Él es mi vecino ~Lando Norris ~ (Parte 2)

Capítulo 224

A la mañana siguiente, Lando se fue temprano para poder llegar al circuito. La verdad, no me apetecía nada tener que ir a trabajar, no me motivaba nada. Tras vestirme, bajé a desayunar y me fui directa al circuito.

- Buenos días mi pequeña - dijo José cuando llegué al circuito y nos abrazamos.

- Buenos días mi español favorito - dije mientras que lo seguía abrazándolo.

- Dalia - dijo Charlotte y se unió al abrazo.

- Charlotte - dije y me apoyé sobre ella.

- Necesito que vuelvas ya - dijo Charlotte.

- Ya va quedando menos - dije.

- ¿Y si la raptamos? - dijo Will apareciendo.

- Es una de las mejores ideas que has tenido en todo el fin de semana - dijo José cogiéndome en brazos.

- Yo también lo veo - dijo Charlotte.

- ¿Nos las llevamos? - preguntó Miky, uno de los mecánicos de Lando.

- SÍ - dijeron Will, José y Charlotte.

- Chicos, os lo agradezco pero me tengo que ir - dije mientras que me separa de José.

- No te vayas por favor - dijo Charlotte.

- Ojalá - dije y la abracé.

- Lando es el que más te echa de menos - dijo Charlotte.

- Yo también lo echo de menos - dije aún abrazada a ella.

- Ya va quedando menos - dijo Charlotte y noté como José me acariciaba la espalda.

- Bueno chico, nos vemos - dije, aunque en realidad no me quería ir.

- Te echaremos de menos - dijo Will cuando iba de camino a las instalaciones de RedBull.

Entré, cogí algo para desayunar y subí a las oficinas.

- Buenos días - dije entrando a las instalaciones.

- Buenos días - dijo uno de los chicos de Checo.

- ¿Todo bien? - preguntó.

- Sí, ¿y tú? - pregunté.

- También - dijo y siguió trabajando.

- Buenos días - dijo saliendo Max de la oficina de Christian.

- Hola - dije y Max se sentó a mi lado.

- ¿Cómo estás? - preguntó Max.

- Mucho mejor, muchísimas gracias por preocuparte tanto por mí - dije.

- No tienes que agradecérmelo, pero mejor que conmigo ibas a estar Lando, él te entiende más - dijo Max.

- No voy a mentirte - dije.

- No hace falta, lo sé - dijo Max.

- Nos conocemos muchísimo - dije.

- Dalia, quiero hablar contigo de una cosa - dijo Max.

- ¿Ha pasado algo? - pregunté.

- Antes cuando he llegado te he visto hablando con los de McLaren y he entendido que tu familia es McLaren. Yo he intentado estos meses que encajaras pero aparte de que los compañeros te dejaban de lado, se notaba que no estabas agusto. He llegado y he hablado con Christian y prefiero que estés en McLaren y seas feliz, que aquí y deseando que acaben los meses para volver a tu casas - dijo Max.

- ¿Estás seguro? - pregunté a Max.

- Sólo quiero que seas feliz -  dijo Max y nos dimos un abrazo.

- Dalia, ¿puedes venir? - preguntó Christian.

- Sí, voy - dije.

Me levanté y me fui a la oficina de Christian, estaba nerviosa porque al final me iría y sólo tenía ganas de llegar al box de McLaren. 

- Me imagino que Max ya te ha dado la noticia - dijo Christian.

- Sí, justo me lo estaba diciendo ahora mismo - dije.

- Dalia, sólo quiero lo mejor para ti y no quería verte sufrir por algunos que trabajan aquí y como dice Max, McLaren es tu familia y está más que demostrado y me lo demostraste cuando no quería venirte aquí - dijo Christian.

- Os agradezco muchísimo la oportunidad que me habéis dado, pero como tu sientes que RedBull es tu familia, yo lo siento de Mclaren - dije.

- Ha sido un placer poder conocerte y trabajar contigo, sólo te deseo lo mejor y mucho éxito en tu vida - dijo Christian. Se levantó y me abrazó.

- Muchas gracias por todo - dije.

Salí de la oficina, recogí mis cosas mientras que Max me miraba.

- Sólo deseo verte ganar títulos con Lando - dijo Max.

- Y yo espero verte más de una vez en el podio - dije y nos abrazamos y me quité la chaqueta y la camisa, ya que yo siempre llevaba una camisa de asillas debajo de las camisas del equipo.

- Quédatelo como recuerdo - dijo Max.

- ¿Por trabajar contigo? - pregunté.

- Claro - dijo Max.

- No creo que sea un buen recuerdo - dije para fastidiarlo un poco. 

- Que mala eres - dijo Max y nos dimos un abazo.