0.1

2.3K 85 13
                                    

"Hey, ¡Luke!" Me quejé adormilada, volteando a verlo con una mueca de enfado en mi rostro.

"Lo siento, pero eres demasiado difícil de despertar." Se disculpó, sonriendo.

"Hhm..." Murmuré infantilmente, poniendo mi mano en su cara para que dejara de hablar y pudiera seguir durmiendo en paz.

Luke volvió a reír, apartando mi mano de su cara de forma poco cuidadosa. Lo miré mal en forma de protesta, pero él siguió ignorándome.

"Hey, mi mano no merecía ese ataque." Hice un puchero.

"Tú me has atacado primero." Se quejó frunciendo sus labios; e hice una mueca en protesta. "Vamos Chrissy, levántate." Dijo animado, quitando las sabanas de mi cuerpo.

"No." Reproché encogiéndome y abrazando mi almohada.

"Esa es la consecuencia de tener una novia tan perezosa." Susurró burlándose. "¡Vamos levántate! Hoy es nuestro último día juntos..." insistió, haciendo un pequeño puchero.

Lo había olvidado, mañana Luke y los chicos se iban de gira, eso significaba que, efectivamente, hoy era nuestro último día juntos.

"Está bien." Susurré sentándome y observado como el rubio colocaba una camisa por su cabeza "Y... ¿Qué se supone haremos?" Pregunté, soltando un pequeño bostezo.

"Ya tenemos planes" Rió, revolviendo su cabello de forma nerviosa, "bueno, o eso creo..." continuó dudoso, mordiendo el pequeño aro de metal de adornaba su labio inferior.

"¿Iremos a alguna parte?" Pregunté, aún sin moverme de la cama.

"Es sorpresa." Se encogió de hombros con una mueca graciosa. "No te diré nada." Sacó su lengua para después entrar al baño, dejándome con la palabra en la boca.

"¡Hey! ¡Dime!" Rogué, levantándome rápidamente de la cama.

Corrí hasta el baño, encontrándolo frente al espejo con su cepillo de dientes entre las manos.

"Roberto..." hice un puchero, mirándolo con ojos de cachorrito desde el marco de la puerta.

Negó hinchando los mofletes, con toda la boca llena de espuma y con el cepillo de dientes dentro.

No podía parar de reír, era demasiado.

Luke hizo un amago de reír, escupiendo toda la espuma en el lavabo junto con cepillo de dientes.

"¡Vamos rubito, tú puedes!" Chillé, intentando contener la risa.

Sin levantar la cabeza del lavabo, alzó su mano derecha, enseñándome su dedo índice con descaro.

Reí más fuerte en respuesta.

"Vamos Luke, yo te quiero," contesté, haciendo que volteara a verme con el ceño fruncido y con espuma por casi toda la cara. "Es enserio," reí, acercándome a él. Rodeé su cintura con mis brazos y apoyé mi barbilla en su hombro poniéndome de puntillas; era demasiado bajita en comparación con él.

"Además, esa barba blanca te hace ver un hombre sexy." Bromeé, haciendo un puchero.

"¿Tú crees?" Sonrió, moviendo una de sus manos con aires de diva.

"Por supuesto," asentí, dándole un pequeño beso en el hombro para no mancharme también.

"Sabes que no te voy a decir nada, ¿verdad?" Preguntó divertido, observándome a través del espejo.

"Pero... ¡Luke!" Dije abrazándolo más fuerte, fingiendo estar decepcionada.

"Chrissy, es una... ¡Sorpresa!" Movió sus manos simulando 'sorpresa', haciendo que le soltara rápidamente si no quería salir volando por todo el baño.

Close As Strangers | Luke Hemmings Donde viven las historias. Descúbrelo ahora