Capítulo 17

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-D-digo, si quieres puedes hacerlas, no te voy a mandar a callar- se corrige rápidamente.

-Esta bien bebé, tranquilo, entendí a lo que te referías- le calma con cariño sin mover ni un solo músculo, porque sigue sentado en la misma posición, observando con sumo detenimiento cada parte del lindo chico que hay frente a él.

Comienza por sus pies, nota que está usando unas largas medias blancas que le llegan un poco más arriba de las rodillas, y que están decoradas con dos lindos listones color rosa claro, y eso le sorprende un poco, ya que recuerda que hace un tiempo, el mismo Yoongi le confesó que no le gustaban mucho esas cosas, porque desde que viven juntos, él no tiene la necesidad de usar zapatos, por eso siempre anda en pantuflas, y ya no está tan acostumbrado a las medias, he incluso, dice que se siente un poco incómodo con ellas cuando ambos salen a caminar al parque. Pero Jungkook supone que su tierno novio hizo el sacrificio de usarlas solo por él, así que continua alegre, subiendo la mirada, topándose ahora con una sexi braguita de encaje blanco que logra dejar a la vista unas partes del pequeño, lindo y rosadito pene del pelicastaño.

Porque sí, el genital de Yoongi, al igual que su dueño, tiene un tamaño un poco menor al promedio del de todo hombre, y eso al principio era un defecto para el pálido, pero una vez conoció al idol, y éste le llenó de cariño, hizo que poco a poco comenzara a valorar cada una de sus partes, tanto externas como internas. Por eso es que ahora no se siente mal por tener un pene pequeño, si no todo lo contrario, está completamente orgulloso, en especial cuando el pelinegro le asegura que es la cosa más deliciosa del mundo, justo después de haberle dado una perfecta mamada.

-¿Qué es eso?- pregunta un poco confundido al ver ahora unas extrañas y blancas cintas alrededor de todo el pálido pecho del menor.

-C-creo que se le llama arnés.

-¿Ese no es el nombre de la seguridad que se usa para escalar montañas?

-No estoy seguro, en la p-página donde lo compré decía que hace parte del traje- responde nervioso por la profunda mirada de Jeon -¿P-por qué lo preguntas?, ¿se ve feo?

-Por supuesto que no, es hermoso, solo que me dio curiosidad- confiesa junto con una cariñosa sonrisa.

-Te entiendo, a mi también se me hizo un poco raro cuando lo ví, y d-de hecho se siente un poco extraño- le cuenta mientras trata de tapar con vergüenza la prenda.

-¿No te gusta?- pregunta un poco preocupado al notar la expresión del pelicastaño.

-Es un poco incómodo.

-Te lo puedes quitar si quieres- hace una pausa para contemplar el leve sonrojo de esas lindas y pálidas mejillas que tanto ama besar y morder -También las medias, sé que te molestan.

-P-pero pediste que me dejara el traje completo- suelta bajito.

-Olvida eso, fue solamente mi papel de macho azotador- dice divertido junto a una risita.

-Puedes seguir u-usándolo, me gusta- confiesa con el rostro completamente rojo.

-Me alegra escuchar eso, pero...creí que hoy tu ibas a tomar el control.

-Es que n-no sé que hacer- suelta apenado mientras intenta tapar su cuerpo con sus brazos.

-Vamos, bebé, ¡no hagas eso!, te ves hermoso- le reprende con cariño al mismo tiempo en que finalmente se levanta de su asiento y toma las manos del menor -Y lo estabas haciendo muy bien, lograste calentarme por completo.

-Me siento muy extraño actuando de esa forma- explica con honestidad.

-Esta bien, no te voy a obligar a hacer algo que no quieres- dice antes de darle un cariñoso beso en los labios.

Mil formas de amarte - KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora