La sudiste et le voleur [Rogue x Gambit]

Bedroom Floor |2|

Bedroom Floor/Suelo de habitación/Étage de la chambre

De la ropa de Rogue en el suelo de Gambito.

Mi celular vibra y aún con la mirada penetrante de Mystique sobre mí, no puedo evitar que una sonrisa se me escape. Me giro para esquivar sus sospechosos ojos y leo el mensaje.

"Tu habitación".

Dejo mi vaso sin tocar sobre la mesa de ponche y me acerco a Dominik, abriéndome camino dentro de la masa de mutantes jóvenes que bailan y gritan al ritmo de las luces de colores.

—Cuida mi espalda— le digo tratando de que me escuche.

Su rodar de ojos me lo confirma. Seguramente se siente algo fastidiado con la idea de molestar a Destiny para atraer la atención de Mystique, pero lleva semanas buscando a alguien que le cubra a él para su cita con la petit chat, así que no está para nada enojado.

Los otros miembros de la Hermandad apenas me ven dos veces, ya no les importa que me acueste con una X-MEN cuando la mayoría de ellos hace lo mismo.

La música amortiguada me persigue al subir las escaleras, hay uno que otro mutante fuera de la sala, pero están ocupados enrollándose entre ellos y no me prestan atención.

Además, Mystique no puede perseguirme sin una buena excusa y ahora mismo está trabajando. Sí, se supone que nosotros también deberíamos, pero Magneto y Mystique son realmente los únicos a los que estas reuniones les interesa. Bueno, a ellos y a los "invitados importantes", que no son más que otra bola de mutantes viejos que solo quieren negocios para dominación mundial y esas cosas que al resto de nosotros no nos interesa cuando hay alcohol y cuerpos pegados por todas partes.

Mi habitación está oscura y huele ligeramente a azufre. En cuanto entro, siento unas manos enguantadas tomar las mías. Rogue ha abierto la ventana para ahuyentar el olor, por lo que la luz de la Luna se refleja en su mechón blanco y en su sonrisa.

Oh, su sonrisa.

—Gambito— dice, como sabiendo que me tiene a sus pies.

—Chérie, quelle joie de te voir— le susurro al inclinarme a besarla, no sin colocar antes una mano sobre su cuello para palpar el collar de metal que le rodea.

La siento reír contra mi boca y yo suspiro al llevarla a mi cama; inhalo sobre su oreja, sobre sus pechos y sobre su cadera. Ella jadea contra mi oído y es como sentir la brisa del mar.

Y me besa ya zaceada, porque sabe que yo también quiero besarla una última vez antes de que suspire y se quite el collar de restricción de poderes.

Ella se viste, pero yo me limito a colocarme mis guantes y tenderle los suyos. El Sol empieza a amenazar con salir, pero ella se vuelve a recostar contra mí, ahora cautelosa.

Me volteo hacia la mesa de noche y me extiendo para darle un par de pastillas que traga en seco.

—¿Todavía da dolor de cabeza? —pregunto — ¿No se supone que tiene unos cuantos súper genios en esa enorme mansión? ¿Qué tan ocupado puede estar ese singe blue?

—Solo cuando me lo quito me molesta— dice—, pero ahora ya no me dan ganas de vomitar y puedo tenerlo más tiempo. De todos modos, no hables mal de Hank, es él quien nos permite divertirnos.

Suelto una risa.

—Yo no soy el que tira pestes, chérie. Mystique está muy feliz últimamente, ¿por qué será?

Ella ríe, sabe de lo que hablo. Así que le sigo el juego.

—He oído que has estado hablando de mí. Diciendo a todos los mutantes privilegiados lo mucho que me odias.

Me golpea levemente en el pecho, todavía riendo. Aprovecho para sostener su muñeca y obligarla a levantar la cabeza.

—Pero, chérie, ¿quién es el voleur al que llamas cuando te sientes sola o quieres algo de compañía valiosa?

Rogue suelta un suspiro tembloroso cuando la pego más a mi cuerpo, Magneto se queja de que somos adolescentes hormonales y tiene razón, porque vuelvo a quererla a pesar de que la acabo de tener y sé que ella también me desea de nuevo.

—Dices cosas malas a mis espaldas, pero de frente eres jadeos y frases bonitas. Cada que suena mi celular, sé que eres tú.

—Gambito— habla, acariciando mi rostro y mordiendo su labio, porque ella también sabe jugar—, tu pagas con la misma moneda. Logan se queda contento cuando en batalla te alejas de mí, porque no sabe que frente a frente eres incapaz de mantener quietas tus manos.

Ella no tiene control, pero a ninguno de los dos nos importa, porque ambos chocamos en un beso brusco y no me avergüenza sentirme débil frente a ella. Tampoco me afecta lo que los demás crean, que escuchen las mentiras que ella dice, cuando su ropa siempre termina en el suelo de mi habitación.

Petit chat: pequeña gata.

Chérie, quelle joie de te voir: cariño, que alegría verte.

Singe blue: mono azul.

Voleur: ladrón.