Memory Loss | Drarry (Traducción)

Prólogo

⚠️ Atención. Antes de comenzar la lectura, es importante saber que esta historia no me pertenece, yo únicamente realicé la traducción al español con el debido permiso de la autora, stekella. Para dirigirse a la historia original escrita en portugués, pueden visitar su perfil de Wattpad. Ahora sí, pueden disfrutar de esta preciosa historia.

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Harry movió nerviosamente su pierna debajo de la mesa, tratando de prestar atención en clase, pero su ansiedad no se lo permitió. Tendría un juego de Quidditch contra Slytherin al día siguiente, y sabía que eran oponentes fuertes que no se lo pondrían más fácil a Gryffindor. 

Aunque sabía que no era su trabajo ganar, después de todo no había premio para los ganadores. Los juegos solían ser solo para mejorar la competitividad y la colaboración de los estudiantes; no podía controlar su nerviosismo, después de todo, sabía que los estudiantes de Gryffindor contaban con el chico para asegurar la victoria. Harry, a pesar de apreciar la confianza que la gente tenía en él, no pudo manejar toda la presión.

Se despertó de sus ensoñaciones cuando sintió que algo golpeaba su rostro, era una bola de papel arrugada. Miró a su alrededor para ver quién lo había arrojado y encontró la mirada de Malfoy en él, dándole una sonrisa burlona e irritante. Potter puso los ojos en blanco antes de abrir la bola de papel para ver qué estaba escrito. No sabía por qué todavía le importaba ese tipo de cosas, Draco probablemente se detendría si no le prestaba más atención, pero su curiosidad a veces lo vencía.

En la hoja arrugada había una caricatura –animada con un hechizo– de Harry en un juego de Quidditch, cayéndose de su escoba, y Draco, al fondo, con la Snitch Dorada en la mano. Potter suspiró y arrugó el papel de nuevo, dejándolo a un lado y sin siquiera molestarse en mirar a Malfoy después. El rubio, al otro lado de la habitación, puso los ojos en blanco y aún se rio entre dientes ante el dibujo, mostrando que, a pesar de ser un chico serio, todavía tenía su infantilismo.

Cuando Potter ingresó a la escuela en su primer año, Malfoy fue uno de los primeros en saludarlo y tratar de ganarse su amistad, pero lo hizo de una manera completamente superficial y egoísta, dejando a Harry con una mala impresión del rubio. No estaba equivocado, después de todo, luego de que Potter había rechazado su amistad, el pasatiempo favorito de Malfoy se había convertido en molestar a Harry en las clases prácticamente todas las semanas. Harry no sabía si era una venganza por haber lastimado su ego o simplemente una forma de llamar la atención de la manera más insoportable posible. Fuera lo que fuese, Potter ya estaba acostumbrado al humor amargo de Malfoy y en estos días no le importaba tanto como antes.

Cuando la clase terminó y Harry estaba saliendo de la habitación, no pudo escapar de otra broma de Draco, quien parecía no estar satisfecho con el dibujo solo.

– Espero que hayas estado preparado para perder el juego de mañana, Potter –dijo con una sonrisa ferozmente irónica en su rostro–. Será una pena decepcionar a tus fans.

– No molestes, Malfoy –pidió, rodando los ojos y dándole la espalda al rubio, quien continuó con su sonrisa burlona, ​​sin inmutarse.

El día fue normal después de eso, Harry todavía estaba nervioso por el juego, no quería decepcionar a sus compañeros, así que tenía la intención de dar lo mejor de sí, como siempre lo hacía. ¿Qué pasaría si Malfoy ganaba? Probablemente frotaría la victoria en la cara de Potter durante al menos una semana entera. Intentó con todas sus fuerzas no importarle las burlas del rubio, pero a veces era complicado.

Potter pasó el resto de la tarde y las primeras horas de la noche charlando con Ron y Hermione. La atmósfera entre los tres no ha sido la mejor desde que Harry rompió con Ginny, la hermana de su amigo, y aunque Ron le aseguró que no le importaba y que el tema era entre Potter y la chica, era notable lo mucho que él todavía estaba herido con Harry por romper el corazón engañado de su hermana pequeña.

– ¿Estás nervioso por el partido de mañana, Harry? –preguntó Hermione despreocupada, solo con ganas de empezar a hablar.

– Un poco, los Slytherin han estado entrenando mucho últimamente, estoy seguro de que jugarán para ganar, cueste lo que cueste –suspiró, moviendo su mirada hacia ningún punto en particular mientras se perdía en sus pensamientos.

– Lástima que no tengan el mejor Buscador de la escuela... –comentó Ron sonriendo antes de morder el muffin de calabaza que sostenía, haciendo que algunas migas se cayeran en su bata. Hermione miró la acción con el ceño fruncido antes de poner los ojos en blanco ante lo descuidado que podía ser Weasley.

– No, pero su Buscador tiene una Nimbus 2001 –se cruzó de brazos con aire hosco, luciendo como un niño. Ron puso los ojos en blanco.

– De nada sirve si no tienes un talento natural para el deporte, ¡cosa que tú tienes de sobra! –dijo, haciendo que Granger estuviera de acuerdo con el chico.

Harry esbozó una pequeña sonrisa, sin saber qué decir. Incluso él no confiaba tanto en su capacidad, era bueno saber que las personas que lo rodeaban estaban allí para motivarlo cuando lo necesitaba.