—Aws, tus mejillas rojitas son adorables, Yoonie— le molestó su madre desde la pantalla de su IPad. Estaban en videollamada.
—¡Mamá!— se quejó berrinchudo como cuando era cachorro, sin detener su labor de mover el tenedor por toda la mezcla en el bowl.—Por Luna, deja de avergonzarme...
Taehye sonrió divertida.—¿Cómo te avergüenzo, hijo? Jiminnie caerá redondito a tus pies con este panqué... ¡créeme! Usé la receta para que tu padre aceptara salir conmigo, y la volví a usar para que su padre nos diera permiso de ser novios. Es un arma infalible. Al corazón se llega por el estómago— dijo con toda la convicción y seguridad que tenía. Luego soltó una carcajada al ver el gesto apachurrado de su hijo, cansado de mover el brazo.—Aunque a este paso que vas, tu panqué solo llegará al suelo— soltó ella al ver que los movimientos inexpertos del pálido hacían saltar la mezcla fuera del recipiente.
—Qué gran apoyo moral, eh. Primero me avergüenzas y luego te ríes de mi poca experiencia.
—Yah, es que aaadooro cuando tus cachetitos se ponen rojos— canturreó la mujer con mirada brillante.—Te ves tan tierno, mi bebé.
—¡Mamá!— volvió a quejarse.—Tengo veintisiete años, ya no soy un bebé. ¡Y odio el rojo!
—¿Cómo puedes decir odiarlo si ni siquiera conoces el color?— preguntó la señora Min después de una carcajada.
—Cuando me sonrojo dices que es de ese color, y no me gusta sonrojarme, así que tampoco me gusta el rojo— refunfuñó él con un puchero inconsciente entre sus palabras y un ceño fruncido.
A pesar de bromear con estar molesto por las jugadas de su progenitora, Yoongi estaba feliz. Al final, había entendido lo que su santa madre le quiso decir e iba a actuar.
Con su resignación había estado dispuesto a morir por abandonar la lucha para estar junto a su destinado, pero él amaba a Jimin. Morir por amor ya no le brillaba mucho, él deseaba vivir por ese chico de pasión pura por el baile. Deseaba vivir por amor.
Quería vivir por él, quería ser egoísta y tenerlo a su lado de la misma forma en la que él le tenía en el suyo. Además, ¿cómo rayos pudo haber pensado en permitir que Jimin estuviera con alguien como Sungmin?
Iba a luchar, iba a enamorar su dulce corazón, y le importaba poco que no hubiese un destino futuro descrito para ambos, él le escribiría uno. Yoongi iba a crear una historia, una obra, una fotografía solo por y para Jimin, sería su protagonista y él su espectador más fiel. Haría un futuro para ambos, el más real y el más hermoso, el que merecía.
En cuanto se lo había dicho a su madre, ella muy emocionada le ordenó que fuese a la tienda a comprar los ingredientes necesarios para hornear un panqué de plátano con el toque secreto de un Min.
El de ojos finos no era muy bueno horneando, de ahí en fuera lo demás en el ámbito gastronómico se le daba genial, pero, sin importar las dificultades de su poca experiencia en el tema, era un panqué para su futuro omega, por lo que el esfuerzo y la dedicación eran de cajón. El panqué sería el compañero de su más sincera disculpa por haberse distanciado, y una promesa secreta de que no volvería a hacerlo, que lucharía por él.
Entre los comentarios bromistas de su madre, en eso estaba, casi por terminar de mezclar el contenido en el bowl, pensando en que después de ponerle mantequilla al molde lo vertería en él para meterlo al horno, cuando entonces su celular comenzó a sonar.
—Aguanta má, me están llamando— avisó a la mayor.
—Tranquilo, yo aquí te cuido la mezcla— dijo ella con humor, observándolo a través la cámara estirarse hacia una de las barras, donde estaba su móvil.
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🐚 Nuestro color 🐚 • YM, Omegaverse.
FanfictionUn mundo en el que la gente es daltónica hasta enamorarse de su persona destinada. 🐚 N u e s t r o c o l o r 🐚 • Inicio de escrito: 23/O8/2O21. 12:59PM • Yoonmin. • Omegaverse. • Mención de otras parejas. • Fantasía y romance. • Publicació...