Capítulo 217

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Nos subimos a un autobús que sería el encargado de llevarnos hasta el aeropuerto. Sólo tenía ganas de llegar a nuestro destino porque son muchísimas horas de vuelo y no tener a Lando conmigo para ver pelis era más complicado de lo que yo pensaba. Era la primera carrera y ya lo estaba echando de menos. Nuestro problema es que no valoramos a los que tenemos cuando estamos justos y nos damos cuenta cuando no podemos pasar el tiempo que queremos con ellos. Habían pasado muchas cosas con Lando pero realmente era la persona que yo necesitaba para poder pasar a  veces mi día a día cuando nadie me entendía. 

- ¿Todo bien? - preguntó Max.

- Sí, todo bien - dije y se sentó a mi lado e el bus.

- ¿Qué tal Lando? - preguntó Max.

- Bien, con ganas de empezar - dije.

- Creo que así estamos todos - dijo Max.

- A ti no se te ve con ganas, parece que tienes la misma cara para todo lo que te pasa - dije.

- ¿Te levantaste con ganas de meterte conmigo? - preguntó Max.

- Puede ser - dije y lo miré.

- No lo parece la verdad, parece que realmente me odies hoy - dijo Max.

- La verdad es que no suelo odiar a los que me rodean -  dije.

- No lo parece la verdad - dijo Max.

- Todo es con cariño, pero si es verdad que eres más de cabrearte - dije.

- Es sólo  a veces - dijo Max.

- ¿Sólo? - pregunté.

- Sí, tranquila, contigo no me va a pasar - dijo Max.

- No te creo pero bueno bien - dije.

- Tía eres dura conmigo - dijo Max.

- Que poco aguantas Max - dije y reímos.

- ¿Así tratabas a Lando al principio?  - preguntó Max.

- No, Lando y yo desde el principio nos caímos bien - dije, sabiendo que esas palabras le fastidiaría. 

- ¿Y nosotros nos llevábamos mal? - preguntó Max.

- No, pero bueno es distinto, hemos tenido varias discusiones - dije.

- Eso si es verdad - dijo Max.

- Por eso mismo, no ha sido todo  muy bien desde el principio - dije.

- Oye, pero con Lando has tenido muchísimas peleas. Te recuerdo que tuviste un accidente por su culpa - dijo Max.

- Te gusta meter el dedo en la llaga - dije.

- Un poco sí la verdad - dijo Max.

- No me queda nada contigo - dije y le di un golpe en el brazo.

- No, a mi es el que me queda mucho - dijo Max.

- ¿Tú? Si tu te cabreas por todo - dije.

- Puff Dalia - dijo Max.

- Es siempre con cariño - dije y lo abracé.

- Ya no te puedo creer - dijo Max mientras que me abrazaba.

- Cuando ya no trabajemos juntos me vas a echar mucho de menos - dije.

- No creo - dijo Max.

- Más de lo que tu piensas - dije.

- Tampoco te lo creas tanto eh - dijo Max.

- Ya veremos ya - dije. 

Tras varias horas de avión llegamos a nuestro primer destino de la temporada, sólo tenía ganas de poder llegar a la habitación y darme un baño. Habíamos llegado a Bahrain, quería disfrutar de aquella ciudad y si podía ser con Lando muchísimo mejor la verdad.

- ¿Qué vas a hacer? - preguntó Max cuando llegamos al hotel.

- Estoy cansada, sólo quiero darme una ducha y acostarme un rato - dije mientras que esperábamos a que nos dieran las habitaciones.

- ¿Quieres que tomemos algo? - preguntó Max.

- Te lo agradezco pero no gracias - dije.

- ¿Segura? - preguntó.

- Sí, y Max sólo podemos tener vidas profesionales, no te enamores de mi - dije de broma.

- Que boba eres a veces eh - dijo Max.

- Sé que lo piensas - dije.

- No te lo creas mucho - dijo Max.

- Bueno Max, hasta la cena - dije.

- Adiós Dalia - dijo Max.

Subí a la habitación y me fui  directa a la ducha. Cuando salí tenía un mensaje de Lando.

- ¿Ya estás en tu hotel? - preguntó Lando.

- Saliendo de la ducha estoy - dije.

- ¿Tienes que hacer algo? - preguntó mientras que me vestía.

- Tengo la tarde libre - dije.

- ¿Me abres la puerta? 

Él es mi vecino ~Lando Norris ~ (Parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora