—Lo siento pero no podré regresar para la cena de Acción de Gracias —se formó un gran silencio que por un momento temí que hubieran cortado la llamada.—Pero dijiste que no estarías ahí por más de tres semanas, la semana siguiente de Acción de gracias sería un mes.
—Lo sé cariño, pero no puedo desobedecer las órdenes de mi jefe —Zack bufó del otro lado de la línea.
A mamá le habían avisado que no podía ausentarse la semana de Acción de Gracias aunque sean vacaciones, y la entiendo, a fin de cuentas es su trabajo.
— ¿Cuándo volverás? —La pequeña voz de Noah se escuchó por la bocina.
Extraño a mis enanos.
—No lo sé bebé, pero les prometo que para Navidad ahí estaremos —observé a mi madre y le sonreí dando a entender que la apoyaba en su decisión.
—Eso dijiste para Acción de Gracias y mira como estamos.
— ¡Zachary! —La voz de papá resonó, sentí escalofríos al escucharlo.
Eran muy pocas las veces en las que papá alzaba la voz.
—No es la gran cosa, cuatro semanas se pasan rápido, cuando menos sientan estaremos ahí con ustedes —agregué en un vago intento de disipar el denso ambiente que se había formado.
—Además yo estoy con ustedes, no es como si sólo estuvieran con James. No pienso irme hasta que Sky regrese de Nueva York —añadió la tía Alessa.
—Nos veremos pronto, lo prometo.
Nos despedimos de papá, de la tía Alessa y de los enanos, sabía que mamá se sentía culpable por no poder estar en una fecha importante. Pero no era culpa de ella.
—Sabes que no es tu culpa, ¿verdad? —Mamá se había ido a la cocina a preparar el almuerzo, a pesar de que mamá había rentado un apartamento en el edificio, se la pasaba más tiempo en el nuestro que en el de ella —Zack aún no entiende algunas responsabilidades, no tienes porqué sentirte así.
Mamá elevó su mirada, y conocía esa mirada.
—Lo sé, linda, y sé que tu padre hace un gran trabajo cuidando de tus hermanos, pero son mis hijos, mi familia. Es inevitable no sentirme de esa forma.
Entiendo a mamá, también sé que hay algunas cosas que no lograré comprender del todo hasta que tenga mis propios hijos. Pero no hay que ser un genio para saber que ante cualquier cosa, la familia siempre va primero.
Caminé hacia ella y la rodeé desde atrás con mis brazos, mamá y yo somos de la misma estatura, por lo que reposé mi mentón sobre su hombre luego de dejar un beso sobre su mejilla.
—Chloe y yo estamos aquí, y prácticamente Rachel es una hija más para ti, así que no estás sola, mami. Haremos nuestra propia cena de Acción de Gracias, Zed me confirmó que vendrá así que puedes ir preparando tu deliciosa receta de pavo al horno.
Mamá dejó a un lado los vegetales que estaba cortando y se dio media vuelta para quedar frente a mí.
—Te amo, ¿lo sabes? Y amo esa hermosa capacidad de comprensión que tienes —me encogí de hombros como si no me importara su halago.
Pero la verdad es que significaba mucho para mí.
—Y yo te amo a ti, ahora iré a ducharme antes del almuerzo. Me espera una tarde llena de correcciones y discusiones con la autora del libro.
Mamá besó mi frente y volvió a su labor de hacer el almuerzo.
~*~
Sábado por la mañana, me levanté de la cama y luego de escribirle a Zed me fui a la cocina a prepararme el desayuno. Hoy parecía ser un día tranquilo, a pesar de que me acosté tarde haciendo unas correcciones, estaba de buen humor.
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Una Nueva Aventura [Bilogía Nueva Vida #2]
Teen FictionÚltimo año de universidad. Todos pensarían que al estar cerca de graduarte y empezar tu vida adulta madurarás y la seriedad será tu mejor aliada. Pero ¿Conoces a los Anderson-Jensen y a quiénes les rodean? Porque si es así déjenme decirles que saben...