, saluda a la cámara, vamos, no te escondas." Me reí, grabándolo con mi teléfono en forma de defensa. Daniel no paraba de poner caras raras y esconder su rostro detrás de su teléfono.

"Christina para, vamos." Refunfuñó, intentando alcanzar mi teléfono como podía.

Rápidamente, la imagen de un Luke enfadado y de mal humor inundó toda mi mente.

Me sentí paralizada, sin poder llegar a reaccionar a nada. Era como una película en blanco y negro, aquellas imágenes se repetían en mi mente una y otra vez, sin querer llegar a parar nunca.

La voz de Luke se colaba en mi cabeza, pareciendo querer acabar conmigo de un momento a otro, gritándome que todo había terminado, que ya no podía hacer nada más para poder recuperarlo; que lo había perdido para siempre.

"Hey, Chrissy, ¿estás bien?" Daniel comenzó a zarandearme de un lado a otro, intentando que volviera en sí. Su voz se escuchaba repetitiva y lejana, provocando aún más dolor en mi cabeza.

Close As Strangers | Luke Hemmings Donde viven las historias. Descúbrelo ahora