Capítulo 13: Descubrimiento

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Los estudiantes caminaron inquietos por los pasillos, el fin de semana llegando hizo que todos estuvieran más animados. Harry y Draco caminaron a una distancia segura el uno del otro mientras se dirigían hacia el Gran Comedor para almorzar, al igual que el resto de los jóvenes de la escuela.

Ya sentados en la mesa de Gryffindor –que los estudiantes, en este punto, ni siquiera estaban sorprendidos por el hecho de que Draco se sentaba junto a ellos–, Potter y Malfoy conversaban distraídamente mientras esperaban que se sirviera el banquete. Cuando sucedió, los dos, así como todos los demás estudiantes, comenzaron a comer los deliciosos platos que mágicamente aparecieron en la mesa.

Justo antes del final del intervalo para el almuerzo, Snape entró en la sala común, abrió la puerta sin ninguna delicadeza mientras se apresuraba entre las mesas. Ganó la atención de todos cuando se detuvo frente a la mesa de profesores, donde Dumbledore lo miraba con el ceño levemente fruncido.

– ¿Ha pasado algo, Severus? –preguntó con su voz serena y tranquila.

– Solicito la presencia de los profesores para una reunión de emergencia sobre un asunto confidencial –dijo también sin desespero, para mantener la compostura.

Dumbledore, sin cuestionar nada más, solo asintió y se puso de pie, haciendo un gesto a los profesores para que lo siguieran a su oficina. Así que todos los adultos abandonaron el comedor, que ahora solo estaba ocupado por decenas de adolescentes curiosos sobre el tema de la repentina reunión. Harry y sus amigos intercambiaron miradas confundidas antes de encogerse de hombros y continuar comiendo.

En el otro extremo de la mesa, Ginny se levantó de la silla enojada, llamando la atención de algunos estudiantes a su alrededor, quienes la miraron inquisitivamente. La chica ignoró todas las miradas y caminó hacia Potter para confrontarlo por la propuesta que le había hecho el día anterior. No le importaba abordar este tema frente a otros, tal vez incluso sería un incentivo para que Harry quisiera ocultar su relación y aceptar la oferta de una vez por todas.

– ¡Buenos días, Harry! –dijo la pelirroja sentándose al lado del chico, invadiendo su espacio personal y haciéndolo sentir incómodo. Harry trató de moverse más hacia un lado, pero Ginny se acercó de nuevo.

– Hola, Ginny... –saludó un poco desanimado, no tenía paciencia con la chica en ese momento.

– Entonces, ¿pensaste en mi propuesta? –preguntó Weasley, levantando las cejas y sonriendo cínicamente–. Incluso pensé en darte más tiempo, sabes, pero no puedo esperar más... –suspiró, segura de que Harry la elegiría sin pensar.

– Lo pensé, sí –respondió, tragando saliva–. Pero mi respuesta es no –en ese momento, la sonrisa irónica de Ginny desapareció, así como su pose engreída. Las chispas parecieron salir de los ojos pálidos de la chica, que parecía sorprendida por las palabras del chico.

– ¡¿Cómo?! –dijo en voz alta, llamando la atención de algunos estudiantes, incluidos Ron y Hermione, que estaban al otro lado de la mesa–. Creo que no entendiste realmente que lo que ustedes tienen arruinaría tu reputación y tu fama. ¿Es eso lo que quieres, Harry? –preguntó, sus ojos ligeramente abiertos.

– No me importa mi reputación –dijo, dejando incluso a Draco sorprendido. El rubio miró a su alrededor solo para asegurarse de que nadie más estuviera prestando atención a la conversación. Para su desgracia, la mitad de los estudiantes de Gryffindor miraban a los tres con el ceño fruncido–. No quiero hacerte daño, pero, ¿tengo que decirte en la cara que ya no te quiero para que lo entiendas? –dijo, bajando la voz. A pesar de todo, no quería humillar a la chica frente a todos.

– Vaya, qué conmovedor, no quiere hacerme daño... –dijo en voz alta, haciendo drama, poniendo su mano sobre su pecho y fingiendo sufrir. Se levantó, agarró uno de los vasos de la mesa, junto con un tenedor, y golpeó el vaso con el cubierto para llamar la atención de todos–. ¡Chicos, miren qué cosa tan linda! –habló con sarcasmo. Harry tragó saliva cuando Draco tomó su mano para tranquilizarlo. Todos los estudiantes miraron a Ginny, confundidos–. El "chico de oro" de la escuela es en realidad un inmoral –dijo, haciendo comillas al aire con los dedos.

Memory Loss | Drarry (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora