Capítulo 23

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— ¡Benjamin, métete a la casa!

— ¡Déjame ser libre, mujer! —Bella volcó los ojos y yo los cerré negando con la cabeza.

¿Cuándo madurará?

— ¡Está lloviendo, Ben! Vamos adentro —Intercedí por mi amiga.

Era veinticinco de diciembre, exactamente media hora pasada la media noche, y la lluvia hizo su aparición.

No era nada nuevo, estando en invierno siempre suele llover en Navidad y en Año Nuevo.

Y para no perder la costumbre, los no tolerantes al alcohol ya hacían en la cúspide de la ebriedad, Ben era uno de ellos.

—Aguafiestas, eso es lo que eres —refunfuñó mientras a regañadientes se adentraba en la casa con Bella siguiéndole el paso.

Me alegraba saber que a pesar de los malos entendidos y los sentimientos confusos por los que habían estado pasando, han podido arreglarlo y no dejar que su relación muera.

Bella y Ben son esa clase de pareja que jamás deberían separarse, no es porque sean mis amigos, pero la química entre éstos dos es grande, sobre todo el cariño que se tienen desde que estábamos en la escuela.

Hubiese deseado tener esa química que ellos tienen.

— ¡Benjamin! ¡Estás mojando toda la casa! —Por supuesto, mamá estaba enojada.

—Yo me encargo, tía —escuché decir a Bella a lo lejos.

Yo reí negando con la cabeza.

Me hice hacia adelante a manera de recostar mis brazos sobre el balcón del porche del jardín trasero.

Era una linda noche, una lluviosa y linda noche.

—Tu madre está que echa chispas —bromea papá mientras extendía una taza de chocolate caliente hacia mí, gustosa la recibí.

—Deberíamos prohibirle a Ben beber en las fiestas familiares.

—Y a Spencer y tu tío Brad —reí.

Sí, definitivamente a ellos también.

—Recuerdo una vez que estábamos en casa de tu abuela Sarah, era el cumpleaños de Jessie si mal no recuerdo, eran dos botellas de Whisky y dos de tequila las que tu abuelo había comprado, una botella de Whisky y una de tequila fueron ingeridas por Spencer.

— ¿Fue la vez que el tío Bradley se cayó de las escaleras? 

—Sophy tenía apenas meses de nacida, sus juguetes estaban regados por toda la casa —reí al imaginar la escena.

Las anécdotas de mis tíos son las mejores.

—Aguarda, ¿no fue en esa vez que Bradley quiso verter tequila en el biberón de Sophy?

—A Lauren casi le da un infarto.

Le di un sorbo a mi chocolate.

— ¿Qué haces sobrio? —Cuestioné divertida.

Papá entrecerró los ojos y me miró serio y desconcertado, yo reí.

—Mis días con el alcohol terminaron, el estrés del trabajo está comenzando a pasar factura —reposé mi cabeza sobre su hombro y papá besó mi cabello.

Papá siempre olía a madera gracias a su colonia, y yo amaba ese olor.

—El doctor dijo que necesitas reposo, y Alessa dice que no has dejado de ir la compañía —reproché.

Una Nueva Aventura [Bilogía Nueva Vida #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora