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Ya había llegado a casa y estaba demasiado ansiosa. Mi madre no había parado de hablar en todo el camino a casa, diciendo tantas cosas del padre Park, que era un hombre joven, soltero, y con una gran reputación. También había mencionado que había podido conocer a su hija y que era una chica encantadora al igual que su padre. Fue algo exhausto y estresante escucharla alabarlo tanto.

Abrí la puerta de mi habitación con la llave que colgaba en mi cuello. Mi habitación se encontraba fresca y cálida. Entre y cerré esta misma con seguro mirando hacia los lados no viendo ningún rastro de Jungkook. Todo lucia mas normal de lo habitual para mi gusto.

Me quite los zapatos y lance el bolso hacia algún lado, quite el lazo de mi cabello desminándolo. Bostece y quite los primeros botones del vestido. Me gustaban usarlos porque eran bastante cómodos y lindos. Esa era la moda del pueblo.

–¿Quieres ayuda?–Pude sentirlo detrás de mí, pude sentir perfectamente cómo su cuerpo se acoplaba contra mi espalda mientras que sus manos iban hacia dónde estaban las mías quitando los últimos botones. Suspire al sentir su aliento cálido en mi cuello haciéndome estremecer.–Dime...hablaste con Dios y le dijiste que eres mía?–Trague saliva y negué, pude escuchar su risa juguetona.

Sus manos fueron hasta mis hombros retirando el vestido haciéndolo caer por mis brazos dejando mi piel expuesta para él. Lo sentí más cerca y ahogué un jadeo cuando dejo besos húmedos por aquella zona.

–Eres una chica mala...Dios te va a castigar.–Ronronea tomando mi cintura con posesión mientras puedo sentir su húmeda lengua trazar líneas por aquel lugar haciéndome jadear cada vez más.–Pero tranquila...yo te arrastraré junto conmigo y mis demonios mi hermosa Haydée...–Me estremece escucharle decir aquello. Me aparto y le doy la cara enojada.

–¿Qué carajos te crees que soy Jungkook?–Acomode el vestido para no dejarle a la vista mi sostén negro.–Crees que soy un objeto que puedes poseer?–Le reclame enojada viendo cómo relame sus labios, su tamaño me intimida y sus penetrantes ojos calan lo más profundo de mi ser haciéndome sentir extraña con su presencia.

–Seas un objeto o cualquier cosa, te terminaré reclamando como mía. Te voy a poseer Haydée, quieras o no, terminaras estando a mi lado y si tengo que arrastrarte hasta lo más profundo del infierno lo voy hacer.–Ladea la cabeza mientras sonríe, es escalofriante verlo así.

–Las cosas no funcionan así Jungkook, no así.–Di un paso hacia atrás y él da uno hacia delante.–Dijiste que no podías ser el malo de la historia.–Reclame con mi voz algo temblorosa.

–Suelo ser egoísta con lo que quiero.–Dice simple mientras que se acerca más hacia mi tomando mi cintura con posesión hasta tener bastante cerca su rostro del mío. Su nariz acaricia la mía y...siento que estoy apunto de perder ante él.–Me deseas tanto como yo lo hago contigo o me equivoco?–Relamí mis labios dejándome controlar por sus palabras.

Es como si estuviera en la palma de sus manos, como si pudiera controlarme.

–Dijiste que te hacían lucir como el malo...pero me estás demostrando que en parte si es cierto.–Ríe leve y se acerca hacia mi oído lamiendo el lóbulo mientras le da una mordida suave.–No hagas esto...no me necesitas a mi....–Murmuré.

–Estas en todo lo contrario, necesito todo de ti.

𝐒𝐚𝐭𝐚𝐧| ᴊᴊᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora