Hongjoong no creyó que se enamoraría
de alguien alguna vez, mucho menos
que lo haría de dos hombres al mismo tiempo.
⚠︎ RELACIÓN DE TRES.
⚠︎ SEONGHWA, HONGJOONG, MINGI.
⚠︎ [versátiles, con preferencia de hong top y minhwa bttms]
Mingi golpeó a Hongjoong en la cara; la sala se quedó en silencio luego del sonido de ese fuerte impacto de piel contra la piel. Los ojos de Hongjoong se abrieron con sorpresa y Mingi abrió la boca asustado.
No era buena idea despertar a Mingi asustándolo, eso estaba asegurado. Era una lástima que Hongjoong no lo supiera de antemano.
Los ojos de Mingi se tornaron rojizos y húmedos al darse cuenta de que todos estaban mirándole sin decir nada. Hongjoong, al notarlo, soltó una gran cantidad de aire retenido y puso las manos sobre los hombros de Mingi.
―Perdóname, te asusté... ―El susurro de Hongjoong fue tan bajo que pasó desapercibido por los miembros a una distancia más amplia.
La nariz de Hongjoong comenzó a sangrar, ocasionando que el llanto de Mingi fuera más exagerado.
Mingi saltó sobre el cuello de Hongjoong abrazándolo y pidió disculpas varias veces.
―Está bien, está bien... ―Hongjoong sobó la espalda de Mingi tratando de tranquilizarlo y con la otra mano apretó su propia nariz.
Seonghwa apareció al lado de Hongjoong, pasándole unos pañuelos desechables para que pudiera limpiarse.
―Eres un chico fuerte ―susurró Seonghwa acariciando la orejita de Mingi cuando esté soltó a Hongjoong y se aferró a su cadera.
―No quería lastimarlo ―murmuró el menor, apoyando el mentón en el vientre de Seonghwa, viéndole desde abajo con sus ojitos húmedos.
―Hongjoong ya está bien, no te preocupes más ―dijo Seonghwa sin dejar de acariciar las orejitas ardientes en vergüenza del menor.
Mingi miró de reojo a Hongjoong y asintió con la cabeza lentamente. Hongjoong ya no sangraba por la nariz y le miraba con una bonita sonrisa.
―¿Me disculpas?
Hongjoong rio ante el tono infantil y asintió, acariciando su nuca antes de dejarle un sonoro beso en su mejilla, porque aunque odiara los besos y más si hacían ruido, no podía evitar querer besar a Mingi.
―Claro que sí, miel.
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